Durante las semanas siguientes ella ha demostrado un poco de mejoría, esto le ha permitido tener un poco más de libertad en hacer las cosas sin depender tanto de la medicación. Gustav aprovecha que ha mejorado ánimos y la invita a salir a varios lugares de la ciudad.
Un día reciben la visita de sus amigos. Diana camina por la casa hasta una habitación, al ver la puerta entre abierta, se asoma y ve a Gustav sentado al borde de la cama, leyendo mientras hace pequeñas pausas para orar. Ella entra sin hacer mucho ruido, él al verla sonríe y deja de leer.
—Disculpa que te interrumpa, ya llegaron Jeff y tu hermano
—Lo sé, la risa de Horry se escucha hasta acá
Ambos ríen levemente.
—Ya estaba por acabar
Diana ve que Gustav tiene colgado en su cuello las placas de identificación del ejército. Él se levanta, deja sobre el escritorio el libro que estaba leyendo y se quita las cosas que tenía puestas.
—¿Por que usas tus placas mientras oras?
—Para siempre recordar de donde el Shaddai me salvó —Se quita las placas y las coloca junto a las demás cosas— Sé que no va acorde a lo que uso, pero me gusta siempre llevarlas puestas, es mi manera de honrar a mis compañeros fallecidos
Diana sonríe con tristeza y se sienta al borde de la cama mientras él se cambia de ropa.
—Pensé que ibas a tomar el día para descansar totalmente
—Mis días de reposo, también son para compartir con mis seres queridos... No voy a desaprovechar la oportunidad de estar todos juntos
Diana sonríe y desvía la mirada un poco al verlo quitarse la camisa, aunque él lo hace de espaldas.
Al acabar de cambiarse, Gustav se sienta a su lado.
—Nunca dejaré de sentirme afortunado de haber sobrevivido, solo con un rasguño en mi glúteo
—Eso ni debería contar
—Pues a mi me dolió, hasta sangré y tu te preocupaste por mi
Diana ríe y le muestra su cicatriz en el antebrazo derecho, la de su labio inferior, también baja un poco su camisa y le muestra la del pecho cerca de su corazón y la cicatriz qué tiene detrás de la cabeza.
—Ya, disculpa, a veces olvido que estoy hablando con una veterana, héroe de guerra, y la mismísima Mujer Maravilla encarnada, que luchó contra soviéticos y luego alemanes, estuvo en medio de disparos, bombardeos aéreos y de tanques de guerra
Diana ríe.
—Eres tonto, pero mentiras no son
Gustav ríe y le da un beso en la mejilla.
—Amo cuando me cuentas tus experiencias... Admiro mucho el que hayas podido adaptarte y sobrevivir
—Solo fui una simple enfermera, que quería vivir
—Muy simple no fuiste, y para mi nunca lo has sido... Tu eres una mujer extraordinaria
Diana sonríe levemente sonrojada.
—Mi historia favorita fue aquella batalla en el búnker, donde te diste cuenta de que tenías sentimientos por Christoph
—Ese día fue horrible, a veces desearía olvidar lo que me tocó vivir
—Te entiendo, y créeme que yo en tu lugar también me hubiese sentido igual... Al final, también me enamoraría del Coronel
Ambos ríen a carcajadas. Luego ella suspira y piensa en Christoph. Su semblante cambia un poco, a uno triste.

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Warrior Love
Roman d'amourCuatro diarios y cinco historias que se unen durante la Segunda Guerra Mundial. Diana, una enfermera; Thomas y Raynald, dos pilotos estadounidenses; Christoph y Hans, dos Oficiales alemanes de la SS; viven experiencias que cambian sus vidas y la de...