Capítulo 38

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Unos días después están en la estación del tren. El Capitán Jäger va servir como escolta al Sturmbannführer Wagner. Van a transportar unos prisioneros hasta Dachau para realizar trabajos forzados en el campo de concentración.

A Thomas lo hacen subir a un vagón junto a un grupo de prisioneros. Todos se le quedan viendo al tener el uniforme alemán. Unos lo miran con miedo, unos confundidos y otros lo miran con lástima. Thomas se queda sentado en una esquina aun sintiendo dolor en su cuerpo, por los golpes que recibió hace unos días.

Al llegar los bajan a todos en fila y los hacen caminar hasta dentro del campamento de concentración. Thomas ve que en el portón de entrada está escrito: Arbeit Macht Frei. Rápido al entrar los dividen entre hombres y mujeres para quitarles las pertenencias.

Al terminar les obligan a caminar hasta las barracas. Thomas está escoltando a Jäger y Wagner junto con otros soldados. Ve como ambos interactúan con mucha confianza, por primera vez ve a Jäger reír como una persona normal. Thomas nota como él no deja de pedirle algo a Wagner, este se niega varias veces, pero por la insistencia al final acepta. Ve a Jäger sonreír mientras le da unas palmadas en el brazo. Thomas se siente confundido al ver a Jäger con tanta confianza con Wagner.

De pronto del bolsillo de uno de los prisioneros se le cae un pedazo de pan. Jäger se detiene y todos paran de caminar.

—Wo hast du es her?

—Ich hatte es schon... Tut mir Leid —Lo dice con la voz temblorosa evitando mirarlo a la cara—

—Bist du hungrig?

El hombre asiente con la cabeza. Jäger lo agarra por la cabeza y lo tira al suelo. Él pide clemencia.

—Ich werde deinen Hunger wegnehmen —Saca su daga—

Thomas ve como Wagner desvía la mirada al saber lo que está por ocurrir. Frederick y Klaus con sus pies le pisan los brazos para inmovilizarlo. El hombre sigue pidiendo clemencia.

Jäger comienza a pasar con un poco de fuerza el filo de la daga desde la boca, el cuello, el pecho hasta el abdomen sobre su uniforme. El hombre grita y llora de dolor ya que lo ha cortado bastante y está sangrando. Los demás prisioneros están asustados. Jäger ríe y sin pensarlo lo apuñala en el abdomen y hala hasta abajo abriendo su piel, exponiendo sus intestinos. El hombre grita y se desmaya del dolor. Todos los prisioneros lloran al verlo desangrarse rápidamente y morir. Thomas ve a Wagner fruncir el ceño.

—Er hat keinen Hunger mehr —Jäger ríe al igual que sus soldados. Limpia la daga con la ropa del hombre y sigue caminando—

Thomas aprieta sus puños con fuerza y controla la ira que siente. Wagner se le queda viendo.

—¿Tu eres el informante americano?

—Si

—Has cambiado mucho desde la última vez que te vi... Ya no veo aquel miedo reflejado en tus ojos, solo veo odio... y mucho —Wagner sigue caminando—

Thomas se queda pensativo.

Durante el día, luego de llevar a los prisioneros a las áreas que les corresponden, van a hacer la ejecución de varios soldados que habían intentado desertar y unos prisioneros que habían tratado de escapar. Thomas nuevamente acompaña a Jäger para ser testigos. Colocan a los soldados desertores y los prisioneros en fila, los hacen subir a un banquillo donde le colocan una soga al cuello. Luego de estar preparados les patean los banquillos para que se ahorquen. Thomas ve como Jäger sonríe y disfruta lo ocurrido.

En esa misma noche todos los soldados alemanes están festejando la despedida de año en el campo de concentración. Beben, fuman, comen y bailan.

Thomas se ha quedado dormido en una esquina en el suelo. Está teniendo una pesadilla.

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora