Capítulo L

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Caminé de regreso por el pasillo donde había pasado hace unos minutos, pero me detuve en la ventana para poder ver a los sobrevivientes del ataque,ellos bailaban y jugaban alrededor de la fogata.

«Todo es mi culpa».

Un gran estruendo hizo que saliera de mis pensamientos, venía de la sala de estar donde se encontraba Abrecht, Peter y miembros de la manada. Con mi velocidad sobrehumana corrí hasta encontrarme con un desastre en el lugar.

—¿Qué pasó? —pregunte mientras veía el lugar destrozado—. ¿Y Peter?

—Aún no es capaz de controlar su instinto —dijo Abrecht—. Salió corriendo, no sé dónde está.

Salí de la casa y comencé a seguir el rastro de olor que había dejado Peter para poder encontrarlo. Al encontrar su rastro de olor lo seguí hasta que me llevo a una montaña rodeada de árboles.

—¿Peter? —pregunté cuando vi una silueta humana.

—Vete —susurro—, no quiero hacerte daño.

Sonreí ante su comentario.

—No me harás daño —dije caminando hacia él—. ¿Qué sucedió?

—Josué, un miembro de la manada se cortó y la necesidad de sangre se apoderó de mí —comenzó a decir en un hilo de voz—, me abalancé sobre de él y en respuesta me lanzó hacia la pared, yo aún con mi necesidad de sangre corrí hacia él, pero Abrecht me golpeo contra la mesa haciéndome regresar a la realidad.

—No fue tu culpa —dije para poder tranquilizarlo—, es tu instinto, no te puedes negar a el, y mucho menos ahora que eres un vampiro recién creado.

—No quiero hacerle daño a nadie —se dio la media vuelta dejando a la vista su rostro empapado por las lágrimas—. Soy un monstruo.

—Somos monstruos —corregí—. Tienes que acostumbrarte a tu nueva vida, tienes que controlar tus instintos.

—¡No quiero esta vida! —gritó y un rayo cayó cerca de nosotros.

«¿Pero que...?».

—¿Qué fue eso? —preguntó Peter.

—No lo sé —susurre soprendida.

«¿Será que...?».

Me acerqué a Peter y le di una bofetada, él me miro asombrado por mi acción. Mi intención era averiguar si ese era su poder así que decidí darle un par de bofetadas más.

—¡Adrienne! ¡Para! —tomo mis manos—. ¿Qué haces?

Lo empuje haciendo que cayera sobre la tierra y otro rayo cayó cerca de nosotros.

—¿Qué está pasando? —preguntó Peter asustado.

—Creo que es tu poder —dije—. Creo que controlas el clima o algo así.

Peter me miro asombrado desde el suelo, me miraba como si estuviese loca.

—Tranquilo, lo averiguaremos.

Me acerque a él y lo patee haciendo que se alejara unos cuantos metros de mi, Peter se levanto y corrio hacia mi, en un movimiento rápido esquive su ataque, y en su lugar le di una patada en la espalda haciendo que cayera al suelo.

—Esta pelea tiene dos fines —dije mientras veía a Peter en el suelo—, aprenderás a pelear y sabremos si ese es tu poder.

Corrí hacia él para poder golpearlo pero Peter esquivo mi ataque rápidamente.

—Vaya, controlas muy bien tu velocidad —dije feliz y asombrada a la vez.

—Es difícil —dijo Peter mirando sus pies—, pero...

AdrienneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora