Capítulo XL

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Baje las escaleras y lo primero que vi al bajar fue a Abrecht tomando por el cuello de la camisa a Peter, con velocidad sobre-humana corrí hacia donde estaban e hice que lo soltara.

—¿¡Qué te pasa!? —le grite a Abrecht.

En respuesta solo bajo la mirada.

—¿Y tú? —me gire hacia Peter—. No te puedo dejar cinco minutos con un vampiro porque ya te quieren asesinar.

—Ya estoy acostumbrado —dijo en voz baja, pero no lo suficiente ya que lo pude escuchar perfectamente.

—¿Acostumbrado a qué? ¿A que cada cinco minutos te este salvando? ¿A convivir con vampiros?

Para este punto todas mis emociones se habían juntado, estaba cansada por el viaje, estaba preocupada por lo que podría pasar, estaba estresada por pensar en como demonios sobrevivir, en como derrotar a los perfeccionistas.

—No sería necesario que me salves cada cinco minutos si no me hubieses arrastrado contigo —dijo Peter en modo de reproche—. Por tu maldita culpa no vi a mi madre por meses, por tu culpa perdí meses de curso, por tu culpa perdí mi oportunidad de unirme a uno de los mejores equipos de soccer, por tu culpa perdí meses de vida, por tu culpa casi muero.

Y entonces, exploté.

—No fue mi culpa, Noah y yo claramente te dijimos que te alejaras, que huyeras, pero decidiste ver todo el espectáculo que pasó con el vampiro, fuiste tú él que nos siguió como perro, nadie te arrastro a todo esto —dije molesta.

—Por tu culpa perdí demasiadas cosas —susurro a centimetros de mi cara.

—No creas que tú fuiste el único que perdió algo, yo perdí a Valeria, ¡a mi mejor amiga! ¡La única que no me vio como un mounstro como lo hiciste tú! Ella estaba esperando un bebé de mi hermano, ella se iba a convertir en vampiro para estar con mi hermano y su bebé, ella si sabe lo que es amor.

—¿Qué me quieres decir? ¿Qué yo no te amo? ¿Qué yo no te amé? —preguntó Peter con indignación.

—A este punto creo que no, solo me reprochas las cosas, me culpas de todo lo que pasó, y si, yo si tengo el valor para aceptar las cosas, por una parte fue mi culpa por arrastrarte a todo esto, pero todo inicio por tu culpa, porque no conoces la palabra "no".

Peter sonrío con ironia, acarició suavemente su mandibula mientras  respiraba agitado.

—Ah, por cierto, ya que estamos diciendo "verdades" —hice comillas con mis dedos— por tu culpa casi muere mi hermano, tu mejor amigo, si no estuviese ocupada salvando tu trasero mi hermano no hubiera estado a punto de morir.

Desvió la mirada y se quedó completamente callado.

Al cabo de unos minutos de silencio y al ver que Peter no decía absolutamente nada, decidí hablar:

—Por favor vete —señale la puerta—. Vete antes de que explote.

—Adrienne lo siento, no quise...

—¡Vete! —grite y de mi mano salieron picos de hielos disparados hacia la puerta de madera.

Tanto Abrecht como Peter saltaron de sorpresa, sinceramente yo también me sorprendí porque no quise usar mi poder y bueno, solo pasó.

Peter suspiró, camino hacia la puerta y la abrió.

—Adrienne... 

—Por favor Peter, vete —susurrre.

Peter salió de la casa y a su vez cerró la puerta, la casa quedó en total silencio, Abrecht no emitió ni una palabra, ni un solo sonido, por mi parte solo subí las escaleras y me encerré en la habitación que se encontraba a un lado de la habitación de Noah.

AdrienneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora