Capítulo 49

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A mediados del 1963 Thomas, Diana y Ray viajan junto con Christoph y Emerald a Alemania. El tío de Schneider, Alphonse, ha fallecido. Están en su hogar en Hamburg, junto con Peter y su familia, luego del funeral.

Thomas sale del baño y va bajando las escaleras cuando escucha que alguien toca el piano. Se acerca a la sala y ve a Schneider tocando, junto con Emerald al lado. Ella lo observa atentamente para luego practicar las mismas notas. Cuando él termina, ella sonríe y comienza a tocar la misma melodía. Thomas sonríe y se va.

Al salir de la casa, va al patio, ve a Diana hablando con Peter y su esposa. Él sigue caminando y pasa por las ruinas de la casa anterior. Sobre la grama ve a Ray acostado, mirando el cielo. Thomas al verlo se paraliza y comienza a alucinar, ve el cuerpo de su padre justamente en el mismo lugar.

—Levántate de ahí

—¿Por qué? Si no estoy haciendo nada malo

—¡Levántate! —Agarra a Ray y lo alza—

Diana se acerca al percatarse de lo sucedido.

—¿Qué pasa?

—Pregúntale a papá, si yo solo estaba acostado ahí

—No quiero verte en este lugar, ¿entendido?

Ray baja la mirada.

—No sé qué te pasa, pero últimamente eres muy aburrido —Se va—

Diana se le queda mirando a Thomas al notarlo alterado.

—No hay razón para tratar a Ray de esa manera, como si fuera un niño pequeño... Él es un adolescente de diecisiete años, en unas semanas entra a la universidad y en meses cumple dieciocho... Tienes que respetarlo y últimamente me he dado cuenta de que lo presionas mucho

—Porque me estoy dando cuenta del cambio en sus actitudes, y no quiero que repita lo mismo que yo

—¿Y eso tiene algo que ver con que esté acostado aquí?

—No, pero mira donde estaba

Diana mira el área.

—¿Y qué pasa?

—Justamente aquí recogí el cuerpo de Ray

Diana vuelve a mirar y se queda pensativa.

—De todos los traumas que he vivido, esa fue el mayor y creo que jamás en la vida lo voy a superar... Siento que aún puedo verlo, olerlo, sentirlo. Eso se ha quedado tan grabado en mi mente y no lo puedo borrar

—Cariño —Lo abraza— Creo que lo mejor es que entremos. No quiero que te afecte más... Yo me estoy conteniendo por Chris y su familia, pero también me duele estar aquí

Ambos se agarran de las manos y entran a la casa. Schneider se les acerca.

—¿Están bien?... Noto a Ray molesto

—No te preocupes, todo bien

Diana y Thomas se sientan en la sala. Ella no deja de abrazarlo para darle ánimos. Le acaricia el rostro y le da varios besos en la mejilla. Él sigue desanimado y triste.

—Cuando lleguemos al hotel le diré a Ray que se vaya a la habitación con Chris y Emerald... Así tendremos tiempo a solas

Thomas sonríe.

—Kiana

—¿Qué?... ¿Ves cómo te hice sonreír? Es lo que quería —Le hala la mejilla—

Thomas ríe y le da un beso. Se recuesta en el sofá y Diana se acurruca a su lado mientras le acaricia el rostro y lo mira con amor.

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora