Always | Carl Grimes (Pausada)

LXIX: Be alright.

Su cabello estaba un poco más largo, pero todo en él seguía completamente igual... tan jodidamente perfecto como lo recordaba.
Su mano bajó el arma, mientras que sus ojos seguían clavados en mi. Podía notar como su mirada se cristalizaba cada vez más.
—¿Sophie? —Su voz sonaba temblorosa, a punto de romperse.

Mi corazón dió un vuelco al escucharlo pronunciar mi nombre. Habían pasado meses.
Meses deseando que él estuviera aquí, a mi lado.
Meses, anhelando escuchar su voz una vez más.
Meses, soñando con aquella mirada azul que tanto amaba.
Y aquí estaba...
Parado justo frente a mi.

Me puse de pié mientras que con mi mano intentaba tomar la suya, buscando hacer contacto con su piel. Apenas logré rozar su piel fría, cuando él retrocedió un poco dándome una mirada afligida.  
—Carl. —Pronuncié en un murmuro, pero había sonado más como una súplica. Por Dios, moría de ganas de abrazarlo, besarlo y asegurarme de que no se alejara de mi nunca más, pero todo lo que tuve en respuesta fue una mirada insegura.

¿Qué significaba eso?

¿Qué no se alegraba de verme?

¿Qué a caso no me recordaba?

No, claro que me recordaba.
Él había pronunciado mi nombre.

Miré sus ojos, tratando de buscar una respuesta a todas mis preguntas pero él tan solo miró hacia otro lado, como intentando ocultar algo.
—Carl.—Lo llamé nuevamente, tratando de tomar su mano a lo que él retrocedió nuevamente. —¿Qué...? —Me obligué a cerrar la boca al ver a la chica rubia se acercarse con velocidad a él.

Y entonces lo entendí todo.

Ella lo abrazó, rodeando su cuerpo con sus manos.
—Gracias, cariño. —Murmuró. —Por un momento creí que iba a matarme.

Mi corazón se partió en miles de pedazos al ver a Carl abrazándola de vuelta, colocando sus brazos sobre su cintura.

Dime que esto es una mentira.

Por favor, Carl.

Dime que no es lo que estoy pensando.

Mantuve mi mirada sobre él, buscando hacer contacto con la suya una vez más, pero él tan solo la mantuvo sobre el suelo.

Cobarde.

Era un jodido cobarde.

Escuché pasos apresurados acercarse a donde estábamos. Retiré las lágrimas de mis mejillas antes de girarme.

Mentiría si dijera que no dolía como la mierda.

Mi mirada hizo contacto con un par de ojos azules, quien me miró completamente sorprendido. Vi cómo daba una mirada rápida detrás de mi, antes de volver a conectarla con la mía, supuse que había mirado hacia su hijo con la rubia chica. Él siguió avanzando hacia mi, abriendo sus brazos para después envolverme en un abrazo.
—Me alegra tanto verte de nuevo, Sophie. —Soltó Rick, rompiendo aquél abrazo después de unos segundos.

Mi boca no era capaz de soltar una palabra pues sentía un gran nudo en mi garganta. En mi pecho, había una mezcla de emociones; tristeza, confusión, enfado, decepción... y a pesar de todo aquello, me sentía feliz por haberlos encontrado con vida.
Me obligué a darle una sonrisa en respuesta, pero sabía que eso no estaba ni cerca de parecer una. Rick me miró a los ojos durante unos segundos, como si intentara de disculparse conmigo.
—¡Sophie! —Escuché una voz femenina llamarme con felicidad, haciéndome apartar la mirada de Rick.