Capítulo 17

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Es el quinto aniversario de la muerte de Ray. Diana está con su hijo frente a la tumba. Thomas acompaña a Gretchen hasta el auto.

Ray agarra una flor, le da un beso y la coloca sobre la lápida de su padre. Diana al verlo llora, Ray la abraza para consolarla.

—No llores, mami —Le seca las lágrimas y le da un beso en la mejilla— No estás sola

Thomas regresa por ellos y los tres se van. De camino Ray le pide a Thomas que lo lleve al hombro. Este lo agarra y lo sienta sobre su espalda. Diana al verlos felices sonríe. Ray se gira por un momento y le dice adiós a alguien mientras sonríe feliz. Diana se voltea, pero no ve a nadie.

Al continuar caminando, ella ve entrar al cementerio a un hombre con su esposa e hijo. Diana se imagina a ellos como Ray, su hijo y ella. Esa imagen se le queda en su mente todo el día.

Al regresar a la casa Diana decide irse a solas para distraer la mente. Va al hangar y se sienta en el avión de Thomas.

Recuerda la primera vez que se montó en un avión de combate, en el hangar en Hickam-Pearl Harbor. Ve a Ray sonrojarse mientras le habla a ella y le explica las funciones de su avión.

Thomas entra al hangar y encuentra a Diana sentada en la avioneta. Ella está mirando el panel de control.

—Te puedo enseñar a volar, si quieres

—Cuando estuve en Inglaterra, Ray me enseñó a pilotear cuando daba las rondas por la base aérea... Obviamente lo hacía a escondidas... Varias veces pude planear por mi cuenta hasta aterrizar —Diana suspira triste— Ray siempre creyó en mis capacidades y me apoyaba en todo —Se le entrecorta la voz— Él era demasiado perfecto para este mundo... Ojalá hubiese tenido la oportunidad de vivir más tiempo con él —Ella llora—

Thomas se acerca, sube a la escalerilla y la abraza. Luego él se monta con ella, la sienta sobre sus piernas.

—Sé que no se puede volver a vivir un recuerdo, pero tal vez podemos rehacer uno —Thomas enciende la avioneta—

Conduce hasta llegar al camino y lo usa como pista. Cuando está por despegar coloca las manos de Diana sobre el guía y le ayuda a alzar vuelo.

Mientras van volando Diana llora al recordar todas las veces que voló junto a Ray. Ella mira las manos de Thomas como agarran las suyas con firmeza y delicadeza, mientras sostiene el guía. Sonríe y suspira entre felicidad y tristeza.

En la noche, Diana está en su habitación. Pasa horas pensativa hasta quedarse dormida, comienza a soñar.

*****

Está en un hermoso valle con flores, entre la yerba encuentra un espacio donde ve un soldado en cuclillas abrazando a su hijo Ray, mientras sonríe muy feliz. Él ve a su madre y corre donde ella muy emocionado, la abraza y se va. El soldado se gira frente a Diana.

—¡Ray! —Ella lo dice emocionada, corre hasta él, lo besa y abraza con todas sus fuerzas— Te extraño tanto

—Lo sé mi amor, yo también te extraño... Me hace muy feliz ver lo mucho que ha crecido nuestro hijo

—Es tan parecido a ti —Diana llora— Por favor, regresa

—Quisiera poder hacerlo, pero no puedo... Todo este tiempo he estado a tu lado como te lo prometí... No sabes cuánto me duele verte sufrir por mi

—Yo te necesito —Sigue llorando—

—Me gustaría que al fin puedas ser feliz. Yo no quiero verte llorando toda tu vida. Quiero que disfrutes de nuestro hijo y lo veas crecer. Quiero que te enamores y vuelvas a sonreír por alguien... Tienes que ser fuerte, y sé que lo eres... Por favor, prométeme que lo harás

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora