LXXVII: Broken heart.

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Conforme avanzábamos por el pasillo, podía escuchar los gruñidos de más caminantes.
Carl me hizo una señal de silencio, llevando su dedo índice a sus labios. Asentí y tomé la navaja de mi cintura, a la vez que daba un vistazo rápido a mi alrededor. Noté como justo al frente de nosotros se encontraba un viejo elevador, mientras que al final del pasillo había una gran puerta de acero. Una pequeña sonrisa iluminó mi rostro al ver un letrero de "exit" justo encima de ella. Con mi codo, llamé la atención de Carl, quien giró hacia mi al instante. Alcé mi mentón en dirección a la puerta, indicándole que mirara hacia el fondo del pasillo, él sonrió al verlo. Antes de avanzar, Carl caminó hacia la puerta metálica a su derecha, dando un vistazo a través de la ventanilla. Carl no tardó en volver hacia mi rápidamente, tragando saliva con dificultad.

Algo andaba mal, sin dudas.

Fruncí el ceño mientras tomaba el lugar de Carl para poder mirar a través de la ventanilla. Un grupo de caminantes se encontraba detrás de aquella puerta. Eran treinta... o quizás cuarenta, los cuales parecían no estar enterados de nuestra presencia.
El plan en mi mente parecía sencillo: Caminar sigilosamente hasta la puerta de salida. Salir e ir a la parte principal del centro comercial para así distraer a los caminantes logrando que Glenn y los demás pudieran salir de aquí.

Muy sencillo, ¿no?

Caminamos con sigilo, tratando de no pisar los pequeños trozos de vidrio sobre el suelo. Una sonrisa se formó en mi rostro al estar frente a la puerta, pero todo se vino abajo cuando esta no abría lo suficiente.

—Mierda. —Maldije. —Hay algo obstruyendo del otro lado.

Carl empujó la puerta junto a mi, logrando que la puerta chocara una vez más y llamara la atención de los caminantes, los cuales no dudaron en venir hacia nosotros.

Tragué saliva mientras tomaba mi navaja una vez más.

No teníamos salida.

Vamos, Sophie.

Piensa, piensa.

Mis ojos volvieron a aquél elevador.

¡Eso es!

—¡Al elevador! ¡Corre!

El ojiazul corrió junto a mi. Entramos en él mientras que con mi navaja me deshacía de algunos caminante, rápidamente cerramos aquellas puertas metálicas, impidiendo que los caminantes pudieran entrar. Solté un gran suspiro mientras me dejaba caer al piso de aquél elevador, escuchando a los caminantes arañar la puerta.

—Bien. ¿Y cuál es el plan? —Escuché al ojiazul soltar en mi dirección. —¿Cómo saldremos de aquí?

Fruncí mi ceño mientras miraba hacia él. 
—¿Yo como voy a saberlo? Mi plan era entrar aquí para no ser la cena de los caminantes. Eso no incluía un plan de salida.

Carl se sentó a mi lado mientras que llevaba su mano a su pantalón y sacaba aquél walkie-talkie que Rick le había dado unas horas antes.
—¿Papá? ¿Estás ahí? —Habló hacia aquél aparato. —Estamos encerrados en el centro comercial. Bueno, Sophie y yo estamos en un elevador, pero estamos bien. Hemos encontrado una salida de emergencia en la parte trasera del centro comercial pero está bloqueada por el otro lado, ¿Crees poder ayudarnos?

Hubo unos segundos de silencio.

—¿Papá? ¿Estás ahí?

Más segundos de silencio.

—¿Papá?

—No creo que eso esté funcionando bien. —Le interrumpí. —Estoy segura que Rick ya hubiese contestado.

Carl soltó un suspiro, recargando su cabeza sobre la pared y perdiendo la mirada en el techo. Lo miré de reojo, admirando aquella nariz respingada y labios rosados.

Mierda.

¿Cómo es que podía verse tan bien en un apocalipsis?

Estoy segura que no me veía ni la mitad de bien de lo que él se ve. Mi cabello está enredado y mi cuerpo lleno de suciedad.

Retiré mi mirada en cuanto lo sentí volverse a mi y un silencio inundó nuevamente el lugar.
Pensé en todo lo que había pasado en esta última hora. Carl había regresado por mi al darse cuenta de mi ausencia, él había salvado mi vida y yo ni siquiera le había agradecido.

¿Debería hacerlo?

Bueno, quizás no estaría mal.

—Yo... —Ambos soltamos al mismo tiempo.

—Oh, lo siento. —Soltó Carl.

—No, está bien. —Hablé. —Dilo tu primero.

Carl respiró profundamente para después posar su mirada azul sobre mi.
—Solo quería disculparme contigo. —Confesó. —Tenías razón, fue muy imprudente de mi parte decirte todo eso cuando te vi con Ashton. Actúe como un niño celoso y hablé sin pensar. Lo siento.

Vaya.
Eso sin dudas no me lo esperaba.

Asentí mientras miraba mis manos.
—Yo solo iba a darte las gracias... Arriesgaste tu vida solo por ayudarme.

Carl asintió.
—Hablaba en serio cuando te dije que yo daría mi vida por ti, Sophie. —Murmuró en respuesta. —Le prometí a tu hermano que te cuidaría.

—No tienes que hacerlo por Jesús, él ya no está aquí ahora.

—No lo hago solo por él. —Respondió, conectando su mirada con la mía. —Me importas, Sophie.

Y este hubiese sido el momento perfecto en el que nos abrazábamos y besábamos mientras nos jurábamos amor eterno, si las circunstancias fueran otras. Sin embargo, nada de esto era así.
Él tenía a alguien más...
Y yo solo tenía un corazón roto.





Ya volvió por quien lloraban uwu.
Primero que nada les debo una disculpa, en verdad que estos meses he tenido muchos pendientes que me impedían escribir (también un bloqueo bien horrible) pero muchas gracias a todxs las personitas que se tomaron el tiempo en mandarme mensajitos de apoyo. En verdad, muchas gracias. Las amo mucho 😭
Para compensar todo este tiempo, estoy trabajando en traerles un especial de capítulos.. En verdad quisiera acabar este fanfic antes de que se acabe el año y haré todo lo posible para que así sea.
MUCHAS GRACIAS POR LEER Y POR SU GRAN PACIENCIA.

Always | Carl Grimes (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora