Un ruido llegó a mis oídos haciendo que despertara, abrí los ojos y recorrí toda la habitación con la vista. Otro estruendo de la parte de abajo llegó a mis oídos.
—Peter, creo que hay alguien se metió a la casa.
Gire mi cabeza para poder encarar a Peter —que se encontraba acostado conmigo—, pero vi su lado de la cama vacía. Me levanté rápidamente de la cama y camine hacia la puerta preocupada por no saber dónde se encontraba Peter, pero antes de que abriera la puerta, cuando tome la manija de la puerta sentí la presencia de otros vampiros. Abrí la puerta cuidadosamente sin provocar ruido, baje lentamente las escaleras y vi a mi hermano tirado sobre la alfombra que adornaba el recibidor.
—Noah —susurre.
Caminé rápidamente hacia él, me senté a su lado y lo tomé entre mis brazos, aún seguía vivo, pero inconsciente, lo moví y le di pequeños golpecitos para ver si despertaba, pero no hubo resultados.
La luz del recibidor fue encendida haciendo que levantara la vista, y cuando lo hice, sentí una punzada en el pecho y un escalofrío recorrió mi cuerpo; era Eithan que tenía un cuchillo sobre el cuello de Peter.
—¿Eithan? ¿Qué mierda estás haciendo? Sueltalo ahora mismo —dejé a Noah nuevamente en el piso y me levanté lentamente.
—Lo siento Adrienne, en verdad lo siento, pero ellos tienen al amor de mi vida y no podía permitir que algo malo le pasara.
—¿Dijiste ellos? —pregunte asustada.
—Detrás... De ti... —susurro Peter.
Antes de que pudiera girarme completamente, un choque eléctrico recorrió todo mi cuerpo haciendo que cayera al suelo, un gemido de dolor salió de mi boca, alcé la mirada y vi a un hombre vestido de traje blanco con un sombrero que hacía juego con este; era un perfeccionista.
—Me costó encontrarlos pero bien dicen: "vale más tarde que nunca".
El hombre se inca a mi lado y pone su mano sobre mi cuello haciendo que nuevamente sintiera ese dolor eléctrico que recorría todo mi cuerpo.
—Ya los tienes, ¿dónde está Sarahi? ¡Quiero verla! —grito Eithan.
—Pronto la verás —dijo aquel hombre.
El hombre hizo un chasquido con sus dedos haciendo que cuatro hombres entrarán a la habitación donde nos encontrábamos. Uno de ellos le dio un fuerte golpe a Eithan haciendo que cayera al suelo inconveniente, otro hombre hizo lo mismo con Peter.
—¡No! ¡Sueltalo! —grite con las pocas fuerzas que tenía al ver que se llevaban a Peter.
—Buenas noches querida —dijo el hombre que se encontraba a mi lado.
Lo miré con el ceño fruncido y de un momento a otro todo se volvió oscuro.
Abrí los ojos y no reconocí el lugar donde me encontraba ya que todo estaba borroso, parpadeo para que todo se aclaré, cuando todo se aclaró pude notar que estaba en una habitación espaciosa, todo estaba adornado con terciopelo rojo, no había ventanas, lo único que alumbraba aquella habitación eran antorchas que se encontraban alrededor de la habitación.
Trato de moverme pero mis manos estaban encadenadas en una silla de metal, con mi fuerza sobrehumana trate de romperlas pero no pude, estaba demasiado débil.
«Deben de ser cadenas de plata», pensé.
La plata no nos mata, esa es solo una leyenda urbana, igual que la estúpida idea del ajo y el Sol, lo único que pude matar a un vampiro es quemarlo o arrancarle la cabeza, pero la plata solo nos debilita, solo eso.
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Adrienne
ParanormalAdrienne, una vampiro que nació con un poder único en el mundo haciéndola alguien muy poderosa, por esta razón sus padres tuvieron que sacrificarse para salvarla ya que está siendo buscada para ser asesinada por los líderes de su mundo. Ellos tienen...