*Narra Noah*
Abrí las gruesas cortinas dejando que la luz del Sol entrase por las ventanas dejando a la vista el gigantesco jardín que a mí parecer era lo único bueno y hermoso de todo este horrible lugar en el que soy prisionero desde hace unos días, días que parecían cada vez más largos, días los cuales anhelaba que pasaran rápido pero parecía ir cada vez más lento.
Los leves golpes en la puerta de madera hicieron que desviara mi mirada del jardín hacia la puerta, caminé hasta ella y la abrí con cautela ya que no sabía quién se encontraba detrás de ella. Cuando la abrí por completo me llene de alivio al ver que era Letty, la recibí con alegría y amabilidad, la dejé entrar a la habitación y cerré la puerta en cuanto ella entro.
—Buenos días señor Moonlight —saludo Letty amablemente.
—Buenos días Letty —regrese el saludo—. Ya te dije que solo me llames Noah.
—Disculpa, es la costumbre —dejó la bolsa que tenía en sus manos sobre la cama—. He pasado tanto tiempo aquí que ya olvide cómo socializar.
—¿Cuánto tiempo llevas en este lugar? —pregunte curioso.
—Catorce años —respondió con algo de pena y tristeza—. Los perfeccionistas me trajeron aquí cuando tan solo tenía once años.
Hice un mohín al saber que cuando Letty fue esclavizada era tan solo una niña, una niña que milagrosamente fue una sobreviviente de una terrible matanza pero lamentablemente fue capturada por el enemigo.
—Lo siento mucho —me disculpe. Un sentimiento de culpabilidad se apoderó de mí al hacerla recordar cuantos años tenía encerrada en este terrible lugar.
—No te preocupes —sonrió.
«¿Cómo fue que tan solo una pequeña niña fue esclavizada?».
—¿Cómo fue que llegaste a este horrible lugar? —pregunte.
—¿Sabías que la curiosidad mató al gato? —rio levemente—. Algún día tú curiosidad terminará por matarte Noah Moonlight.
—Lo siento —me disculpe nervioso—. Es algo que simplemente no puedo evitar.
Ambos reímos, Letty río por gracia y yo reí por nerviosismo.
Ella tenía razón, soy muy curioso lo cual me provocará un problema algún día. De niño mi madre siempre lo decía, "la curiosidad mató al gato" era lo que ella me decía cada vez que en alguna reunión o conversación preguntaba algo indebido.
—Soy originaria de Perú, cuando tenía tan solo tres años de edad mis padres fueron por el sueño americano y me dejaron al cuidado de mis abuelos, desde ese día nunca supe nada de ellos, ni una carta, ni una llamada, nada. Mi abuela decía que mis padres estaban demasiado ocupados por lo cual nunca se comunicaron con nosotros, años más tarde comprendí que murieron en el desierto y mis abuelos nunca me dijeron lo que había sucedido con ellos.
»Mis hermanos y yo fuimos criados por mis abuelos, lamentablemente cuando tenía ocho años mi abuela falleció, a partir de ese momento mi hermano mayor comenzó a hacerte cargo de los negocios que tenían mis abuelos mientras que el resto nos dedicamos a estudiar.
»Con el paso del tiempo mis hermanos y yo notamos que no éramos como el resto de los niños, nosotros éramos "especiales", entonces mi abuelo nos explico nuestros orígenes. Como mi abuelo ya no tenía la fuerza de antes mis tíos nos enseñaron lo esencial de ser hombres lobos, lamentablemente el tiempo no estaba de nuestro lado.
»Fue en el mes de Julio cuando celebrabamos el quinceavo cumpleaños de mi hermano cuando los perfeccionistas rodearon el perímetro de nuestra casa, nos dejaron sin escapatoria. Mi manada luchó para proteger a los más pequeños de la manada, pero lamentablemente murieron en la batalla, algunos de mis primos mayores interaron luchar por sus vidas pero lo único que consiguieron fue ser asesinados en manos de los perfeccionistas.
ESTÁS LEYENDO
Adrienne
ParanormalAdrienne, una vampiro que nació con un poder único en el mundo haciéndola alguien muy poderosa, por esta razón sus padres tuvieron que sacrificarse para salvarla ya que está siendo buscada para ser asesinada por los líderes de su mundo. Ellos tienen...