Capitulo 23: Un poco de brujeria.

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Sarah estaba mas que indignada por no haber sido advertida antes de lo que iba a suceder si entraba al estanque.

Jareth por su parte se encontraba en su habitación, ordenando algunas cosas en su armario, cuando la reina Danesa entro de un solo tajazo por la puerta.

_¡Acaso no te han enseñado a tocar la puerta!- dijo Jareth enfado.
_¡Acaso no te hemos enseñado a siempre decir la verdad y nada mas que la verdad!- dijo Danesa también enfadada.
_¡De que hablas!- dijo Jareth.
_¿Por que no le dijisteis la verdad completa a Sarah sobre el estanque?
_¡Oh! Vamos por favor vas a cuestionarme solo por eso- dijo Jareth con los ojos entrecerrados.
_¡Jareth! Tu tio y yo te hemos enseñado a siempre decir la verdad completa, no una verdad a medias, has metido a Sarah en un gran aprieto y esta mas que indignada contigo
_¡Ya me lo agradecerá!
_¡Si claro! Tan molesta se encuentra esa muchacha, que dudo que sus agradecimientos a vuestro rey sean del todo amables.
_Le ofrecí un mundo a mi lado y me rechazo, ahora yo cambiare las cartas en el juego.
_Asi no es como se deben deben hacer las cosas.
_¡Tia! Por que no te vas de aquí y me dejas en paz, no estoy para aguantar tus sermones.
_¡Ah no! Pues perfecto entonces me retiro, pero no digas que no te lo advertí.

Danesa salió de la habitación cerrando la puerta, y caminando hacia su habitación, se encontró con Luna, una hermosa goblin de cabello gris y ojos verdes, quien llevaba en sus manos sabanas limpias para cada cuarto del castillo.

_¡Luna! "Un gusto verte"
_¡Lo mismo digo majestad!
_¿Para donde vas?
_Me falta cambiar las sabanas de la habitación de nuestro rey.
_¡Ah! ¿Sabes? Creo que ese cuarto lo puedes dejar pasar por alto.
_¡Pero majestad! Si no cambio las sabanas de mi rey, es capas de mandarme al pantano en un pestañear.
_¡Lo se! Pero aquí yo sigo siendo la reina y mientras el no este casado, mi voz es aceptable en este castillo, por lo tanto déjalo sin sabanas limpias.
_¡Disculpe que me entrometa en asuntos personales! ¿Pero por que de esta petición?.
_¡A sido muy altanero conmigo, y eso no lo voy a permitir en este castillo!.
_¡Muy bien! Pero le advierto que Jareth me va a castigar por esto majestad.
_¡No preocupéis! El no te hará nada por que yo estaré aquí para salir a tu favor.
_He escuchado varios rumores de que una humana entro al bosque de las luciérnagas, los demás goblins están sorprendidos.
_¡Lo se! Pero os pido que tengáis prudencia, lo que hayan escuchado ustedes es mejor que no lo divulguen mas.
_Yo prometo tener mi boca cerrada, pero ojalá que los demás no digan nada.
_¡Tranquila! Déjamelo a mi yo me encargare de eso.

En eso Alfred apareció ante ellas dos y las quedo mirando con cara de asombro.

_¡Luna! ¿Que haces por aqui?
_¡Ehhhh! Cambio las sabanas de las habitaciones mi señor.
_¡Ah! ¿Y tu amor mio?
_Fui hablar con Jareth.
_¡Así! ¿Y que te dijo?.
_Deberíamos hablarlo en privado- dijo Danesa.
_¡Esta bien!- dijo Alfred.

Luna se retiro del lugar dejando a sus altezidades a solas.

_¿Que a pasado?
_Jareth a hecho algo que pone en juego la relación que tiene con Sarah.
_Ya me suponía que Jareth haría una de las suyas.
_¡Alfred! Tenemos que ayudar a Sarah, Jareth perdió la cordura, quiere poner a la muchacha contra la espada y la pared, la hizo bañar en el estanque de los deseos.
_¡Queeeeee! ¿Pero como?
_Por lo que se Sarah se metio en el estanque a ciegas ya que Jareth no le comento toda la verdad.
_¡No debió!
_¡Lo se! Por eso necesito que me dejes arreglar esta situación a mi manera, hizo bañar a Sarah en el estanque de los deseos, para que pidiera un deseo como un enmiendo por lo que Jareth le hizo.
_Si me hablas de brujería mi respuesta es ¡no!
_¡Por favor Alfred! Se que tienes miedo, pero no puedo permitir que le hagan esto a Sarah, ponen a la pobre joven en un aprieto muy grande, Jareth y el estanque están sujetados a Sarah, necesito arreglar esto ya que nuestro sobrino quiere esclavizarla a su lado y eso no lo voy a permitir si no hay amor verdadero.

Era verdad Alfred tenia miedo de que su esposa hiciera brujería y que fuera condenada a muerte por ello, pero tenia que admitir que su sobrino se había pasado de la raya.

_¡Esta bien! Pero quiero que me prometas que no afectará a nadie lo que intentaras hacer, no quiero poner tu vida en juego.
_¡Lo prometo!- dijo Danesa.

Cayendo la noche Danesa salió de su cuarto sin ser vista por nadie, y poniéndose una capucha negra camino hasta su habitación de hechizos donde prendió el caldero dejándolo calentar por algunos minutos.
Abrió un armario donde saco varias hierbas y algunos frascos llenos de pociones, puso todo en una mesa y fue colocando cada cosa en el caldero como si ella misma supiera la receta sin necesidad de leer un libro.

_"Reina soy, reina seré y de un sorbo me convertiré".

Danesa tomando un frasco pequeño, agregó en el la poción creada en el caldero y la cerro con un corcho, guardándola en el bolsillo de su capucha.

A la mañana siguiente, el desayuno estaba  servido en la mesa, pero aun no llegaba Sarah ni Alfred, así que decidió tomar asiento y mientras se aseguraba de que no viniera nadie, saco el frasco de su vestido y lo mezclo en la bebida de Sarah el cual ella misma se lo serviría. Cuando los demás llegaron a la mesa, Danesa se encargó de atenderlos, mandando a los goblins a descansar por un rato, Sarah vestida de color pastel y con el cabello ondulado y adornado com flores, se sentó del lado derecho de Alfred, mientras que Danesa con mucho cuidado les servia la comida a los dos.

_Comed todo lo que queráis, hay suficiente para todos- dijo Danesa sirviendo los platos.

Cada uno comía con gusto su desayuno, mientras que Danesa colocaba los vasos de jugo en la mesa, sirviéndoles a Sarah y a Alfred sus vasos correspondientes. Sarah al ver el jugo tomo un sorbo de el y después de cinco minutos, comenzó a sentir una necesidad de dominio y seguridad dentro de ella, que ni la misma Sarah poseía hasta que se dio lo inevitable.

Laberinto y el regreso de Sarah.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora