Laberinto y el regreso de Sarah.

Capitulo 19: Una disputa de amor parte 2

Aaron fue hacia su despacho y entregándole una carta a uno de sus mas fieles lobos, lo mando al otro reino con urgencia.

_Entregale esta carta a Alfred y dile que en cuanto lo lea venga de inmediato a mi reino- dijo Aaron entregadole la carta a su sirviente.

El sirviente se convirtió en un gran lobo negro, que salió en estampida del castillo con la carta amarrada a su cuello. Cuando llego donde Alfred este tomo la carta en sus manos y la leyó.

Rey de los Elfos:

_Te escribo de urgencia por que mi en mi reino tuvimos visitas, y creo que no vinieron con intenciones de hacer la paz con mi manada. Necesito que vengas de urgencia por que tenemos que hablar seriamente.

Att: Aarón Santos rey de los lobos.

Alfred se alisto de inmediato y montado en un corcel blanco, salió del castillo sin ser visto por nadie. Al llegar al castillo de Aaron los guardias lo dejaron pasar de inmediato, colocando al corcel en un establo.

_¡Aaron!- dijo Alfred con una reverencia.
_¡Alfred!- dijo Aaron respondiendo de la misma manera.
_Leí tu carta, y por lo que veo es de urgencia- dijo Alfred.
_¡Si lo es! tuvimos visitas el día de hoy, y no fueron nada agradables, tenemos un serio problema con los lobos de la otra manada- dijo Aaron.
_Supongo que te consideran un traidor por lo que decidieron ajustar cuentas de une buena vez.
_Las cosas se están poniendo mal Alfred mi pueblo esta esperando una respuesta por parte de mi, y créeme que no se que decirles.
_Hay algo que debo contarte- dijo Alfred.
_¿Que cosa?- pregunto Aarón
_Mi esposa me contó que Sofia antes de traer a Jareth a este mundo, realizo un hechizo de reencarnación, para entregarle sus poderes a la primera muchacha que logre enamorar y conquistar el corazón de Jareth, y parece ser que la indicada es Sarah.
_¡La joven!- dijo Aarón asombrado.
_Si la misma, pero para eso Sarah tendrá que aceptar el hechizo impuesto, con la única esperanza de que ella sea quien nos salve de esta fatalidad- dijo Alfred.
_Sofia era como mi madre, una bruja con mucho potencial en la magia, pero lamentablemente la reencarnación que ella utilizo, para un día volver, se complicó causándole la muerte a mi madre sin retorno, creo que no siempre es una buena opción usar el cuerpo de otro para regresar a la vida- dijo Aaron.
_Entonces hay una posibilidad de que Sarah sufra lo mismo que tu madre- dijo Alfred.
_Si hay una gran posibilidad, pero todo dependerá de como Sofia haya ejecutado el hechizo.
_¿Como lo ejecuto tu madre?- pregunto Alfred.
_Ella utilizo un hechizo llamado "Conjuros reecarnaris" es conocido por beber la sangre de un murciélago, para después cortarse una de sus venas,  y la sangre que salga de ella, deberá ser derramada en un objeto de valor que será la entrada a la reencarnación hacia otro cuerpo cuando la persona designada porte el objeto hechizado. En el momento que el cuerpo porta el objeto la persona que realizo el hechizo volverá a la vida a través de esa persona, pero deberá ser alguien con una fuerza de espíritu realmente grande.
_¿Tu crees que Sarah soporte la reencarnación de Sofia?- dijo Alfred.
_No sabría decírtelo, eso ya depende de la fuerza que ella posea pero es muy difícil predecirlo.
_Se ve que ella es muy fuerte, pero Sofia tenia poderes excepcionales y eso la convertía en una bruja muy poderosa.
_Creo que lo mejor es que mantengan una charla con ella, y le expliquen lo que le esta pasando, y reguemos por que lo entienda- dijo Aarón.

Mientras tanto...

Hoggle, Ludo y Sir Didymus se encontraban en la ciudad gobling, discutiendo a puerta cerrada la situación de Jareth con Sarah.

_Esto no esta nada bien- dijo Hoggle.
_Creo que nuestro rey esta tomando malas decisiones con respecto a Lady Sarah- dijo Sir Didymus.
_Jareth es capas de arrancarnos el cuello si se da cuenta de que estamos hablando a sus espaldas- dijo Hoggle.
_Nuestro rey no es malo, solo cumple con su deber de rey- dijo Sir Didymus.
_Si pero a Jareth le pesa demasiado la corona- dijo una voz detrás de ellos.
_¡Harol!- dijo Hoggle sorprendido de verlo.
_"El mismo"- dijo Harol con una sonrisa.
_Sir Harol es un honor volverlo a ver- dijo Sir Didymus.
_El honor es mío Sir Didymus- dijo Harol.

Harol era uno de los goblins mas astutos y audaces del reino, muchas veces se salvo de los múltiples castigos de Jareth, gracias a su inteligencia y agilidad para escabullirse.

_Pensamos que ya ni volverías por estos rumbos- dijo Hoggle.
_Pues creo que nunca es demasiado tarde para regresar a tu hogar "No lo creen- dijo Harol.
_Pues eso es muy cierto- dijo Didymus.
_¿Por que dices que a Jareth le pesa la corona?- pregunto Hoggle.
_El desde niño solía ser muy inquieto, pero jamas supo lidiar con sus emociones, eso lo hace vulnerable a la corona, por que a pesar de su fuerte actitud ante los demás, sus emociones no lo dejan tranquilo, el ama a una joven que lo mantiene en una inestabilidad extrema con el mismo, la corona para el es un peso con el que debe cargar por obligación y no por amor a ella.
_Creo que si Jareth estuviera aquí al primero en lanzar al pantano sería a ti- dijo Hoggle.
_Lo intento varias veces y no lo logro, conozco todas las mañas de Jareth y sus maneras de jugar con un gobling, tal vez por eso es que nunca me a atrapado- dijo Harol con una gran sonrisa.
_De todas formas en bocas cerradas no entran hadas, por lo que tenemos que ser cautelosos y hablar a puertas cerradas antes de que Jareth sepa que de esta conversación- dijo Hoggle.
_Lo mínimo que podemos hacer es no hablar de Sarah hasta saber que Jareth no nos vigila, recuerden que a el no le agrada la idea de que se hable de el y mas si es de asuntos personales- dijo Harol.