C h a p t e r 7 5

2.8K 258 136
                                    

⋆⋅⋅⋅⊱∘────── [ இ ] ──────∘⊰⋅⋅⋅⋆

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

⋆⋅⋅⋅⊱∘────── [ இ ] ──────∘⊰⋅⋅⋅⋆

Cuando Jacob al fin vino a ver a Bella, su reacción fue similar a la mía, pero solo un poco, ya que pronto se tornó violento, provocando que todos al fin revelaran sus posiciones respecto a la situación. Mientras que estábamos aquellos que apoyabamos o cuidabamos a Bella, también estaban los que desconocían y les molestaba la situación.

Tras eso, cada quién tomó su rumbo, y yo hubiera querido no haberlo hecho.

—¡Amor mío, por favor dime que ya volverás! ¡No puedo un minuto más yo solo con la demente japonesa! —Exclamó de forma dramática Erik al otro lado de la línea, haciendo que me apartara la bocina de mi teléfono. Su chillido me aturdió y me hizo soltar una carcajada.

—¡Ya te dije que soy tailandesa, esperma con dos patas! —Lisa gritó y por el golpe que se escuchó, podía asegurar a que se le había caído el teléfono al ruso.

—¡Sálvame, sálvame pronto! —Dramatizó, seguido de sollozos de cocodrilo que me siguieron haciendo reír.

—Te extrañamos, JanJan —farfulló mi amiga, tomando ahora ella el aparato. Me hicieron sonreír y ponerme melancólica. No podía entender cómo es que en cuestión de tan poco tiempo aquellos dos se habían vuelto parte importante de mi círculo social— las cosas no son las mismas sin ti.

—Como las cenas. Lisa me hace comer solo comida asiática —se quejó berrinchudo Erik. Por la forma en que escuché su queja, supuse que la aludida le había dado un golpe— cuando regreses ya no habrá más Erik para ti, amorcito.

—¡Que dejes de decirme «amorcito», Erik! —Grité con diversión, aún con tono de queja. Lo que no me esperaba fue que en ese instante pasara Jasper que se me quedó viendo con curiosidad. Sentí las mejillas calientes en un dos por tres, así que me apresuré a dejar el lugar en el que me encontraba para irme lo más lejos de allí— me haces decir las cosas que no debo en momentos inoportunos.

—Es uno de mis muchos talentos, preciosa —afirmó cantarino.

—Ustedes me harán vomitar —comentó ella, avergonzándome.

Lo peor de todo, es que yo veía mi propia conexión con él.

—No te pongas celosa, Lizzie...

—No me llames Lizzie.

—Hay mucho Erik para ti, tesoro.

—Me voy por semana y media y ya me engañas. Hombres, todos son iguales —exageré. Sus respuesta fueron igual de dramáticas, consiguiendo que soltase unas buenas carcajadas—. Por favor, no vayan a matarse en estos días.

—Lizzie me tiene en la mira.

—¡Que dejes de llamarme Lizzie! —Gritó. Un aullido de dolor resonó y después, hubo silencio por varios segundos— ¡cuídate, Jan! Manda mis felicitaciones a tu hermana —dijo con alegría.

the 1 (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora