Capítulo 77

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Francia, principios de junio del 1944. Diana sale con Christoph del bunker donde estaba detenida junto con Thomas, Erik y John, quién acaba de fallecer.

Ella sale llorando y mira hacia atrás por última vez antes de montarse en un vehículo militar.

Mientras ella está sentada en la parte de atrás, no para de temblar por los nervios. Aunque trata de controlar las ganas de llorar, no deja de frotar sus manos que aún siguen esposadas. En ese momento ella siente mucho dolor en su corazón y suspira triste. Diana mira al chófer, al soldado que está frente a ella y de reojo mira a Christoph que está sentado a su lado. Él está mirando hacia afuera de la ventanilla, pero Diana lo nota un poco ansioso al ver como mueve su pierna varias veces.

Cuando llegan al campamento, Christoph le da una caseta a ella para que tenga privacidad a la vez que le quita la esposas. En ese momento él se presenta, y ella también. Christoph le da unas órdenes de cómo será su día a día en el campamento.

Al él irse Diana llora desconsoladamente y se acuesta en el catre. Del coraje que siente se quita el brazalete médico que tiene en el brazo izquierdo y lo tira al suelo.

—Dios mío, ayúdame a salir de aquí y poder regresar con Ray... Ayúdame, por favor

Diana llora al recordar la muerte de Arla.

—Mi amiga, mi hermana —Sigue llorando— No tenías por qué morir así —Luego recuerda a John— Perdón por no poderte salvarte... Perdónenme que no hice nada por ustedes —Llora más fuerte— Los voy a extrañar tanto

Esa primera noche Diana no ha parado de llorar. Afuera escucha que los soldados están cantando en voz alta, a la vez que tocan unos instrumentos de percusión. Esto no la ha dejado dormir, aunque intenta taparse los oídos para no escuchar.

De momento se desespera al ellos seguir cantando y se asoma por la puerta de la caseta. Ve a un soldado vigilando la entrada y a la distancia ve a los soldados cantando y tocando sus instrumentos mientras beben y festejan. Ella logra identificar a Christoph ya que está de pies cantando mientras los anima y dirige.

—Geschlagen ziehen wir nach Haus. Heia hoho!... Unsre Enkel fechten's besser aus. Heia hoho!... Spieß voran, drauf und dran, Setzt aufs Klosterdach den roten Hahn!

La última frase la repiten por segunda vez y terminan de cantar. Todos los soldados aplauden y gritan emocionados.

Diana frunce el ceño al verlos tan felices. En ese momento el soldado que la vigila se percata que ella está observando, y cuando se le acerca, Diana corre y se acuesta a dormir.

A la mañana siguiente ha sonado la trompeta avisando a los soldados para que se levanten. Diana sigue un poco dormida ya que casi no ha podido dormir. Ella alucina viendo a Ray a su lado y trata de tocar su rostro.

Alguien entra a su caseta y le quita la sábana.

—Aufstehen!

Como ella no le hace caso, él la agarra del brazo y la tira al suelo. Diana ve que es uno de los soldados que la han estado vigilando. Él le tira su uniforme de enfermera y se va.

Diana se levanta del suelo y agarra la ropa. Se viste lo más rápido que puede y sale de la caseta. Allí ella se asusta un poco al encontrarse con Christoph esperándola.

—Tardas mucho —La mira de arriba para abajo— Vamos, tienes que comer antes de irnos

Él la lleva hasta un enorme comedor. Todos los soldados están desayunando antes de partir. Diana se sienta cerca de Christoph y le colocan una bandeja de comida frente a ella.

Warrior LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora