Capítulo 59

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El niño se le queda mirando fijamente. Ray se siente un poco incómodo, pero también lo mira. Sonríe al notar un brillo especial en sus grandes ojos azules.

Ray le hace una mueca y el niño ríe, de vuelta él también le hace una mueca. Ray hace algunos movimientos y el niño los imita. Ambos ríen. El niño se le acerca más y lo mira a la cara. Comienza a señalar.

—Auge... Nase... Mund

—Sehr gut

Luego toca su barba, pero no le sale la palabra.

—Bart

—Bart —Mueve su mano— Hand

Ray le muestra su mano y ambos la juntan. El niño sonríe. Luego se agarra el cabello y le hace una mueca a Ray.

—Haar

Ambos ríen. El niño se recuesta sobre el pecho de Ray. Él se sorprende y lo escucha contar.

—Eins, zwie, drei... Eins... Zwie... Drei... Vier... Fünf

En ese momento Ray vuelve a escuchar gemidos, pero ahora escucha la cama moverse con fuerza. Él le tapa el otro oído al niño para que no escuche y siga tratando de contar los latidos del corazón.

Al ellos terminar Ray aparta la mano. El niño le señala varias veces el pecho.

—Herzschlag

—Wie viele haben Sie gehört?

—Ich weiß es nicht

Ambos ríen.

—Wie schlau du bist —Ray siente ternura y lo abraza fuertemente—

A los minutos abren la puerta rota. El niño se emociona.

—Mama —Se aparta de Ray y corre donde su madre—

Ray ve a Jäger salir solo con el pantalón e ir a la cocina. Allá también va la mujer. Ella se le acerca para abrazarlo, pero él la aparta.

Luego Jäger sale y se acerca donde Ray. Le lanza una manzana y la atrapa.

—Al menos come algo —Se sienta en el sofá—

Ambos ven al niño corretear por la sala hasta la cocina. Jäger come, igual Ray.

—Te iba a aconsejar que no te casaras, pero creo que es un poco tarde —Ríe— Lo mejor es la vida de soltero... Aquí vengo cuando quiero, Elżbieta y yo tenemos sexo el tiempo que queramos y luego cada uno por su lado... De mi parte sin sentimientos de por medio y si quiero estar con otra mujer, no tengo remordimiento —Muerde la manzana y habla con la boca llena— Si yo fuera tú, le pagaría a Diana con la misma moneda... Yo me cogería a otra mujer o a varias

—Pero yo no soy tu... No puedo serle infiel a Diana con nadie

—Pero si ella lo es contigo... Definitivamente Thomas y tu son amigos... Igual de pendejos —Ríe y luego se le queda mirando al recordar algo— Ya había olvidado que Thomas y Diana fueron novios en Hawaii. Él me lo contó... Luego ella se casó contigo y ahora está con Schneider... Diana sí que come gourmet —Ríe— Si en otra vida soy mujer, quisiera tener la mitad de su suerte —Sigue comiendo—

Ray solo ha podido dar pequeños mordiscos, ya que siente náuseas.

—Schneider es un hombre muy apuesto, de seguro usó sus encantos e hizo que le abriera las patas sin mucho esfuerzo... Admito que también he fornicado con ella

—¿Qué? —Ray lo mira con coraje y sorpresa—

—Te juro que ha sido solo mental... El perro rabioso y celoso de Schneider no me deja acercarme a ella, ni a un metro de distancia... Bueno, admito que a veces le he halado el cuello al ganso pensando en ella —Ríe y mueve la mano como si se estuviera masturbando—

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora