C h a p t e r 5 5

3.1K 299 37
                                    

⋆⋅⋅⋅⊱∘────── [ இ ] ──────∘⊰⋅⋅⋅⋆

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

⋆⋅⋅⋅⊱∘────── [ இ ] ──────∘⊰⋅⋅⋅⋆

—Luces cansada, ¿no dormiste bien anoche? —Curioseó a mi lado Eun-Hye, quien me llevó a casa por la mañana. Era por suerte fin de semana así que no debía de preocuparme por la escuela.

Un largo bostezo fue la respuesta a su pregunta. Ella se rio con gracia y rebuscó en la guantera, pasándome rápido una bolsa de dulces que llamaron mi atención.

—Ayer que fui a hacer las compras con Esme los vi y creí que te gustarían —informó con tranquilidad— no he podido ir a tu casa así que... debo aprovechar —masculló.

Sonreí. No era la primera vez que ella tenía un gesto así para conmigo. A veces solía hacerme las uñas para ayudarme con ese problema que tenía de comerlas; en otras ocasiones se había preocupado por mí y cuando iba con los Cullen, elaboraba ricos platillos que sacaba de internet y con apoyo de Esme y Alice cuando no estaban ocupadas me consentían.

—Vi que Young-Do y Alice son más cercanos eh —comenté, buscando hacer conversación. De inmediato soltó una risita y asintió.

—Nunca creí verlo tan abierto a una persona —respondió, alegre— tienen esta especie de conexión extraña, no sé si me explico bien —dijo. Asentí efusiva, sabiendo bien a lo que se refería. Todo el mundo lo notaba. Cuando dos personas están tan sincronizadas, era difícil que alguien no lo viese.

Pero para mí, era lo mismo, multiplicado por mil. Sentía que así debían ser las cosas, que no podía haber nadie más allí con el que compartieran algo similar.

—Son afortunados —murmuré, a sabiendas de que me escucharía. Pareció confundida por el timbre de mi voz, temeroso y triste.

Solo me preguntaba... cuándo ocurriría.

—¿Estás bien? —Indagó, estacionando frente a mi casa. Era muy temprano, pero por suerte hoy papá iría tarde al trabajo, así que seguro seguía dormido y podría ingresar con calma a mi hogar.

Suspiré, inquieta. La admiré por un momento, a ese rostro asiático cargado en perfección. Tenía una mirada filosa, con la que podía matarte por su peligro o por su ternura; mejillas suaves y redondas que iban en armonía para que sus labios carnosos y delicados se llevasen muchísima atención. Ella en ese instante parecía confundida, sin entender porqué le observaba así.

—No —respondí, antes de bajarme tranquila del vehículo.

Avancé por la acera húmeda como alma en pena. Rebusqué en la maceta a un costado por la llave de la casa e ingresé, girándome para notar a la extranjera despedirse con un movimiento de mano antes de arrancar calle abajo.

Por la tarde, Jacob hizo una visita tal y como se lo pidió Bella. Nunca supe cuándo se arreglaron, pero me alegraba ver que podían dirigirse de nuevo la palabra. Al llegar, me sonrió y saludó con cortesía antes de dedicarse a hacer una exhaustiva revisión a la casa, olisqueando y buscando, asegurándose de rastrear un aroma que para mís sentidos sería indetectable.

the 1 (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora