Capítulo 14

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Llegan a la villa que está abandonada y caminan por la calle principal observando cada casa. A la distancia escuchan más de cerca el intercambio de disparos y bombas entre los británicos y los alemanes.

—Este sería un lugar perfecto por donde huir si se complica la situación y nos persiguen —Ray mira las casas—

—Deberíamos colocar las bombas que tenemos, eso los detendría o mataría

—Bien... Usemos esta calle y esta casa que tenemos al lado... Podemos hacer el paso de las Termopilas para matarlos... Los atraemos hasta aquí y usarlo como trampa sin que tengan salida

Durante el día colocan muchas barreras para que los soldados solo tengan un paso, a la vez que colocan bombas hasta dentro de la casa.

Gustav les muestra la ruta.

—Cuando entren los alemanes tenemos que huir por la ventana de esta habitación —Él entra al igual que los demás— Solo es cuestión de activar la mina, atraerlos para que pasen por aquí. Lo ideal sería que nos vean o nos escuchen huir... Cuando entren, pisan el cable y estalla la bomba, que está conectada a las demás de afuera. Así no habría oportunidad para que huyan por ninguna parte

—El plan está perfecto... Chicos, vayan a descansar. Ya mañana antes que salga el sol nos iremos —Ray se queda pensativo, luego mira a Diana y sonríe—

Todos van preparando la cena. Diana sigue sintiéndose mal.

Luego de cenar Diana sube corriendo hasta un cuarto. Ray se preocupa y sube detrás de ella. Al entrar a la habitación la ve vomitar en el inodoro.

—¿Tu embarazo era la ansiedad que sentías?

Diana dice que si moviendo la cabeza. Se enjuaga la boca en el lavamanos. Luego se gira frente a él

—Aún no lo puedo creer, voy a ser papá —Ray la abraza fuertemente después de acariciar su vientre— Sabía que el brillo que tenías era por algo bueno

Ambos están llorando de felicidad.

—¿Cuánto tiempo crees que llevas?

—Las primeras semanas, aunque todavía no lo puedo asegurar

—Estoy segurísimo de que estás embarazada. Esto ha sido algo que le he pedido mucho a Dios desde que perdimos el primero... Después que te perdí tuve un sueño donde veía un varoncito como de tres años, con el cabello rubio y un poco largo. Estaba sentado en los bancos de una iglesia. Él se me quedó mirando y pude ver su hermoso rostro. Sentí tanta alegría porque al fin era papá... Luego de eso le oraba a Dios que me concediera esa bendición contigo cuando te encontrara. Por eso siempre mantuve mi fe de que aún seguías con vida

—Entonces, si lo estoy... Llevo unos días sintiéndome mareada y con nauseas en la mañana, además del retraso menstrual. Síntomas típicos del embarazo... Dios nos bendijo nuevamente y no tengo dudas de que ahora si lo tendremos

Ray se emociona y contiene las ganas de gritar de alegría tapándose la cara. Vuelve y abraza a Diana.

—Quiero cuidar de ti y del bebé que se está formando —Le acaricia el vientre— Irnos a vivir donde habíamos pensado y ahí criar a nuestro hijo

Ambos aprovechan el momento para ducharse juntos. Diana toca las placas de identificación que Ray tiene colgadas en el cuello, mueve una y ve escondida una cruz, ella sonríe. Ray le da un beso en la mano mientras la mira a los ojos. Él le da pequeños besos en el rostro, sobre unas marcas que ella tiene. Diana sonríe un poco triste, pero Ray le acaricia la mejilla.

Ambos se besan y acarician, se ríen al hacerse cosquillas. Luego juntan sus cuerpos y se rozan. Diana baja su mano y lo estimula, Ray suspira fuerte. Ella se arrodilla frente a él y Ray comienza a jadear, mientras le sostiene con suavidad el cabello.

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora