Capítulo 61

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Unos días después, recibe otra visita de Robert. Esta vez viene acompañado de Christoph y una chica.

—Ella es nuestra nueva amiga, Anna

Ella lo saluda amablemente. Los cuatro se sientan en la mesa. Robert mientras habla con Hans lo mira con tristeza al ver su estado mental tan deteriorado.

Durante la conversación Hans ha estado un poco alterado. Robert, Anna y Christoph intentan calmarlo.

—Deberías denunciar todos esos malos tratos

—Ya lo he hecho y lo que hacen es empeorar... Ese hombre tiene privilegios porque viene de una familia adinerada que tiene comprado al personal de seguridad y médico de este lugar... Ese hombre salió de la cárcel por violador... Lo sigue haciendo y nadie hace nada. El estar aquí es como su paraíso... Ese hombre siempre me domina. Me tiene tan controlado mentalmente y soy un maldito sumiso

—Si nadie hace nada, haz algo tu

—¡¿Hacer que?! —Mira a Christoph con coraje— Es tan fácil hablar cuando no estás aquí día y noche viviendo un infierno —Golpea la mesa varias veces—

—Solo es una sugerencia —Christoph trata de calmarlo—

—Mejor sugiéretelo a tu padre, maldito enano bastardo

Christoph se enoja y se levanta.

—Que sea la última vez que menciones a mi padre —Aprieta los puños con coraje—

Anna lo calma y lo aparta. Ve cómo van a un lado de la pared, ella le acaricia el rostro y le habla. Luego se dan un pequeño beso y se abrazan.

Christoph se acerca nuevamente, pide disculpas y se va con Anna. Hans ve como Christoph la lleva sosteniendo su cintura. Él comienza a sentir envidia.

—¿Anna es su novia?

—No por ahora... Solo son amigos

Robert se queda un rato más. Cuando decide salir, abraza a Hans. Este se sorprende y se queda paralizado.

—Cuídate mucho —Robert se aparta— Vendré en otra ocasión, no sé cuándo, pero vendré

Al Robert irse, Hans se queda pensativo.

Pasan los días, los abusos continúan, esta vez con otros pacientes. La seguridad del lugar ha aumentado durante el día.

Hans como siempre en el mismo lugar del comedor, viendo y escuchando lo mismo de todos los días. En esta ocasión algo ha estado cambiando dentro de él.

Durante una noche, Hans es despertado con un fuerte golpe y lo llevan a rastras hasta una sala, ya que a esa hora casi no hay seguridad. Allí ve varios del personal médico y pacientes bastante borrachos y teniendo relaciones entre todos. Él está ansioso y comienza a temblar.

Lo llevan hasta una mesa donde lo acuestan boca abajo y lo amarran de manos. Luego le abren las piernas y también las amarran. Le desgarran la ropa y lo dejan desnudo.

—Nuestro banquete principal —El líder, el que siempre abusa de él, le da una nalgada— Esta hermosa perra solo es mía, pero hoy haré la excepción... ¿Quien hace los honores?

Varios ríen y se acercan. Hans los ve hacer fila. Él comienza a llorar y trata de distraer la mente pensando en otras cosas. Uno a uno comienza a abusar de él.

Pasa una hora, Hans ha dejado de sentir dolor y siente su cuerpo entumecido. Aún sigue atado en la mesa y todavía hay gente esperando su turno. Mientras su cuerpo se mueve sobre la mesa, pone su mirada fija hacia la ventana. Por el cristal ve a un lobo negro asomarse y que lo mira fijamente. Esto le está extraño, pero decide no apartar su mirada, ya que ha comenzado a sentir paz, a pesar de lo que está viviendo en ese momento.

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora