Capítulo 7

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Diana está preparando sus maletas para ir a New York. Ve la carta de Thomas y la coloca dentro de su cartera de mano.

Días después llega a New York. Se encuentra a Arla en el vestíbulo del hospedaje. Ambas al verse se abrazan emocionadas y van a sus habitaciones.

Están varios días ayudando con los entrenamientos a las nuevas enfermeras, compartiendo sus experiencias en Pearl Harbor.

Diana al fin recibe una carta de Ray. Se va a su habitación a leerlo y camina de un lado a otro mientras toca el anillo de la promesa que le dio Ray.

—"Querida Diana, no ha pasado un día en que no piense en ti y en aquel hermoso día. Espero con ansias que nos volvamos a ver, te extraño demasiado.

Me gusta Inglaterra. Hasta ahora no he hecho nada importante. Sólo hemos estado patrullando, pero no hemos tenido algún encuentro con el enemigo.

Te dejo una foto mía y de los chicos. Ellos me obligaron a hacer lo que está en el reverso. Espero te guste.

Te amo hasta la luna y de vuelta. Cuídate mucho y espero que te vaya bien en los entrenamientos.

Con amor y siempre tuyo, Ray"

Diana saca la foto y los ve a todos felices. Al voltearla ve que está llena de besos marcados con pintalabios y los nombres de cada uno en cada beso. Ella ríe. Arla entra a la habitación luego de leer la carta de Roy, le enseña a Diana la misma foto con los besos en el reverso.

—Al fin encontramos a nuestras sardinas

Ambas ríen a carcajadas.

En la tarde Diana termina de escribir una carta para Ray, dentro del sobre deja una foto de ella, con un beso marcado con un pintalabios en el reverso de esta. Luego recoge unas cosas en su habitación, cuando al abrir una gaveta ve el sobre cerrado con la carta de Thomas. Ella suspira, toma valor, la abre y comienza a leer.

—"Aloha Diana, espero que estés bien. Te escribo porque Ray me dijo que contar mi historia me ayudaría a canalizar mi coraje. Y como no tengo a nadie de confianza para enviarle esta carta, pensé en ti, porqué eres una chica con un hermoso corazón, y tal vez puedas comprender lo roto que me siento desde hace años. 

No siempre he sido el idiota que has conocido. De niño fui muy mimado por mis padres al ser hijo único. Hasta llegué a estar en sobrepeso. En la escuela a la que iba, se burlaban de mi por ser el más alto del salón y por ser de otra raza. Muchas veces me persiguieron y golpearon, pero no sabía defenderme y sólo lloraba. Una vez una chica me rechazó frente a todos luego de haberle regalado una flor, ella me dijo que no estaría conmigo por gordo y feo. No sabes cuánto me dolieron sus palabras, además de escuchar las risas de mis compañeros. A pesar de todo lo que sufría siempre fui muy amable con todos, aunque siempre rechazaban mi ayuda o amistad. Así viví muchos años de mi vida, prácticamente toda mi niñez.

Era miembro de los Boys Scouts. Allí conocí a Erik Gardner y John Davis que venían de otra ciudad. Gustav y Horace Pozner eran casi mis vecinos y nos íbamos juntos a las reuniones. Ellos cuatro fueron mis mejores amigos y quienes me dieron apoyo durante esos días terribles que viví.

Recuerdo nuestro líder, le decían "Jack el Renacido" porqué logró sobrevivir a varios bombardeos en la Primera Guerra Mundial. Él era un hombre muy exigente y siempre nos trataba un poco mal. A mí en lo personal decía que no servía para nada y que era un inútil, aunque tenía razón. Con Erik y John se llevaba bien, pero con Gustav y Horace los detestaba por tontos. Bueno, en eso también tenía razón, los dos eran los payasos de nuestra tropa"

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora