Warrior Love

Capítulo 94

Al día siguiente, durante la clase de Historia, no deja de mirar al profesor y mirar a sus compañeros. Él sigue incrédulo y al acabar la clase se le acerca.

—Nathaniel, justo tengo algo para ti... De lo que hablamos ayer... Son folletos con resumen de las cosas que creemos y un libro educativo... Mételo en tu mochila y no dejes que nadie lo vea

Nate ve la portada y mete todo rápido en la mochila y se va. Luego lo deja en el casillero de la escuela.

Al regresar a casa, luego de la escuela, aprovecha que su madre no ha llegado de trabajar y decide leer los folletos. Nate se sorprende y se siente confundido con la información, pero decide continuar leyendo.

También va leyendo el libro que le dio el profesor. Nate ha estado sorprendido, pero no ha parado de leer al tener interés.

El viernes, luego de terminar la escuela, Nate se encuentra al profesor por el pasillo hacia la oficina. Ambos se apartan un poco y hablan.

—¿Qué tal la lectura?

—Me ha dado mucho dolor de cabeza

—Es normal, estás rompiendo con esa mentira impuesta por el sistema y has comenzado a abrir tus ojos a la verdadera realidad... ¿Mañana tienes algo que hacer?

—No

El profesor saca un pequeño papel y se lo da a Nate

—Ten, mañana te espero en esta dirección a esta hora... Luego iremos a donde tenemos nuestro grupo... Sé que te gustará

Nate guarda el papel y sonríe levemente.

Sábado en la mañana, luego que su mamá se va a trabajar, Nate sale de su casa llevando una mochila y se va a pies hasta la dirección que le dio el profesor.

Nate lo espera por varios minutos hasta verlo venir en su auto. Él mira a todos lados y sube rápidamente.

—¿Estás nervioso?

—Si, aun sigo sin comprender muchas cosas

—Lo harás poco a poco... Cuando comencé en esto también me sentí como tú, pero al final ha sido lo mejor que he hecho... Todo esto es lo que le da sentido a mi vida

Nate suspira nervioso.

—En nuestro grupo solo hay gente adulta, por el momento... No tengas miedo, no te haremos daño... Y si al final no te interesa continuar, te puedes ir. No pasa nada

Nate se queda mirando hacia afuera y ve que se están apartando del centro de la ciudad.

El profesor y Nate llegan a una casa. Al entrar van hasta el sótano. Allí les esperan cinco hombres.

—Camaradas... Aquí les traigo de quien les estuve hablando en estos días... Él es Nathaniel Jäger, uno de mis alumnos

Nate los saluda con timidez.

—Muestrales lo que me enseñaste aquel día, ¿supongo que lo habrás traído?

Nate saca de su mochila la foto de su abuelo. Los hombres lo miran y ponen cara de duda.

—Eso no es prueba suficiente para decir que eres su nieto... Esto lo puede tener cualquiera

—Ese niño es mi padre —Nate saca otra foto— Es él, también se llama Hans Jäger. Ahora mismo tiene cincuenta y seis años… Y el bebé que tiene en brazos en esta foto, soy yo