Capítulo 101

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Es el sábado, luego de Nate hacer ejercidos está duchándose para salir. Hannah se mete a la ducha y lo abraza a sus espaldas.

—Veo que quieres ahorrar agua —Nate ríe—

—Tengo que aprovechar cada momento que tengo para estar contigo —Le da varios besos en la espalda— Hoy me gustaría ir de nuevo al Central Park

—Claro que podemos ir... Como quiera tenía pensado llevar a Sebastián por esa zona, ya que tiene que comprar unas cosas para la escuela

—Bien, yo también tengo que comprar cosas... Necesito más vestidos para lucir espectacular durante los eventos

—Pongas lo que te pongas, siempre lucirás espectacular

Hannah se para frente a él, agarra el jabón y lo pasa por su cuerpo. Luego lo acaricia abajo.

—No me tientes, no quiero llegar tarde para buscar a mi hijo

—Solo es para dejarte con ganas —Ella se gira y se ducha—

Nate la mira de arriba para abajo, ve como su cabello mojado cae sobre su espalda y el agua recorre todo su cuerpo. Él mira los tatuajes que ella tiene en su espalda baja. Se le acerca, pega su cuerpo con el de ella, la agarra de la cadera y la roza lentamente por detrás.

—Yo puedo ser quien te deje con las ganas

Hannah ríe. Nate le besa el cuello, mientras pasa su mano por sus senos hasta bajar a su parte íntima, allí la estimula con sus dedos.

—Unos minutos tarde no pasa nada —Le sigue besando el cuello—

Hannah jadea, con una mano lo agarra del cabello y con la otra sostiene su mano mientras él la sigue estimulando.

Una hora después, Nate está subiendo a solas por el ascensor del edificio donde vive su hijo. Al subir, sale rápidamente y corre hasta el departamento. Toca la puerta varias veces. La mamá de su hijo abre.

—Hola Mia, perdón por llegar tarde

—No te preocupes, como quiera él está jugando, ni cuenta se ha dado de la hora

Nate entra y va hasta la habitación de su hijo. Allí lo ve jugando en su computadora.

—Sebas

El hijo no le contesta al tener audífonos puestos. Nate se le acerca y se lo quita. Su hijo se voltea asustado.

—¡Papá!... No te escuché

—Vámonos

—Déjame terminar la partida, ya queda poco —Sigue jugando—

Nate se le queda mirando fijamente, Sebastián lo mira de reojo, se pone nervioso y pierde a propósito.

—Ya me mataron —Se levanta y apaga su computadora—

—¿Tienes tus cosas?

—Solo llevaré mi celular y la gorra

Los dos salen de la habitación. Mia lo espera en la sala.

—Recuerda que Sebas está a dieta... Abuelo Hans le dijo la última vez que vino, que él está en sobrepeso... Así que nada de golosinas y comidas en exceso

—No mamá —Sebastián se enoja levemente—

Nate lo mira y ríe en voz baja. Luego los dos se paran en la puerta. Mia le habla a Nate.

—¿Cuándo regresas a Londres?

—No sé, en dos semanas como mucho... Eso depende de cuanto se tarde el trabajo que estoy haciendo

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora