Capítulo 24

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Al día siguiente, en la noche, Christoph es activado a una misión y tiene que ir en avión hasta un lugar y luego continuar en tren hasta el Frente Oriental en Polonia, para llevar soldados, municiones, armas, vehículos y tanques, a una ciudad.

Dos días después, van de camino en el tren, teniendo día y medio de viaje.

Es temprano en la mañana, Christoph y Diana está en el camarote del tren teniendo sexo. Él la tiene recostada de frente al cristal de la ventana mientras le hace sexo anal. Ella no para de gemir mientras mira el exterior y van pasando por distintos lugares. Él también está gimiendo.
Diana ríe nerviosa al percatarse de algo.

—Creo que nos han visto unas cuantas personas

—Que miren, eso me calienta más —Le da una nalgada—

Luego Christoph la voltea, le alza una pierna y la vuelve a penetrar. Ambos se besa mientras él la embiste duro.

Después se pone de rodillas y aun con la pierna alzada le hace sexo oral. Diana gime y lo agarra del cabello.
De momento sienten que el tren frena lentamente, ella se sostiene del marco de la ventana y él se aguanta de una pequeña mesa donde ella está recostada.

—Llegamos

—No pares

Christoph se levanta, se acuesta a medias en el sillón del camarote, recostándose del tren. Ella se sienta sobre sus piernas y le da varios sentones. Christoph se excita mucho al verle sus senos brincar. Él gime, la agarra de la cadera y entre los movimientos de ella, también la embiste. Diana siente mucho placer, gime y se sostiene poniendo su mano en el cristal de la ventana, manchándolo con su calor. 

En el exterior ella ve a soldados ya saliendo del tren. De momento tocan a la puerta del camarote varias veces.

—¡Estoy ocupado!

Los dos siguen teniendo sexo y no para de gritar y gemir. Ella contrae su cuerpo y él termina adentro.

Ambos se miran y ríen al verse despeinados y sudados. Luego se besan y Diana se queda recostada sobre Christoph mientras él se quita el preservativo y lo arroja a un lado. Luego le acaricia al espalda.

—Tengo unas tremendas ganas de terminar dentro de ti, sin protección

Diana ríe, lo mira a los ojos y lo besa.

Como es una parada corta, Christoph se viste rápidamente para recoger algunas cosas y que más soldados suban al tren.

Al acabar, él se regresa al camarote con Diana, y el tren continúa su trayecto.

Ya en la tarde, luego de Christoph y Diana tomar una siesta juntos, él despierta al escuchar que está lloviendo fuertemente. Él se levanta y ve a Diana dormida. Levanta la sábana y sonríe al verla desnuda, y le acaricia el cuerpo, desde los glúteos hasta la espalda. Le da un beso cerca de la nuca y la vuelve a arropar. Luego se levanta y se coloca el pantaloncillo y busca su uniforme.

Christoph está bajo un fuerte aguacero inspeccionando, junto con varios soldados, que los tanques y vehículos estén bien amarrados y cubiertos.

Es tan fuerte el viento que le tira hacia atrás la capucha de la capa, y la lluvia es tan intensa que ha traspasado la capa y su ropa se ha mojado. Al terminar se regresa al vagón, mientras camina por el pasillo, sacudiéndose el cabello mojado, ve un grupo de soldados reunidos y escucha a Diana hablando.

—Mientras caminaba por la cubierta del USS Pennsylvania, se escuchaba un sonido fuerte, como de muchas hélices, que cada vez se acercaba más. No le di importancia pensando que era parte de los entrenamientos aéreos, pero una fuerte explosión hizo retumbar todo el puerto de Pearl Harbor... Cuando nos volteamos a ver vimos cientos de aviones llegar y comenzar a disparar a todo lo que veían... Mi esposo y yo logramos escapar, tratamos de huir en auto, pero fue imposible... Había un caos total, heridos, muertos, bombas, disparos. Así que los dos estuvimos huyendo, tratando de esquivar todo y salir con vida... Como pude regresé al dispensario médico en Hickam y allí el caos fue aún peor. Estaban llegando todos los heridos buscando ayuda médica... Nunca en mi vida había tenido una experiencia así. Fue tanta la ansiedad y el estrés que llegué a un punto que sentía que me iba a desmayar... Los días posteriores fueron muy fuertes para nosotros, ya que cada vez veíamos la cifra de fallecidos subir y subir

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora