the 1 (Jasper Hale)

C ha p t e r 4 7

⋆⋅⋅⋅⊱∘────── [ இ ] ──────∘⊰⋅⋅⋅⋆

Jasper se quedó conmigo por la noche, consolándome con dulzura y llenándome de mimos y arrumacos. Besó tras mis orejas y mi mandíbula, generándome cosquillas ante el toque delicado y juguetón de sus labios contra mi piel. Estar allí envuelta en sus brazos se sintió perfecto, cálido, una sensación de calma enriquecedora que calmó un poco la tormenta con la que yo vivía.

Sus dedos envolviendo los míos encima de su pecho parecía alucinante; sus piernas enredadas a las mías; sus voz tarareando en tonos bajos para arruyarme y que cayera en un profundo sueño. No podía conciliarlo, así que el hecho de que estuviese haciendo eso, me parecía encantador y algo que removió muchas emociones en mi interior.

—Cuéntame algo nuevo, Jasper —pedí, aún apegada a su torso. Pareció que sonrió y recostó su cabeza sobre la mía, mientras de su pecho surgía un sonidito de meditación.

—Hay dos nuevos integrantes a la familia —pronunció con suavidad. Me sorprendí ante eso, tanto que me alcé de mi posición para ver su rostro y cerciorarme de que bromeaba, sin embargo, era absoluta verdad.

—¿Y eso?

—Rosalie y Emmett se los toparon durante su luna de miel —contó, sentándose a mi lado. Acarició mi mejilla por un instante antes de continuar:— son coreanos y gemelos —añadió.

Eun-Hye y Young-Do eran sus nombres. Ambos eran nómadas jóvenes, sin embargo, poco a poco Carlisle y Esme les habían ayudado a controlar su dieta basada en animales. Comentó que eran muy buenos en conseguirlo y que además, tal parecía, el chico asiático era el compañero de Alice, aunque lo manejaban con calma.

No iban a ingresar a la escuela con Jazz, Alice y Edward porque ya estábamos por graduarnos. Se quedarían en casa hasta que llegara el momento de que se marcharan de Forks a causa del nulo envejecimiento de la familia.

No me sentía sorprendida por eso. Eso era algo de lo que yo ya conocía y esperaba. A diferencia de lo ocurrido en el septiembre pasado, esto ya lo llevaba previsto y solo aguardaba. Aquello fue algo nuevo y que me tomó con la guardia baja.

Terminé contándole al respecto de mis planes para estudiar en Chicago y pareció encantarle la idea. Comenzó a decirme sobre cómo era el lugar hasta que pronto seguimos charlando de otras cosas, en trivialidades y mucho más hasta que me quedé dormida.

Debido a que papá estaba acompañando a los Clearwater, apenas había pasado a casa por la mañana. Desayuné en su compañía, notando lo ansioso que se hallaba, aguardando a por una llamada de parte de Bella que nunca llegó. Yo también necesitaba tener noticias, que Alice pudiese contactarse conmigo o parecido mas no lo hizo.

Al marcharse, casi en un instante Jasper apareció a mi lado. Plantó un beso en mi mejilla y me abrazó.

—Él estará bien, no tienes porqué preocuparte —masculló. Asentí y proseguí a subir a darme un baño.