Capitulo 23: Actitud de Reina.

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Danesa al mirar a Sarah se dio cuenta de que su hechizo había funcionado, Sarah por otro lado estaba llena se seguridad en su interior y de un orgullo que aunque ya lo poseía, con el hechizo se incrementó, poniéndola en una actitud de liderazgo pero también de dureza.

_¡Me siento extraña!- dijo Sarah.
_¿Extraña?- hablo Danesa.
_Siento como si estuviera segura de mi misma.
_Debe ser por que tienes mucha seguridad en ti- dijo Danesa.
_La verdad es que me cuesta sentirme segura algunas veces, pero ahora todo es distinto.
_¿Mi amor?- dijo Alfred.
_¡Si!- dijo Danesa regresándolo haber.
_¿Podemos hablar afuera un momento?
_¡Claro!
_¡Disculpadnos! Volvemos en un momento- dijo Alfred.
_¡Por supuesto!- dijo Sarah.

Alfred saco a Danesa del comedor y cerraron la puerta para que Sarah no les escuchara.

_¿Se puede saber que le disteis?- pregunto Alfred.
_¡Un poco de seguridad!.
_¿Por que?
_¡Alfred! Sarah necesita mucha seguridad en si misma, no la tiene y duda de lo que hace, Jareth cada día esta más altanero y es hora de que la futura reina de este mundo lo ponga en el cabresto.
_¿Que efectos tiene?
_Ninguno que lastime a nadie eso te lo puedo asegurar.
_¿Crees que Jareth cambie?
_Estamos en un proceso donde las cosas no se dan de un periquete, debemos tener en cuenta que Jareth también tiene su orgullo, Sarah no puede doblegarse ante el por que es hora de que ella tome las riendas del camino.
_¡Danesa! Aprecio tu idea pero no será fácil.
_¿Quien dijo que lo sería?.
_¡Nadie!.
_"Exacto nadie"- dijo Danesa.
_¡Mala idea!
_¡Buena diría yo!

Después de unos minutos Jareth bajo y al entrar al comedor vio a Sarah, la cual estaba sentada con aires de grandeza en el comedor mientras se servia, un pequeño postre cubierto de chocolate.

_¡Buenos días niña petulante!- dijo Jareth en su tono autoritario.
_¡Buenos días don rey gruñón!- dijo Sarah con una media sonrisa sin mirarle a la cara.
_¿Como te atreves hablarme así?- dijo Jareth enfadado.
_¡Oh! Ahora que me acuerdo ese es el tono que hoy en día usas para hablarle a todo el mundo, me había olvidado que aquí se sufre del maltrato- dijo Sarah toda imparcial.
_¡Esas no son maneras de hablarle a tu rey!.
_¡Tu! ¿Mi rey? ¡Ja! Para tu información yo no soy de este mundo, por lo tanto yo no sigo ordenes de un rey arrogante y grosero como tu, perdona que no me pare en su presencia My Lord pero estas no son horas de llegar al desayuno, como rey deberías dar el ejemplo y llegar puntual.
_¡Así que quieres jugar no!- dijo Jareth con una sonrisa picara.
_¡No gracias! Hace mucho tiempo que jugaba cuando era una niña, ahora soy una mujer adulta que prefiere disfrutar de los vestidos, joyas y lujos que te puede dar la vida, yo no ando con niñerías como usted My Lord.
_¡Pero cuánta petulancia!- dijo Jareth entre dientes.
_Ahora si me disculpa, me retiro quisiera dar un paseo ¡Sola! por el castillo y si no le importa le pediré a mis amigos que me acompañen, no quiero estar en compañía de un rey que no tiene modales- dijo Sarah retirándose del lugar.

Pero en eso Jareth le tomo por el brazo y la arrimo a la puerta del comedor, poniendose muy cerca de ella.

_¿Sabes con quien hablas verdad?
_¡Si con un mentiroso!.
_¡Chiquita! Yo puedo hacerte lo que yo quiera cuando quiera y donde sea.
_Y yo te puedo dar una cachetada ahora, cuando quiera y donde sea, no me provoques y ten mas respeto al acercarte a mi, por que si tu me tocas mal te va ir- dijo Sarah con fiereza en sus palabras.

Jareth se alejo de ella perplejo ante su actitud y esta rápidamente salió del comedor , cuando alguien era petulante con el, Jareth les transmitía miedo, pero con Sarah fue todo lo contrario, y eso lo dejo atónito y sin palabras, el veía en sus ojos coraje y rabia, y por primera vez en su vida sintió miedo, por que jamas una mujer le había enfrentado de esa manera.
Despues de unos segundos los tios de Jareth entraron y vieron a Jareth todo palido y asutado.

_¡Jareth! ¿Que tienes?- pregunto Alfred preocupado.
_¿Acaso uno de ustedes sabe que le pasa a Sarah?- pregunto Jareth sin salir de su asombro.
_¿Por que lo preguntáis?- dijo Danesa.
_Por que se a portado muy....muy....- Jareth se quedo en pausa.
_¿Muy Que?- cuestionó Danesa.
_¡Muy altanera conmigo!- dijo Jareth.
_¡Debe ser tu imaginación hijo!- dijo Alfred mirando a Danesa de reojo.
_No tio no estoy imaginandolo, entre al comedor y la vi tan diferente, mas de lo normal.
_¿Acaso tuvieron alguna pelea ustedes dos?- pregunto Danesa.
_Tia peleamos casi todos los días, no hay dia en que ella me reproche lo de su hermano y yo de lo malcriada que es, pero esta vez me dejo helado, era como si en ella hubiera un odio que no ví antes en sus ojos.
_Sabes Jareth creo que tu y yo debemos hablar- dijo Alfred.

Alfred llevo a Jareth a dar un paseo por el jardin, mientras el aun no podía salir de su asombro.

_¿Tio?
_¡Si Jareth!
_¿Por que son tan jodidas las mujeres?
_¡Jajajaja! Hay hijo si supieras lo jodida que es tu tia.
_¡Que!
_Aveces me cuesta entenderla, por que ella es de un mundo tan diferente al mío, no siempre pensamos igual y aveces no estamos de acuerdo en ciertas cosas, eso es lo que nos diferencia, pero tiene un corazón de oro.
_¡Pero ella no es como Sarah!.
_Aunque no lo creas tu tia tiene un temperamento, de los mil trolls, ella es muy fuerte de carácter y eso la hace una reina digna de respeto.
_¿Por que Sarah no es así ? ¿Que es lo que debo hacer para doblegarla ante mi?
_¡Nada! Esa idea de doblegarla a algo es la misma idea que tenia con Danesa, pero aprendi que no se puede doblegar a una mujer, por que ellas cuando toman una decisión no hay nadie quien lo cambie.
_Pero Sarah hoy se porto tan grosera, me dijo "Rey Gruñón".
_Debes entender algo Jareth, Sarah es una mortal que viene de un mundo diferente al tuyo, ella no tomara las cosas tan rápido a la ligera, aveces hay cosas que cuestan aprender y para ella todo esto es mas que nuevo.
_¿Pero como hago que me respete?
_Tu eres el único que puede lograrlo, pero no trates de hacerlo de la mala forma en que lo haces, por que Sarah ahora esta resentida con vos y a menos que sepas respetar su espacio, no sofocarla y no tratar de intimidarla, ella irá tranquilizándose hasta que en algún momento comiencen a tener una conversación donde la pelea esté ausente.

Jareth escuchaba los consejos de su tio, en cierta forma el aveces se hacia eco de ellos por que el era un hombre sabio que tuvo por esposa a una mujer, que en tiempos pasados lo sacaba de casillas pero con el tiempo aprendió todo lo que ahora Jareth necesitaba poner en práctica.

Laberinto y el regreso de Sarah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora