Capitulo 71: El duende durmiente parte 2.

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Dentro de una pequeña caverna de madera varios duendes jugaban al póker en una mesa, apostando el oro que poseían mientras bebían alcohol y bailaban al ritmo de una música celta muy alegre. El sirviente que había terminado de hablar con Fiona, fue hasta la caverna en busca de Harolg quien reía como un loco mientras derrotaba a sus demás oponentes.
Cuando el sirviente lo encontró fue hasta la mesa y trato de dialogar con el aunque la bulla de la caverna no le dejaba articular ni una sola palabra audible.

_¡Harooooooolg!- grito el sirviente tratando de que el duende le escuchara.
_¿Que quieres?- dijo el duende con la voz fuerte.
_¡Tienes una misión de parte de la condesa Fiona- dijo el sirviente.

Cuando el duende escucho su nombre quedo tieso sin poder lanzar las cartas a la mesa, el duende sabia que cuando Fiona le encomendaba una misión a alguien, su destino estaba en juego y todo dependería del éxito o fracaso de tal misión impuesta.

Harolg miro al sirviente con los ojos abiertos como platos y se levanto de la mesa rumbo a la salida de la caverna.

_¿Estas bromeando verdad?- dijo Harolg tratando de ocultar su miedo.
_Me gustaría gustaría llevarme el crédito.
_¿Te dijo alguna otra cosa?.
_Pues...Lo único que me dijo fue que si no obedecías su mandato, te iba a colocar desde un palo hacia un caldero de lava ardiente.

Harolg quedo pálido como un muerto y helado como un cubo de hielo.

_Y...¿Y porque me necesita?.
_Según lo que entendí necesita secuestrar a alguien, y es un hecho que tu eres el indicado para que está misión, puesto que tu eres el duende que duerme a las doncellas mas hermosas que se te cruzan en el camino.
_¡Eso es muy cierto! Pero cuando ella impone una misión con lo que quedara en juego sera mi cabeza, y no la de mi presa.
_Pues... por su voz y su exigencia de que la fueras ayudarla, creo que ella piensa secuestrar a alguien del castillo del rey Jareth.
_¿Estas seguro de lo que me estas diciendo?.
_Créeme que no le encuentro otra explicación razonable.
_¡Eso que me acabas de decir es muy grave amigo!- dijo el duende.
_¿Y que piensas hacer?-pregunto el sirviente.
_¡Pues que mas! ¡Ir donde ella y colaborar o mi cabeza rodara!- dijo el duende.


Cuando Sarah y los demás que la acompañaban llegaron a los terrenos del castillo, Goro observo el terreno en busca de algo sospechoso que los hiciera retroceder de ingresar al castillo.

_¡Parece que todo esta despejado!- dijo Goro.
_¡Entonces entremos!- dijo Sarah.
_¡Esperen!- exclamo Dalila___ Creo que lo mejor seria que utilicemos de una vez el hechizo de camuflaje para asegurarnos de que nadie nos vea.
_¡Pues adelante!- dijo Goro.

Dalila saco de su bolso una botella el cual contenía el hechizo de camuflaje y se lo entrego a Danesa la cual siendo una bruja diestra en el arte de los hechizos lo ejecutaría.

_"Cuando nuestras huellas pasen, el camino borrará el andante, cuando nuestra presencia aparezca , las huellas desaparecerán en la arena".

Danesa regó el hechizo por los zapatos de todos los integrantes, mientras entonaba el hechizo en modo de canción.

_¡Listo!- dijo Danesa mirándolos a todos.
_¿Eso es todo?- pregunto Alfred.
_¡Si! Al caminar nuestras huellas se desvanecerán en el suelo, así nadie podrá detectarnos.
_¿Me pregunto cómo les abra ido a los demás?- dijo Sarah.
_¡Supongo que debieron lidiar con el dragón de la puerta!- dijo Josh.
_¡Hoggle!.
_¡Lo más seguro!- contestó Josh afirmando lo que ya era un hecho.

El duende que Fiona había mandando a llamar, se teletransporto hacia donde Fiona se encontraba, con unas esferas azules, las cuales te llevaban al lugar que tu quisieras.
Fiona miraba por los matorrales alguna señal de Sarah y los demás, cuando en eso el duende que había solicitado, se apareció atrás de ella haciéndola asustar precipitadamente.

_¡Mi señora!- dijo el duende detrás de ella.
_¡Maldición.........!- gritó Fiona al escucharlo por detrás.
_Pe-perdón mi señora no fue.....
_¡Callate idiota!- gritó Fiona.
_¿Me han informado que necesita de mis servicios?.
_¡Efectivamente! Necesito que me ayudes a secuestrar a dos mujeres!.
_¿Dos?.
_¡Si! ¿Algún problema?- pregunto Fiona con el sego fruncido.
_¡No mi señora! Es solo que pence que...
_ Pues primero pensé en llevarme a una, pero por que solo a una cuando puedes matar dos pájaros de un solo tiro- dijo Fiona con malicia.
_¿Y que desea usted de mi?.
_¡Tu voz! Quiero que duermas a la reina Danesa y la inmunda humana que tienen como huésped, y que las traigas ante mi.
_¡Si mi señora!- dijo el duende asentando la cabeza de manera afirmativa.
_Te doy 3 horas para que logres tu objetivo impuesto por mi, y nos vemos en el palacio ¿Te ha quedado claro?.
_¡Si mi señora!.

Fiona monto a su caballo y salió en dirección hacia su morada, mientras que Harolg el duende quedaba solo en medio de los matorrales.

El camino hacia la entrada secreta del castillo, estaba llena de lodo y fango, y cualquier paso en falso los terminaría lastimando.
Alfred, Hermes y Aaron iban de cabecera mientras que Danesa, Josh, Goro, y Sarah caminaban detrás de ellos, como si fueran en modo tren hacia la entrada secreta del castillo.

_¡Este lodo es asqueroso!- dijo Sarah.
_Si supieras que los lobos muchas veces nos revolcamos en el lodo- dijo Josh a Goro en voz baja.
_¡Jijijij!- Goro hizo una pequeña risita, mientras veían como Sarah se seguía quejando del lodo.
_Sarah el lodo no es lo importante aquí, si vas a entrar en batalla, es necesario que te ensucies un poco, no creerás que Fiona va a tener consideración contigo y te va a a cuidar la ropa- contestó Aaron.
_¡Lose! Pero aún así esto es asqueroso ¿Acaso nadie limpia este lugar?.
_Nadie lo a usado en años Sarah, además la entrada está demasiado bien camuflada como para que alguien lo pueda ver a simple vista- dijo Alfred.

El duende seguía esperando alguna señal de Danesa y Sarah, pero nadie aparecía en el camino y mucho menos se escuchaban murmullos. El duende sacó un pequeño cristal de su bolso y llamó al sirviente con el que había hablado en la caverna.

_¡Harolg! ¿Que ha pesado?- pregunto el sirviente en vez baja en la cocina para que nadie lo escuchara.
_Estoy aqui como idiota desde hace más de 20 minutos y no aparece dicha humana ni la rival de Fiona- dijo el duende.
_¿También te pidió que la secuestraras a ella?- pregunto el sirviente con asombro.
_¡Si! Y lo peor de todo es que solo me dio 3 horas para completar la misión.
_¡Uy!- exclamó el sirviente.
_¡Esto no me agrada!
_¡A mi tampoco Harolg!.
_Fiona salió en estampida hacia el palacio, así que si la veis, vigiladla un rato.
_¡Queeeeee! ¿Acaso habéis perdido el juicio?.
_Quiero estar seguro de que mi cabeza no rodara el día de hoy- dijo el duende.
_¡De acuerdo! Solo por esta vez te daré una mano- dijo el sirviente.
_¡Cambio y fuera!- exclamó el duende guardando el cristal en su bolso.

Harolg espero y espero por algunos minutos más, pero al ver que nadie aparecía, salió de donde estaba escondido y trato de acercarse un poco más al castillo, mientras que Sarah y los demás habían llegado hasta la entrada secreta la cual estaba demasiado bien escondida, así que Alfred con todas sus fuerzas, mientras que Harolg escondido nuevamente tras unos árboles, pudo ver como una pequeña puerta oculta en la pared del castillo se abría, pero sin nadie a la vista.

_¡Por los duendes!- exclamó Harolg al ver como la puerta permanecía abierta por algunos segundos.

Alfred dejo pasar a todos um incluyendo a Sarah y cerró la puerta rápidamente mientras que el duende miraba la escena todo perplejo.

_¡Una entrada secreta!- exclamó el duende.

Harolg se dirigió rápidamente hacia la entrada y pudo sentir un pequeño aroma a rosas y lilas muy sutil en la entrada secreta.

_¡Aroma de mujer!- de dijo asimismo mientras aspiraba el aroma.

El duende inmediatamente abrió la puerta y siguió el rastro del aroma por el túnel del la entrada, mientras que Sarah y Danesa recorrían el túnel con los demás, sin saber que un duende durmiente les había encontrado el rastro.

Laberinto y el regreso de Sarah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora