Capítulo 15

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Llega al aeropuerto en San Francisco, agarra su maleta y camina un poco desanimada. Cuando llega a la puerta de salida ve a sus padres y hermanas muy emocionados al verla.

Sus padres corren hasta ella y la abrazan con fuerzas.

—Mi niña —Su papá llora de alegría y le da un beso en la mejilla—

Sus dos hermanas también la abrazan. Diana está llorando de alegría.

—¡Dios mío, gracias por traerla de vuelta! —Su mamá besa su frente—

—Los extrañé mucho

—No sabes el terror que sentimos pensando que te habíamos perdido para siempre —Su hermana mayor la vuelve a abrazar—

—Del ejército llamaron para decir que venías de regreso y yo fui quien contestó la llamada... Di un grito de alegría que toda la calle se enteró —Eva ríe—

Igual Diana, ella la vuelve a abrazar.

—¿Por qué tardaste tanto en venir?... Hace días que nos dijeron que habías llegado a Estados Unidos

Diana decide no contar nada.

—Estaba ocupada resolviendo unos asuntos

—Vamos de vuelta a casa... Tenemos que celebrar tu regreso

Diana sonríe con tristeza.

Su papá conduce, su madre y hermanas no dejan de estar felices. Diana se mantiene callada y pensativa mientras ve las calles y la gente caminando por la ciudad.

Hacen una parada en el supermercado para comprar unas cosas para la cena. Diana baja del auto y se queda afuera mirando sorprendida al ver el lugar abierto.

De momento el dueño sale y ambos se quedan mirando en silencio.

—¿Diana querida?

—Señor Goldberg

Ambos sonríen y se abrazan fuertemente mientras lloran de alegría.

—Pensé que no te volvería a ver

—Y yo igual, cuando al fin regresé supe que estabas desaparecida

Diana mira para adentro del supermercado.

—¿Y tu esposa?

Goldberg suspira triste y baja la mirada. Toma a Diana de la mano y le pide a su papá Andrew que vigilé el lugar un momento. Ambos suben al segundo piso donde es la casa y él la lleva hasta una habitación. Diana se sorprende al ver a su esposa encamada, con rasgos de haber sufrido una severa desnutrición durante mucho tiempo.

—Hace poco fue cuando ella pudo regresar... Todo este tiempo ambos fuimos prisioneros y lamentablemente de nuestra familia algunos fallecieron y otros están desaparecidos... Yo pude escapar antes, pero ella se quedó por más tiempo, hasta que unos ángeles la ayudaron a escapar cuando iba de camino a su muerte segura

Diana se le acerca con los ojos llorosos. La señora al verla y reconocerla, le sonríe. Ambas se toman de la mano y se quedan en silencio entendiendo todo lo que se quieren decir, pero las palabras no salen. Goldberg pone su mano sobre el hombro de Diana.

—¿Que te pasó?... ¿Por que desapareciste?... Luces tan diferente, qué si no fuera por tu familia, me hubiera tardado en reconocerte

—También fui prisionera de los alemanes

Goldberg y su esposa se sorprenden.

—¿Estuviste en un campo de concentración?

—No, simplemente me obligaron a servir como enfermera o si no me matarían

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora