Nate no ha parado de llorar, pero regresa al lugar donde estaba. Que es una habitación en las barracas que eran de los oficiales, la única que aún queda en condiciones, ya que las demás se dañaron con el bombardeo y con el pasar de los años.
Él patea todas las botellas vacías y se sienta en el suelo luego de agarrar otra cerveza.
Pasa el resto del día bebiendo. Al quedarse sin nada que tomar, se va para ir al baño, pero el mareo por la borrachera es tan fuerte que tambalea. Se da un tropezón y cae cerca de una puerta. Ve que tiene escrito "Capitán", así que decide entrar.
La habitación está desordenada, con muchas cosas en el suelo y parcialmente rota en el techo y paredes.
—Que chiquero tienes aquí, Capitán... Más vale que limpies todo antes de que regrese —Ríe y sigue dando tumbos mientras trata de sostenerse de la base de una antigua cama—
Sigue caminando por la habitación buscando una esquina donde orinar, cuando se tropieza nuevamente, pero en esta ocasión se golpea contra una pared.
Nate ríe y trata de levantarse apoyándose del mismo lugar donde se golpeó, pero al hacer fuerza se desprende un pedazo de la pared. Varias botellas viejas y vacías de alcohol caen al suelo. Nate vuelve a reír.
—Ya descubrí tu secretito, Capitán
Mientras aparta botellas ve una caja antigua de metal en el suelo. Él la toma y siente que en su interior hay algo, al tener un poco de peso. Por fuera está lleno de moho, lo abre con cuidado de no cortarse y en el interior ve varios papeles amarrados, los intenta abrir, pero ya están tan dañados que algunos se rompen. Los que están más al interior, son los únicos que puede leer con claridad, pero sin lograr ver a quien está dirigido la carta. Nate lee en voz alta lo que dice.
—Te extraño muchísimo, mi eterno amor. No veo llegar el día en el que podamos estar juntos de nuevo. Eres la mujer más maravillosa que he conocido en mi vida y no dejo de pensar en ti en todo momento... Deseo tanto volverte a ver, y sentirte como en aquella noche, pero en esta ocasión anhelo unir nuestros cuerpos y que sean uno solo
Nate pasa a otra carta, pero solo logra leer la segunda página. Vuelve a leer en voz alta.
—Lamento tanto todo lo que sufriste antes de poder estar juntos. Lamento todas las lágrimas que derramaste en silencio y no ser yo tu consuelo, ni quien te protegiera, cuando lo necesitabas. Perdón por haber sido tan cobarde y no haberte defendido cuando pude... Pero lo que si nunca me he arrepentido es de haberte conocido y haberte elegido como mi novia... Aunque haya sido un poco tarde para ti, tu llegaste temprano para iluminar mi vida cuando pensé que yo no le importaba a nadie... Tú has sido mi luz, mi luna y mi todo. Yo solo quiero seguir contigo el resto de mis días... Nunca olvides lo mucho que te amo y de lo feliz que haces sentir mi corazón... Le agradezco a Dios y a todo lo que haya más allá de lo que nuestros ojos pueden ver, por haberte puesto en mi camino. Tú me cambiaste la vida y me has hecho el hombre más feliz de este mundo. Con el solo hecho de saber que me amas, me dan ganas de sonreír y vivir. Mis días tienen sentido porque tu existes y me complementas... Cada mañana despierto sabiendo que al otro lado del mundo hay una mujer que amo. Gracias por tu apoyo a pesar de la distancia. Gracias por amarme tal y como soy... Tu voz es la melodía de mi vida y tu sonrisa la luz que guía mis pasos. Te amé, te amo y te amaré por siempre, amada mía... Por mil años junto a ti y por una eternidad amándonos
Nate termina de leer y se percata que detrás de las cartas hay una foto pegada. Trata de despegarla, pero una parte se desprende. Solo ve una pareja, de un soldado y una enfermera, pero no logra ver sus rostros ya que la foto se ha dañado con los años. Dentro de la caja ve un anillo de plata de mujer.

ESTÁS LEYENDO
Warrior Love
Storie d'amoreCuatro diarios y cinco historias que se unen durante la Segunda Guerra Mundial. Diana, una enfermera; Thomas y Raynald, dos pilotos estadounidenses; Christoph y Hans, dos Oficiales alemanes de la SS; viven experiencias que cambian sus vidas y la de...