𝐭𝟏│ ˚ : · Vivir con memorias negativas para todo el mundo resulta un martirio, una tortura que en algún momento... podrá detenerse. Sin embargo, cuando estás condenado a vivir por siempre con ellas, con agonías y catástrofes que te sobrepasan en...
EL PRECIOSO, MARAVILLOSO, DIVINO Y SIMPLEMENTE MAJESTUOSO BANNER POR LA TALENTOSA Y PRECIOSA hannia190 MUCHÍSIMAS GRACIAS BABE, LO AMO CON TODO MI CORAZÓN
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
⋆⋅⋅⋅⊱∘────── [ இ ] ──────∘⊰⋅⋅⋅⋆
Brinqué entusiasmada, sintiendo los cálidos rayos del sol pegándome en la piel en tanto avanzaba por el asfalto en camino al vehículo de Phil, el nuevo esposo de mamá. Intenté disfrutar la sensación de la calidez y la luz del sol en cada poro de mi paliducha piel, tratando de que se quedara bien grabada en mi memoria ya que no volvería a sentir el contacto de la lejana estrella por un largo tiempo.
Noté compungida a mi hermana en nuestro jardín, así que tratando de darle algo de ánimos, llegué hasta ella y rodeé sus hombros en un apapacho, ganándome su sonrisa decaída y forzada.
—Ay, Bell's, quita esa cara —exclamé sonriente, apretándole una de sus mejillas con cariño— veremos a papá de nuevo, ¿me vas a decir que no lo extrañas?
—Por supuesto que sí —afirmó, aferrándose al cachito de Phoenix que se llevaría con ella al lejano y gélido Forks, un pequeño cactus que de seguro moriría víctima del frío, pero quién sabe, quería ver que tanto podía mantenerlo con vida mi hermana.
—Entonces, quita esa cara larga ¿sí? —Insté con voz chillona, como si ella fuese una niña pequeña. A Bella le desagradaba, pero no solía quejarse; de todas formas ella sabía que muy en el fondo le gustaba que la tratara así. Podía ser algo mayor que yo, pero yo era la que la chiflaba y consentía todo el tiempo.
Juntas avanzamos a donde nuestra animosa madre esperaba por nosotras, que bien sabía se estaba aguantando por no suplicarnos que nos quedáramos. Era un esfuerzo monumental para ella controlarse, al igual que para nosotras.
El viaje fue tranquilo. Yo estaba preparada mentalmente para el frío que me congelaría las orejas, o quizá estaba exagerando, pero me había comprado un gorrito con el cual Bella me miró como si estuviera loca, antes de reírse.
—Lo bueno es que compré dos, ¡así vamos iguales! —Solté divertida, colocándoselo sorpresivamente.
Bella se quejó, porque no le gustaba avergonzarse, pero eso era lo bueno de ella, nunca me dejaba sola haciendo mis payasadas, así que se lo dejó puesto y hasta lo modeló un poco para mí incluso cuando la timidez le ganaba batalla.
Nos llevábamos bien, nos entendíamos a nuestra manera. Mamá decía que yo era un grillo que hacía ruido y brincaba por todos lados inquietando a todo el mundo, mientras que Bella según ella parecía una hormiga, siempre siendo sutil, organizada y trabajadora.
Me parecían curiosas sus comparaciones, pero no me quejaba.
Al ver a papá en el aeropuerto, uniformado y con su característico bigote prominente sobre el labio, solté un chillido entusiasta. Él no era de expresarse mucho, era bastante callado y reservado consigo mismo, mas eso no evitó para nada que yo avanzara rápido para estrecharlo entre mis brazos en un fuerte abrazo.
