Al segundo día, 7 de diciembre, temprano en la mañana, Thomas se levanta para usar el inodoro. Mientras se mira en el espejo del lavamanos ve su rostro aún inflamado por los golpes. Recuerda el día cuando salió de su hogar en Texas.
*****
Sus padres intentan detener a Thomas, especialmente su mamá no quiere que se vaya.
—Por favor no lo hagas... Tengo un mal presentimiento, no quiero que te vayas de vuelta y te suceda algo peor —Lo agarra fuertemente de la mano—
Thomas la aparta de mala manera.
—Ya soy un adulto, no tienes que controlarme la vida... Lo que me suceda es porque me tiene que suceder y así será, aunque esté al lado de ustedes... ¡Ya déjenme vivir en paz!
David se enoja.
—Como eres todo un hombre adulto, de ahora en adelante vives por tu cuenta
—Ni falta me hacen —Agarra sus maletas y se monta en el auto—
Su madre se acerca llorando.
—Tommy... Evita cometer los mismos errores, por favor
Thomas le pide al chófer arrancar. Él se queda viendo a sus padres mientras se aleja de su hogar. Cierra los ojos y suspira.
*****
Thomas ríe con impotencia mientras se sigue mirando en el espejo y se toca el rostro.
—Los mismos errores —Sigue riéndose mientras se tira agua en el rostro—
A la distancia escucha una fuerte explosión. Él se voltea y ve a los soldados corriendo hacia el exterior.
Thomas se pone nervioso al escuchar las explosiones acercarse cada vez más.
—¡Sáquenme de aquí! —Busca donde cubrirse—
Unos soldados entran para sacarlo, pero una bomba cae cerca. Matando a los soldados y destrozando todo en el lugar. Thomas se salva al esconderse debajo de la cama.
Al salir ve todo destruido, la reja de la celda está doblada, pero no lo suficiente para salir. Comienza a gritar pidiendo ayuda.
Está varios minutos gritando, pero nadie viene. Sólo escucha las bombas y los disparos viniendo de cientos de aviones.
Las explosiones hacen retumbar el lugar, pedazos del techo caen sobre él. Thomas está ansioso y sigue gritando.
De pronto alguien entra para ayudarlo, ve que es Ray. Luego de buscar las llaves lo saca del lugar.
Thomas al salir ve casi todo destruido y se sorprende al reconocer el emblema de los aviones que les están atacando. Ray y él deciden correr hacia las barracas para buscar a sus compañeros.
Durante el camino corren esquivando las balas y las bombas. Cuando llegan al edificio se sorprenden al ver todo destruido. De pronto escuchan a alguien llamarlos y hacerles señas. Ambos corren hasta una pila de sacos de arena y encuentran escondidos a Jeff, Roy, Gustav, Horace, John y Erik.
—¡Chicos!... ¡¿Están todos bien?! —Thomas pregunta agitado—
—Al menos pudimos escapar, los demás compañeros no lo lograron
—¿Por qué los japoneses nos atacan?
Todos se mantienen callados sin tener una respuesta concreta. Un avión sobrevuela el área y ellos se cubren.
—Hay que irnos inmediatamente, aquí somos un punto fácil... Vamos hasta esa zona y cruzamos al hangar para buscar armas —Ray señala un área que aún no ha sido atacada—
Los ocho salen del lugar y corren a toda prisa hasta un área que está a salvo. Desde allí corren hasta el hangar que está parcialmente destruido. Al entrar rápidamente buscan entre los cajones y sacan armas largas. Agarran municiones y todo lo que puedan usar.
Salen antes que bombardeen el lugar. Buscan otra zona segura y comienzan a disparar tratando de ayudar a los que huyen para que puedan buscar refugio.
Entre todos logran derribar un avión que está sobrevolando a baja altura.
—¡En tu cara! —Horace grita y celebra— ¡Japonés de...!
Son disparados por otro avión y todos se esconden rápidamente.
Luego de un intenso ataque los japoneses se van. Thomas, Ray y los demás llevan soldados heridos hasta el dispensario.
Ya estando allí buscan a Diana para brindar su ayuda a los soldados y personal que está llegando para buscar atención médica. Pasan todo el día sacando cadáveres y ayudando a los heridos.
Al día siguiente un Oficial al ver a Thomas se le acerca.
—Sé que estabas en la cárcel esperando a que se tomara una decisión, por tu caso de agresión... Íbamos a quitarte el rango de Teniente y expulsarte del ejército de manera indefinida, pero por esta situación inesperada y dado que estamos escasos de personal, especialmente pilotos, vamos a anular cualquier decisión siempre y cuando mantengas orden en este lugar... Ve esto como una segunda oportunidad que se te está dando, no la desaproveches
—Entendido
El Oficial se va para continuar su labor. Thomas se queda pensativo y triste.
Unos días después. Thomas y los demás siguen ayudando a recoger los escombros y recuperando los cuerpos de compañeros fallecidos, para que puedan ser identificados y devueltos a sus familiares.
Mientras Thomas y Ray están sacando unos pedazos de madera para ser desechados, ven a Diana acercase a ellos. Ray va donde ella y la lleva a otra zona para hablar. Thomas los sigue sigilosamente y se les acerca lo suficiente para escucharlos mientras se mantiene escondido.
—Te traje de comer... Yo con toda la ansiedad que siento, no puedo ni echarme un bocado y como no quiero que la comida se pierda, pensé en traerla para ti y así verte también
—Gracias —Ray agarra la comida y le da un beso en la mejilla—
Ambos se sientan el borde de una acera. Ray comienza a comer.
—¿Cómo les va?
—Aun seguimos sacando cuerpos de compañeros... Han muerto más de los que imaginamos. De igual manera muchos siguen desaparecidos... Los chicos y yo estamos muy agotados físicamente, pero no nos vamos a detener hasta dar con todos y ver nuevamente este lugar reconstruido como era antes
—Aun sigo sin entender la razón de todo esto y para colmo Alemania nos declara la guerra... Ya no sé qué cosa peor nos puede suceder
—Esto parece una pesadilla
Diana recuesta su cabeza sobre el hombro de Ray.
—Yo también perdí compañeras mientras intentaban llegar al dispensario... Siento que sigo viva por obra divina, porque tal vez algún propósito Dios tiene con mi vida
Ray deja de comer y lo coloca al lado. Agarra el brazo derecho de Diana.
—Nunca olvides de lo que Dios te libró... Estoy seguro de que tienes un propósito muy hermoso y en un futuro lo verás cumplido —Le acaricia la mano—
—Ray... —Diana sonríe y lo abraza, luego comienza a llorar— Todo lo que nos ha sucedido en estos días ha sido tan irreal, especialmente cuando Thomas... —Se le entrecorta la voz—
—No pienses en eso —Le acaricia el rostro, sobre las marcas que aún tiene por el golpe— Sé que todo esto ha sido fuerte para ti, pero lo vas a superar como lo has hecho con muchas cosas en tu vida... Tu vales mucho, no sigas sufriendo por alguien que no vale la pena
Thomas al escuchar esto se entristece y se va.
Al día siguiente siguen con las labores de recogido de escombros y recuperación de cadáveres. Mientras recogen unos pedazos de metal, Thomas habla con Ray.
—Quisiera hablar con Diana
Ray se detiene y lo mira con coraje.
—Ni se te ocurra acercarte
—Lo quiero hacer frente a ti, si es posible
—¡No!... No quiero que te le acerques, aunque yo esté con ella... No quiero que ni la mires al rostro o hables de las estupideces que le tengas que decir... ¿Entendido?
Thomas se mantiene callado y sigue trabajando.
En la noche decide ir a donde Diana vive con sus compañeras. Se esconde entre los arbustos y espera por si ella sale.
