Para: Samantha_Epifanny ❤️
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Noah y yo llevábamos 5 años viviendo con nuestros abuelos, todo iba perfecto hasta que en año nuevo la puerta principal se vino a bajo dejando a la vista hombres vestidos de blanco, los mismos que estuvieron en mi casa, los mismos que mataron a mis padres.
—Tengo que decir que me costó mucho trabajo encontrarlos, pero finalmente lo hice —dice el hombre que asesinó a mi padre.
El hombre trono los dedos y enseguida dos hombres a sus espaldas caminaron hacia nosotros. Mi hermano me tomo del hombro he hizo que diera un paso hacia atrás. Mi abuela se puso enfrente de nosotros para protegernos pero duro muy poco ya que aquel hombre la lanzó hacia la pared.
—Corran... —dijo mi abuela en un gemido de dolor.
Noah y yo nos dimos la pedía vuelta y comenzamos a correr hacia nuestra habitación. Cerré con cerrojo la puerta mientras Noah buscaba la mochila con dinero que nos había dado nuestra madre.
—Vamos, es hora de irnos —dijo Noah saliendo por la ventana.
Salimos de la casa y comenzamos a correr. Cuando avanzamos unos cuantos metros giré mi cabeza para poder ver la casa de mis abuelos, preguntándome porque ellos también tenían que morir.
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Noah —alto, tez pálida, ojos color aceituna, cabello rubio, cuerpo musculoso—, y yo —mediana estatura, cabello pelirrojo, ojos verdes, delgada—, llevábamos una vida "normal", ya que así era menos probable que Los Perfeccionistas no nos encontrarán; íbamos al instituto, trabajábamos por las tardes, teníamos nuestro departamento, teníamos amigos, era una vida común y corriente de unos adolescentes de 22 y 18 años, haciendo de Noah el hermano mayor.
Cabe recordar que los vampiros crecemos como los humanos, pero cuando llegamos a los 20 años, dejamos de envejecer, es cuando llegamos a nuestra madurez.—¡Sorpresa! —grita mi hermano en el momento en el que entré al departamento.
Mi hermano me había hecho una fiesta sorpresa, cosa que me partía el alma ya que llevaba haciendo eso desde hace 7 años.
Noah corre hacia mi y me abraza con fuerza mientras me alzaba del suelo unos cuantos centímetros, toda la gente gritaba y aplaudía. Mi hermano me deja sobre el suelo dejando que las demás personas se acercaran a abrazarme, y entonces, llegó Peter Barners —estatura alta, músculos bien definidos, ojos color miel, cabello negro, pecas que adornaban sus pómulos y el puente de su nariz, su color de piel era bronceado por tanto jugar soccer—.
Peter es el mejor amigo de Noah, el mejor amigo del chico popular, el mejor amigo de mi hermano. Peter Barners es el humano más sexy que he conocido en mi larga vida.
—Feliz cumpleaños Adri —me dice Peter mientras me da un cálido y fuerte abrazo.
—Sabes que no me gusta que me llamen así —le regresé el abrazo—. Nada de diminutivos.
—Lo siento Adri —me dice y al ver que lo miré mal suelta una carcajada para después decir—: Adrienne, Adrienne, lo siento.
—Vamos a disfrutar la fiesta chicos —dice Noah mientras pasa por toda la gente hacia la pista de baile.
Peter y yo lo seguimos hasta la pista de baile, comenzamos a bailar y a beber como si no hubiese un mañana.
Aproximadamente a las 3:30 de la madrugada, el último invitado se fue de nuestro departamento, Peter como es el mejor amigo de mi hermano se quedó a dormir cosa que a mi me encantaba ya que lo podía ver dormir.
Era un poco doloroso tenerlo cerca ya que es un amor imposible; él va a envejecer y yo permanece igual de joven a pasar de los años, y si tuviera una oportunidad, no se podría ya que Noah y yo nos mudamos cada dos años para que así los perfeccionistas no sospechen donde estamos y sea más difícil encontrarnos.
Sin duda alguna, una vida de fugitivos y todo por mi culpa, por culpa de mi maldito poder es que mis padres murieran, es el culpable de que Noah y yo huyamos sin saber que nos espera el día de mañana.
Subo a mi habitación y me siento al borde del marco de la ventana y observo las luces que iluminan la ciudad de New York.
El sonido de la madera siendo golpeada interrumpe mis pensamientos, escucho la voz de Noah pidiendo permiso para entrar a lo cual yo asentí con la cabeza para volver a posar mi vista hacia el exterior de mi habitación.
—¿En qué piensas hermana? —pregunta Noah mientras se recarga en la pared.
—En lo que pueda suceder el día de mañana, eso pienso —dije aún con la vista fijada en el exterior.
—Ya han pasado siete años y aún no nos encuentran. Puedes estar tranquila Adrienne, ellos no te harán nada mientras yo esté con vida.
—Ese es el problema Noah —fije mi vista en sus ojos color aceituna—, que tú me proteges ante todo, pero lo que no quiero es perderte, no quiero que alguien que amo vuelva a morir por mi culpa.
Perdí a mis padres y eso me dolió demasiado, después a mis abuelos y eso me destrozó el alma, pero si muriese Noah, no sé qué haría, el es todo lo que tengo, el ha estado conmigo siempre, es mi hermano, mi mejor amigo, y perderlo... Perderlo sería un gran dolor que probablemente me llevaría al suicidio, porque sin él, no soy nadie.
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Adrienne
ParanormalAdrienne, una vampiro que nació con un poder único en el mundo haciéndola alguien muy poderosa, por esta razón sus padres tuvieron que sacrificarse para salvarla ya que está siendo buscada para ser asesinada por los líderes de su mundo. Ellos tienen...