Laberinto y el regreso de Sarah.

Capitulo 28 El beso parte 2

Pasaron dos días después de que Aaron le propusiera a Sarah, ir a su castillo por un tiempo, pero las cosas entre Jareth y ella no mejoraban para nada, Sarah sometida en un hechizo de orgullosidad y Jareth tratando de ser amable con ella hacían del ambiente mas tenso y frío.

_Estas segura de lo que has hecho- le dijo Aaron a Danesa
_¿A que te refieres?
_Oh vamos Danesa sabes de que estoy hablando, Sarah no tiene una actitud tan orgullosa como ahora.
_De acuerdo tal vez me pase de la mano, pero necesito ajustarle las tuercas a mi sobrino.
_Se que Jareth es algo atrabancado, pero el intenta acercarse a Sarah.
_Si pero no lo hace de la manera apropiada.
_Y para ti ¿Que es apropiado?.
_Que no sea tan osado con ella- dijo Danesa.
_Si tu lo dices ¡Y bien! ¿Cuando me llevo a Sarah a mi castillo? Ya han pasado dos días desde que le ofrecí a venir con migo.
_Hoy mismo si es posible, tengo que hablar con Alfred.
_¿A caso le vas a contar lo que tienes pensado hacer- dijo Aaron.
_Se que suena estupido pero no puedo ocultarle nada a el, y mas cuando Sarah no va estar aquí por algunos días, el tiempo corre contra reloj y no puedo dejar que brujas como yo mueran en manos de centauros.
_Me parece ideal la idea, pero creo que a Alfred no le caerá del todo bien.
_Dejádmelo a mi, yo me encargare- dijo Danesa.

Aaron dejo sola a Danesa en los pasillos del castillo, mientras iba en busca de Sarah. Danesa entro a su habitación y encontró a Alfred leyendo un libro cerca de la chimenea.

_¡Alfred!- dijo Danesa algo nerviosa.
_Mi amor como así por aquí, pensé que estabas paseando por el jardín.
_Si bueno es que yo....
_¿Que te ocurre?
_Alfred tenemos que hablar.
_¡Uyuyui! Eso no suena nada bien.
_Mira se que muchas veces me dijisteis que podía contar con voz ¡verdad!.
_Pues si eso es lo que siempre te he dicho y te dire.
_Pues bien creo que llego la hora de hablar de algo que esta pasando y...
_¿Mi amor que ocurre?
_Necesito salir del castillo por unos días.
_¿Que? Pero ¿Como no entiendo?.
_Hace unos días atrás, me visito Fiona una de las brujas que estaban con migo la noche que ibamos hacer quemadas en la hoguera, vino al castillo a contarme que los centauros quieren matar a unas brujas, por acusación de muerte a uno de ellos, vino a pedirme ayuda y yo me negué al principio, pero después de pensarlo creo que debería ayudarlas- dijo Danesa.
_¡Estas loca! No voy a dejar que arriesgues tu vida así sin mas.
_Alfred entiende algo ellas son mi clan, son iguales que yo y lo peor de todo es que las condenaron a muerte.
_Eso es problema de ellas.
_¡No! También es mi problema, por que yo aquí llena de lujos y vestidos, y ellas están luchando por su vida, se que no todas son buenas, pero eso es problema de brujas no de centauros.
_¿Y que quieres? Morir y dejar esta vida o vivir y disfrutar de ella- dijo Alfred enfadado.
_Quiero que vivan ellas, yo me salve gracias a ti, pero a ellas quien las va a salvar ¡Superman!.
_Escucha quiero que pienses un minuto es las consecuencias que eso te triaría Danesa.
_Ya me arriesgue muchas veces y salí victoriosa de ello, casi muero es verdad, pero prefiero morir con el alma tranquila, que vivir con el dolor de no haber podido ayudarlas cuando mas me necesitaron.
_Igual es arriesgado, no te quiero perder- dijo Alfred con angustia.
_No me vas a perder, siempre estaré a tu lado Alfred, y eso tu lo sabes pero debo hacerlo por ellas, yo pase un día por esto, ahora ellas están sufriendo y quiero saber que hice algo bueno aunque sea por ellas.
_¡Por favor! No lo hagas.
_¡Lo siento! Pero ya es tarde.
_¿Y como vas a salvarlas?- cuestiono Alfred.
_Sarah.
_¡Sarah!- dijo Alfred anonadado.
_Si ella será mi fuente de ayuda.
_Pero...
_Creo que es hora de que ella asuma un papel, que es mas que posible que lo obtenga en caso de que Jareth y ella se arreglen.
_Pues viendo la situación no se que decirte-dijo Alfred.
_Quiero asegurarme de que será una esposa y reina digna para Jareth, nosotros ya cumplimos el deber de cuidarlo y protegerlo hasta donde se nos fue posible, pero es hora de que el rey de este mundo tome las riendas del reino y eso solo lo conseguiremos si mantenemos a Sarah asegurada en su vida.
_¿Y que piensas hacer?.
_Una reina como Sofia era una ayuda para Jack, pues era una bruja al igual que yo, su último deseo fue otorgarle todos sus poderes a la primera mujer que se robara el corazón de Jareth, y esa mujer es Sarah y para lograrlo, debe hacerlo por medio de la reencarnación, si Sofia se reencarna en Sarah, podrá salir de su cuerpo pero regalándole todos sus poderes.
_Es decir que vas a utilizar a Sarah como tu arma de combate.
_Se que es algo tirano de mi parte, pero no puedo dejarlas morir Alfred, dos brujas son mejor que una, y si Sarah accede a pelear junto a mí, podremos salvarlas, yo no elegí a Fiona por que ella mas de una vez nos dio la espalda, y no confío mucho en ella, no es de fiar.
_De todas las cosas me has contado, esta es la mas distrafalaria y loca idea que se te a cruzado por la cabeza, pero no puedo negar que, eres un ser de un corazón tan noble y puro, y eso es lo que te convierte en una bruja extraordinaria, no me equivoque al pedirte que te casaras con migo, me gane la lotería al momento en que me dijisteis acepto.

Danesa al escuchar sus palabras, se acerco a Alfred y le dio un beso en los labios.

_Acepte con todo gusto, por que te amo y siempre te amare- dijo Danesa mientras volvió a besar a Alfred.

Ser una bruja implicaba ciertos sacrificios y Danesa estaba dispuesta a sacrificarse por salvar a las de sus clan.