A la hora, Diana sale para echar la basura en el contenedor de afuera. Thomas se le acerca haciendo que ella se asuste y pierda el balance con el zafacón. Ella está por gritar para pedir ayuda. Thomas alza las manos.
—Shh, no lo hagas... No voy a hacerte daño
—¿Qué haces aquí? —Ella pregunta con la voz temblorosa—
—Solo vengo a disculparme
—No tengo nada que hablar contigo... Lárgate antes de que comience a gritar y despierte a todos
Thomas llora.
—Yo solo quiero decir que lo lamento... Sé que no me vas a creer, pero de verdad me duele mucho haberte lastimado de esa forma
—Me intentaste matar, ¿y quieres que te perdone?... Dale gracias a Dios que no te denuncié y retiré los cargos, solo por no verte la cara nunca más
Él se entristece. Diana le da la espalda y sigue caminando. Thomas la agarra del brazo derecho, lastimando su herida. Ella grita de dolor. Thomas ve como ella lo mira con terror y él se aparta.
—No fue mi intención, perdón
De pronto la puerta se abre y sale Arla, ella corre hasta Diana y la protege. Otra chica sale y lleva un bate en la mano. Thomas se aparta lentamente mientras camina hacia atrás.
—¿Con que este es el machito que le gusta golpear mujeres?... ¿No te conformas con usarlas como objeto sexual que también las tienes que golpear? —Lo señala con el bate—
Thomas habla con la voz entrecortada.
—Betty... Yo lo lamento, yo no quise lastimar a tu amiga —Mira a Diana llorando mientras Arla la lleva dentro de la casa—
—¡Vete antes que te rompa la cabeza! —Betty alza el bate para golpearlo—
Thomas se asusta, cae al suelo al tropezar con un zafacón, se levanta y sale corriendo rápidamente.
Al día siguiente, durante la tarde, Ray muy molesto se acerca a Thomas. Lo agarra de la camisa y lo lleva a una zona apartada. Lo golpea contra la pared.
—¿Acaso no entiendes cuando te hablo?... Te dije que te alejaras de Diana
—Yo... yo sólo quería hablar con ella y disculparme
—Hablar y disculparte es fácil, pero ¿por qué no te haces responsable de tus acciones y te largas de este lugar?
Thomas se mantiene callado y cabizbajo.
—Además no tienes nada de qué hablar con ella... Y Diana no te quiere ver, ¡entiéndelo!
—¿Por qué de la nada ahora eres tan sobreprotector con Diana?
—Porque decidí cuidar de ella, algo que tú nunca hiciste... Siempre pensabas en ti y no te dabas el tiempo de conocer las cosas que le gustan y las que no, sus miedos y traumas, sus sueños y metas para el futuro. Nunca tomaste en serio el entenderla... ¿Crees que ella no me ha contado todo?... De cómo sutilmente la manipulabas y de la noche a la mañana eras celoso con ella e incluso hasta la obligabas a tener relaciones cuando no quería... Diana por su inmadurez en llevar un noviazgo nunca se percató de esas señales, porque lo veía normal, hasta aquel día que le fuiste infiel sabrá Dios con cuantas mujeres... Ahí ella abrió los ojos y se percató de la clase de basura de hombre que eres... Por eso se alejó de ti, pero tú con tu insistencia y cinismo viniste a maltratarla y casi matarla, solo porque no se fue contigo
Thomas se entristece.
—¿Que tan bajo puedes seguir cayendo?... ¿Crees que nadie en la base sabe de lo que te metes por la nariz?
Thomas se sorprende y mira al suelo.
—Tú lo que estás es enfermo de la cabeza... ¡Busca ayuda y deja de ser tan egoísta! —Ray se va molesto—
Thomas se sienta en el suelo, se agarra la cabeza y llora desconsoladamente.
Pasan los meses, ya es principios de abril del 1942. Thomas ha pasado parte del tiempo a solas, ya que sus compañeros se le acercan solo para asuntos del ejército.
Un día su Escuadrón compuesto de Ray, Jeff, Roy, John y Erik se preparan para zarpar hacia el USS Enterprise, como parte de una misión en el pacífico y servir de ayuda al escuadrón de pilotos bombarderos del Navy.
Thomas está haciendo fila para abordar, cuando ve a Diana con Ray. Los ve abrazarse y ella le da un beso en la boca. Ambos sonríen y se agarran de manos hasta llegar a los demás.
Diana se está despidiendo de todos, excepto de Thomas.
—Cuídense chicos y que regresen con bien, los amo —Diana sonríe—
Todos la abrazan.
—Nosotros también te amamos, Diana —Gustav la abraza y le da un beso en la mejilla—
Horace, John, Erik, Jeff y Roy también se despiden de ella dándole un beso y abrazo. Luego hacen lo mismo con Arla.
Thomas ve como Roy se despide de Arla besándola en la boca con mucho deseo.
—Te amo mi amor, ya luego nos veremos y reponemos el tiempo —Le acaricia el rostro—
—Lo sé y te estaré esperando... Yo también te amo, amor de mi vida —Lo besa y abraza—
Thomas alza la voz para que lo escuchen.
—Vamos soldados, ya es hora de irnos —Thomas agarra su mochila del suelo y se aparta a un lado para que puedan caminar en fila—
Mientras sus compañeros marchan, ve a Ray como suelta con tristeza la mano de Diana.
—Nunca olvides lo mucho que te amo, mi luna —Él sigue caminando mientras la mira—
Diana llora al sentir temor y Arla la abraza para consolarla.
Thomas se queda a lo último, se coloca su sombrero y mira a Diana. Le sonríe con tristeza, pero ella desvía la mirada para irse caminando con Arla. Él se entristece y siente dolor en su corazón. Mientras camina intenta contener las ganas de llorar.
Luego de llegar al USS Enterprise, Thomas reúne a sus compañeros con los pilotos bombarderos del Navy. Todos hacen una fila y se colocan en posición de atención.
—Quiero que en el tiempo en que estemos aquí, hagamos una hermandad y demostremos de lo que somos capaces en los aires... Por meses largos, antes del ataque en Pearl Harbor, mi Escuadrón y yo estuvimos entrenando arduamente para ser los mejores pilotos del ejército. Estamos preparados para volar todo tipo de avión, por eso nos eligieron para ser parte de su escuadrón naval... Mis compañeros y yo estamos dispuestos a servir en cualquier área en que se nos asigne... No sé con seguridad cuando estaremos en un combate real, pero si les pido que se preparen física y mentalmente para todos los tipos de escenarios que posiblemente viviremos en los aires... Quiero que todos den el máximo hasta el último momento de sus vidas y entreguen su corazón por el futuro de nuestra nación... ¡¿Quedó claro?!
—¡Si señor!
—Desde hoy en adelante yo seré su instructor para pulir sus habilidades aéreas y de combate. Estaré bajo el mando de McClusky y Best, así que espero que no me decepcionen y no me hagan quedar mal delante de estos caballeros... Quiero que elijan a un compañero para que usted y él se protejan mutuamente. Ambos serán una unidad en todo momento... Cuando estemos en combates reales las cosas son muy distintas allá arriba y van a necesitar a alguien que vigile sus espaldas... Así quiero que cada uno lo haga con su compañero que vayan a elegir y con todos los demás. Esto será una cadena para que podamos sobrevivir... No quiero pilotos egoístas ni que se crean héroes. Esto no es para competir entre pilotos del Navy y del Air Corps y quien es el mejor... Esto es para demostrar la lealtad que tenemos a nuestra bandera... Quiero pilotos que cuiden a sus compañeros a toda costa, a la vez que defienden a la nación a la que juraron proteger... Pueden retirarse
Los soldados se van al igual que sus compañeros.
Durante la noche Thomas ve a sus compañeros compartiendo juntos en el comedor mientras él está a solas leyendo unos documentos. Decide levantarse y se acerca para también compartir, pero al ellos verlo se callan y lo miran seriamente.
—Disculpen, no quise interrumpir
Gustav se levanta y lo mira fijamente.
—Thomas... Lamento que sea yo quien tenga que decir esto, pero no nos sentimos cómodos con tu presencia desde lo ocurrido en diciembre con Diana... Todos estamos muy decepcionados de ti porque nunca imaginamos de lo que serías capaz... Y un hombre que agrede a una mujer, no puede ser nuestro amigo
Thomas se sorprende y se entristece. Mira a cada compañero y los ve con sus ceños fruncidos.
—Sé que en un pasado por nuestra inmadurez te apoyamos en muchas cosas erróneas, principalmente cuando te acostabas con mujeres solo por placer... Pero ya no... Sé que en parte es nuestra culpa porque debimos haberte aconsejado y que evitaras esa vida de desenfreno que tenías, pero aun así sigue siendo tu responsabilidad, porque eres una persona adulta... Los traumas que tengas del pasado no son razón para actuar como lo estuviste haciendo
—El día que busques ayuda psicológica y veamos un verdadero cambio en ti, entonces puedes ser nuevamente nuestro amigo —Erik se levanta— Mientras sigas con lo mismo, no vamos a ser cómplices de tus actos
—Así que por el momento no queremos que estés a nuestro lado, siempre y cuando no sean asuntos del ejército
Horace, John, Jeff y Roy se levantan. Todos se van del lugar. Ray se le queda mirando, se levanta y también se va. Thomas está muy triste y se regresa a su camarote.
Unos días después, 12 de abril, Thomas, Ray y otros soldados son elegidos para servir como escolta aérea de un grupo de pilotos que van en bombarderos hacia Tokio, como parte del primer contraataque aéreo estadounidense, después de ser atacados por los japoneses en Pearl Harbor. Van desde el USS Hornet bajo el comando del Teniente Coronel James Doolittle. Luego de acompañarlos hasta cierta zona, Thomas y los demás se regresan a su buque.
Durante los días posteriores todos a bordo del USS Enterprise se preparan para un simulacro de ataque para medir el tiempo de respuesta.
Sin ellos esperarlo mientras duermen, hacen sonar las alarmas. Todos los soldados se preparan rápidamente y corren a sus puestos de combate.
—¡Vamos! ¡Están muy lentos! —Thomas grita mientras los pilotos corren a sus aviones—
Al montarse los encienden y se preparan para salir. Se escucha un silbato dando fin al simulacro. Thomas detiene el cronómetro y se lo muestra al Teniente Comandante McClusky.
—Han sido rápidos, pero ese tiempo se puede mejorar... Prepárense
—Iré a reunirme con ellos —Thomas se va y se reúne con todos para mejorar su plan de respuesta—
Al día siguiente, mientras duermen hacen sonar nuevamente las alarmas. Todos los soldados se levantan, se visten y van a sus posiciones lo más rápido posible.
Cuando los pilotos suben a sus aviones y los encienden, hacen sonar el silbato. Thomas detiene el cronómetro y se emociona. El Teniente Comandante lo felicita.
—En menos que ayer... Sé que se puede seguir mejorando, pero este tiempo de respuesta para mi está perfecto... Haremos otro donde quiero ver sus habilidades y sincronía en el despegue y aterrizaje. Aquí no estamos en una pista aérea convencional, así que tus pilotos del Air Corps necesitan ensayar todo lo posible antes que hagamos otro simulacro sin avisar, incluyéndote
—Entendido señor
Los Oficiales le aplauden a los pilotos y los marineros. Todos se emocionan y se felicitan entre sí.
En la noche, Thomas está llenando un informe en su camarote. Ray toca a la puerta y Thomas se sorprende al verlo.
—Puedes pasar
Ray entra y le hace el saludo militar. Thomas le contesta.
—Brown... ¿En qué puedo ayudarte?
—Los chicos ya tomaron compañero, al igual que los demás soldados... No pude elegir a nadie y solo me queda usted
—¿Quieres que seamos compañeros a pesar de todo?
—Si... Usted como Teniente también merece protección
—Será un placer... Ya que seremos compañeros, me gustaría que haya un ambiente de respeto entre ambos... Lo que haya sucedido entre nosotros es preferible no llevarlo al campo de batalla... Si no quieres hablar conmigo lo entiendo, pero allá arriba quiero que...
Ray lo interrumpe, cruza los brazos y se le queda mirando fijamente.
—Yo sé diferenciar lo personal con lo profesional... Yo cuidaré tus espaldas y seguiré tus órdenes como con cualquier otro Oficial
Thomas extiende su mano, Ray lo mira, suspira y estrecha su mano.
Durante los días siguientes, Thomas y sus soldados practican el despegue y aterrizaje de sus aviones. Intentan hacerlo en el menor tiempo y distancia posible.
Temprano en la mañana mientras todos descansan, vuelven a hacer otro simulacro. Esta vez Thomas participa.
Él se levanta rápido y se coloca su uniforme. Junto a sus soldados corre hasta los aviones donde ya hay compañeros esperando su salida. Todos suben y encienden sus aviones. Dan la orden de salida y cada uno en fila va despegando.
Al todos estar en aire comienzan a hacer diferentes maniobras y formaciones. Luego les dan la orden de aterrizar y todos regresan nuevamente en fila.
Al terminar el simulacro y haberlo hecho perfectamente, todos comienzan a celebrar. Entre los pilotos intentan levantar a Thomas en brazos, pero por su altura y peso caen al suelo junto con él. Todos ríen a carcajadas.
Ese día Thomas se siente muy feliz.
El 4 de junio del 1942 comienza la batalla en el atolón de Midway, contra el ejército japonés.
Durante la batalla Thomas es perseguido por un avión enemigo. Él intenta hacer maniobras para esquivar los disparos. Algunas balas rozan el fuselaje haciendo que sienta un poco de ansiedad, al recordar el ataque en Inglaterra. De pronto un avión estadounidense se acerca y dispara al japonés, derribándolo al mar. Cuando Thomas alza su mirada ve que es el avión de Ray, que justamente sobrevuela sobre él. Thomas sonríe.
Ese día dominan la batalla y al finalizar regresan a su buque. Thomas está molesto ya que han muerto varios pilotos. Él se va frustrado a su camarote y golpea la mesa varias veces.
Durante otros tres días siguen en batalla. Thomas y Ray se protegen mutuamente a la vez que protegen a otros compañeros, para que puedan atacar los buques japoneses.
Durante una de esas batallas Thomas ve como Ray está siendo de carnada llevándose al menos tres aviones japoneses, para que los compañeros bombarderos liderados por Richard Best puedan atacar a los acorazados japoneses. Thomas los persigue para ayudar a Ray. Comienza a disparar y derriba uno, aún quedan dos más. Ray intenta hacer diversas maniobras y piruetas para esquivar los disparos. En una vuelta Thomas logra disparar a otro avión haciendo que huya al dañar su fuselaje. Rápidamente sigue al último que queda persiguiendo a Ray. Thomas intenta centrar la puntería, pero los movimientos bruscos de Ray y él avión japonés no le permiten, ya que están muy cerca.
—Ray no te muevas mucho —Thomas se concentra, dispara y logra derribar el avión—
Ambos aviones regresan para hacer la misma táctica. Esta vez es Thomas la carnada.
El 7 de junio termina la batalla. Las fuerzas aeronavales estadounidenses detuvieron el intento japonés de invadir el atolón de Midway.
Al estar de vuelta comienzan a celebrar la victoria en el USS Enterprise. Todos gritan de alegría, luego hacen un minuto de silencio por los caídos.
Thomas se queda en el pasillo. Está ansioso y molesto ya que han vuelto a perder pilotos. Ray sale de su camarote y lo ve, le habla en un intento de calmarlo. En ese momento Ray le da la idea de escribir una carta para ayudarlo a desahogar su coraje y canalizar sus emociones.
En la noche Thomas aprovecha que Ray y sus compañeros están cenando y entra a su camarote. Busca entre sus pertenencias y encuentra una carta para Diana. Rápidamente apunta la dirección escrita, la cual es de San Francisco. Acomoda todo y sale. De reojo ve a Ray acercarse por el pasillo, pero rápidamente se va.
Decide comenzar a escribir una carta contando su vida.
—"Aloha Diana, espero que estés bien. Te escribo porque Ray me dijo que contar de mi historia me ayudaría a canalizar mi coraje.
No siempre he sido el idiota que has conocido..."
Mientras está escribiendo y llega a la parte traumante de su vida, cuando fue secuestrado y abusado física y sexualmente, comienza a sentir náuseas. Varias lágrimas caen sobre el papel y la tinta del bolígrafo se corre un poco al temblarle la mano. Luego se seca las lágrimas y continúa escribiendo.
Al día siguiente está terminando de escribir.
—"Gracias por leer parte de mi vida. Al casi terminar esta carta siento que me ha ayudado a relajarme, me siento de mejor ánimo.
Aunque sé que no tienes sentimientos por mí, quiero que sepas que aún te amo y que no dejo de pensar en ti. Espero que te vaya bien donde estés.
Thomas Joseph Kekoa Benton"
Mete los papeles dentro de un sobre y lo cierra.
Al día siguiente van de regreso a Pearl Harbor. Thomas y sus compañeros se quedan en la base, para luego ser activados nuevamente en otro lugar que se les asigne.
Thomas está en la cubierta del buque mirando el amanecer. Richard Best y Clarence McClusky se le acercan.
—Fue honor tener su Escuadrón como parte del nuestro... Su ayuda fue clave para nuestra victoria —McClusky le estrecha la mano—
Thomas sonríe y le estrecha de vuelta.
—Para mí fue un honor estar bajo el comando de ambos
—Definitivamente tu Escuadrón es de los mejores preparados que he visto —Best también le estrecha la mano—
—Para ser el mejor hay que entrenar duro... Antes tenía más pilotos a cargo, pero lamentablemente murieron en el ataque a Pearl Harbor, solos mis compañeros y yo fuimos los únicos del Escuadrón en sobrevivir... Y aún después de perder nuestros cazas cuando bombardearon Hickam, pudimos seguir puliendo nuestras habilidades... Fue bastante sacrificado, ya que a la vez que ayudamos a la reconstrucción estábamos entrenando y arreglando los aviones que no fueron dañados en su totalidad
—Eso es tener vocación y amor a lo que se hace... Espero algún día poder seguir escuchando las grandes hazañas suyas y de sus compañeros
—Prometo que siempre daremos el máximo donde quiera que estemos
Se vuelven a estrechar las manos y luego los dos se van. Thomas se queda sonriendo.
Al regresar a Pearl Harbor van a Hickam.
Unos días después Thomas y sus compañeros están descansando, cuando entran soldados y un Oficial.
—Raynald Brown
Ray se levanta y hace el saludo militar. El Oficial le contesta.
—De Reino Unido están buscando pilotos que sean intérpretes del idioma alemán... Te están ofreciendo la oportunidad de servir en Inglaterra
—Para mí es un honor
—Estarás sirviendo en la Real Fuerza Aérea británica y como traductor del idioma alemán, ya que en tu currículo vemos que tienes dominio
Ray se sorprende, mira a sus compañeros.
—¿Cuándo me toca partir?
—Mañana al mediodía... Los compañeros que quieran unirse también lo pueden hacer, están necesitando pilotos para futuros ataques
Jeff se levanta.
—Yo me ofrezco de voluntario —Camina hasta el lado de Ray—
Roy, Gustav y Horace hacen lo mismo. Thomas se queda sorprendido.
—Si al Teniente no le molesta, partiremos a Inglaterra —Ray mira a Thomas—
Él con coraje acepta que se vayan, pero disimula lo que siente. Al irse los Oficiales, Thomas se levanta molesto y se va. Ray lo sigue y lo detiene.
—¿Así es cómo me pagan?... Rompiendo el Escuadrón que tanto me costó hacer, para ustedes irse lejos
—Thomas, pero a ti te dieron esa oportunidad y te fuiste
—Eran otros tiempos, en este lado del mundo estábamos en paz y no me fui en medio de una guerra, dejando atrás a mis compañeros
—Quiero ganar más experiencia... Iba a irme solo, no pensé que los chicos se irían conmigo
—Tsk... Hagan lo que les dé la gana... Me da igual, como quiera ustedes ya no son mis amigos... No tengo por qué preocuparme por nadie
Ray frunce el ceño.
—Pensé que en estos días habías cambiado, pero veo que sigues siendo el mismo de siempre... Otro en tu lugar estaría orgulloso de que sus soldados sean activados por sus méritos y habilidades... Eres un egoísta —Ray se va—
Al día siguiente, Ray, Jeff, Gustav, Horace y Roy se preparan para salir. Del ejército harán parada en el aeropuerto de San Francisco.
Thomas los ve partir, mientras John y Erik se le acercan.
—Pensé que ustedes se irían también —Cruza los brazos—
—No queremos dejarte solo... Necesitas compañía y ayuda
—¿Ahora van a ser mis niñeras?... Yo no necesito a nadie... Llevo años cuidándome solo
—¿Y qué has logrado durante ese tiempo? —Pregunta Erik—
—Ser el mejor piloto de Hickam
—Me refiero a tu vida personal
Thomas se mantiene callado y mira el suelo.
—Necesitas ayuda para que rehagas tu vida y nosotros estaremos aquí para apoyarte —John coloca su mano sobre el hombro de Thomas—
Unas semanas después, a principios de agosto del 1942 recibe una carta.
—Benton, tienes una carta desde New York
Él se sorprende. Al ver que es de Diana se emociona. Se va a solas a leer.
Al terminar se entristece y vuelve a leer los últimos tres párrafos.
—"Aun me duele lo que me hiciste porque verdaderamente te amaba y por primera vez en mi vida me llevé una gran desilusión a la vez de tener el corazón roto.
Yo te perdono si eso te hace sentir bien, pero jamás voy a olvidar todo lo que pasó. No sé si soy capaz de hacer amistad contigo, no sé si pudiera, aunque sea mirarte a la cara.
Por el gran amor que te tuve en el pasado, te pido de corazón que busques ayuda psicológica. Aún la necesitas. El enojarte y tratar mal a los demás no sólo te afecta a ti, sino a quienes te aman y te aprecian. Por favor tómalo como consejo"
Thomas llora y guarda la carta.
—Voy a cambiar para demostrarte el verdadero hombre que soy, y que te sientas orgullosa de mi
Durante los siguientes meses Thomas, John y Erik se mantienen haciendo misiones de patrullaje por el Pacífico. En algunas ocasiones han sido parte de enfrentamientos bélicos.
A la vez Thomas está llevando tratamiento psicológico. Ha dejado totalmente el alcohol y el consumo de drogas ilegales. De igual manera no ha vuelto a estar con una mujer, controlando así su desenfreno.
Él ha estado escribiendo cartas para Diana. Las ha enviado a New York y a San Francisco, pero todas han sido retornadas y sin leer. Esto lo desmotiva un poco.
Continuará…
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Warrior Love
RomanceCuatro diarios y cinco historias que se unen durante la Segunda Guerra Mundial. Diana, una enfermera; Thomas y Raynald, dos pilotos estadounidenses; Christoph y Hans, dos Oficiales alemanes de la SS; viven experiencias que cambian sus vidas y la de...