C h a p t e r 6 9

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Tanto yo como papá nos miramos en silencio por un rato, sin saber demasiado qué pensar al respecto de lo que él tenía en la mano. En su rostro el gesto de acongojo, de orgullo y de tristeza recorrían y detallaban cada una de las pequeñas arrugas que mostraban su cansancio.

Yo quería llorar, emocionada y melancólica, sin poderme creer que la invitación del esperado día llegase. Lo volvió más real, fue como si ya no fuesen solo suposiciones o comentarios de que era una locura; era cien por ciento real.

La boda de Edward Cullen y mi hermana Bella Swan estaba muy cerca, por no decir que sería prácticamente en unos pocos días. No me sentía lista para el evento, a pesar de que quién debería estar muy nerviosa era Bell's, sin embargo, las últimas semanas la vi muy tranquila, dejando todo en manos de una efusiva y enérgica Alice que alistó todo para que saliera según como ella dijo a la perfección.

Le sonreí a papá desde mi posición y proseguí a dirigirme a abrazarlo. Supuse que sería muy difícil para él que ambas dejáramos la casa, ya fuese por razones distintas, pero lo estábamos haciendo. Era como si hubiese sido ayer que llegábamos a Forks y ahora, cada quien tomaría su rumbo una vez más.

Dos días después de la boda me iría a Chicago, para que pudiese descansar y despedirme bien antes de que mi vida agitada de adulta universitaria comenzara. Gracias al cielo, conseguí un corto empleo durante las vacaciones que me permitió ahorrar lo suficiente. Con eso y con lo que junté de mis mesadas, me bastaría para conseguir establecerme en algún pequeño lugar en la desconocida ciudad.

Estaba emocionada. Busqué información por montones en internet para llegar con una idea cercana a lo que me encontraría allí, ya fuera el campus, las instalaciones, los dormitorios o la ciudad en sí. Por supuesto, no todo sería vagar y conocer, me la pasé repasando temas referentes a mi carrera a ratos y seguiría haciéndolo con tal de ser la mejor de mi clase y si era posible, de mi generación.

Me fijé tantas metas, me dije que debía enfocarme en ellas, que no podía desviarme de mis propósitos y que debía conseguirlos costara lo que costara.

Desgraciadamente, se vieron interrumpidos, pero ya llegaría a esa parte.

Todo se aceleró con la llegada de la invitación. En un abrir y cerrar de ojos la boda llegó con una especie de mazo de hierro que nos iba a sacar de un letargo a todos los involucrados. Un día antes del festejo, mamá había llegado a casa desde Florida y revoloteó por todos lados, chillando alegre, canturreando con felicidad que una de sus hijas contraería nupcias.

Me alegró que no mencionara a Jasper ya que yo había prometido presentárselo cuando viniese. Fue dulce y me abrazó con fuerza, detectando que la tristeza surcaba en mí, pero se hizo la demente y ambas la pasamos jugueteando y viviendo con energía en la pequeña casa de papá, quien recibió con incomodidad a Phil, mas no renegó nada al respecto.

the 1 (Jasper Hale)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora