Capítulo 10

148 9 18
                                    

Después de Christoph y Diana llegar a Berlín, van a hospital para llevarles suministros, ya que allí tienen al General hospitalizado.

Todos están en el exterior cargando unas cajas cuando se escuchan disparos y algunas balas rebotan en los autos. Los soldados se ponen alertas y sacan sus armas. Christoph cubre a Diana poniéndola detrás de él para protegerla con su cuerpo, ella prepara su rifle. En ese momento Christoph recibe dos disparos, uno en el hombro y otro en el pecho, él cae al suelo. Diana se queda paralizada y con su rostro ensangrentado.

Comienzan a recibir disparos de diferentes partes, los soldados de la Waffen SS repelen el ataque. Diana se tira al suelo para cubrirse de las balas y hacer presión en la herida, está nerviosa. Christoph se queja de dolor y tose un poco de sangre.

—Hilfe! —Diana les grita a los soldados. Luego mira a Christoph para calmarlo— Resiste, todo va a estar bien

Josef y otro soldado más se acercan corriendo.

—Ins Krankenhaus!... Sofort!

Ambos lo agarran en brazos y lo cargan hasta dentro del hospital. Al entrar ven el lugar atestado de civiles y soldados heridos en los pasillos. Diana va hasta una enfermera que lleva varias cosas en sus manos.

—Es ist verletzt

—Alle Ärzte sind beschäftigt

—Ist ein Offizier... Er kann sterben

—Tut mir leid —La enfermera se va corriendo—

Diana se desespera mientras se agarra el brazalete medico de su brazo izquierdo. En ese momento ve una sala vacía y ordena a los soldados meterlo ahí. Lo acuestan en la camilla.

Christoph se sigue quejando de dolor y se pone ansioso haciendo que su respiración aumente. Diana busca utensilios médicos y los coloca sobre la mesa. Rápidamente le quita la camisa y expone su torso. Ve que la herida en el hombro tiene entrada y salida, pero la del pecho no, estando la bala aún incrustada. Diana agarra un polvo para evitar infecciones, lo riega en las dos heridas. Con sus manos temblorosas agarra una pinza y la mete en la herida del pecho.

Christoph grita de dolor, trata de moverse, pero Josef y otro soldado lo sostienen. Él tose y escupe sangre. Diana sigue buscando la bala, pero el dolor es tanto que Christoph comienza a perder el conocimiento. Él se queda mirando los ojos de Diana hasta quedarse inconsciente.

A las horas Diana se acerca a Christoph, ya que sigue en la camilla. Le coloca un paño tibio en la frente al tener un poco de fiebre. Ella le alza un poco el vendaje y verifica que el sangrado se haya detenido, luego observa la cicatriz en su abdomen y se queda pensativa, agarra dos jeringas.

En ese momento él despierta, se mira el pecho y ve las vendas, luego ve que de su antebrazo está conectado un suero. Diana sonríe al verlo despertar.

—Me alegro de que haya despertado, eso significa que estás mejorando —Le inyecta por vía intravenosa un medicamento para el dolor—

—Gracias... Me salvaste la vida

—Por qué usted lo hizo primero al protegerme de los disparos —Le inyecta un antibiótico por la misma vía—

—Y lo haría de nuevo... Todas las veces que sean necesarias

Diana se queda pensativa y se toca la cicatriz en su labio inferior izquierdo.

—¿Por qué me salvas?... Yo soy tu enemiga

Christoph sonríe con dificultad.

—¿No es obvio?

Diana se sorprende y se aparta. Suspira y mira hacia otra parte.

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora