Always | Carl Grimes (Pausada)

LVI: Broken.

Luego de caminar durante 20 minutos o incluso un poco más, nos detuvimos. Jack se sentó sobre un tronco en el piso, llevando sus manos a su pierna derecha y soltando pequeños gemidos de dolor.

Ashton rápidamente se acercó a él.
—Mierda. Estás sangrando, amigo.

—Sí... —Asintió Jack con una mueca en su rostro. —Supongo que eso es lo que pasa cuando te cae una jodida torre de vigilancia encima.

Rápidamente giré sobre mi misma, dispuesta a volver.
—Hey, ¿qué estás haciendo? —Ashton se apresuró tomando mi mano e impidiéndome avanzar.

—Carl sigue ahí. —Dije, deshaciéndome de su agarre. —Debo volver.

—Sophie, ¿a caso no viste la cantidad de caminantes qué hay allá? —Preguntó al borde de la desesperación. —Es una maldita locura, no podemos volver.

—No estoy pidiendo que vengan conmigo. Simplemente no puedo quedarme aquí sentada esperando a que él regrese. —Tragué saliva, sintiendo aquél jodido nudo en mi garganta. —Ni siquiera sabemos si logró salir de ahí.

—Sophie... —Intentó intervenir Jack.

—Debo volver. —Repetí, sintiendo las lágrimas bajar por mis mejillas. —No voy a dejarlo.

—Y yo no voy a dejar que mueras haciendo una jodida locura. —Ashton respondió con el ceño fruncido.

Suspiré, mirando la gran cortina de humo que se asomaba entre los árboles a metros de nosotros.

Max comenzó a ladrar, haciendo que nos sobresaltáramos. Unos pasos a nuestra derecha hicieron que nos pusiéramos alerta. Tomé mi cuchillo con fuerza, preparada para atacar si era necesario. Ashton apuntó con su arma a los árboles, notando algunas siluetas acercarse a nosotros.

Una sonrisa apareció en el rostro del ojimiel al ver a su hermana menor saliendo del bosque. Clarke rápidamente se acercó a Ashton, abrazándolo.
Daryl, Carol y Eugene venían a sus espaldas.

—¿Dónde están los demás? —Preguntó Daryl, mirando a su alrededor.

—No lo sabemos. —Respondí con un hilo de voz.

Miré a Jack.
Su rostro estaba cada vez más pálido.

Mierda.

—¿Jack? —Lo llamé, completamente preocupada.

Ashton se separó de Clarke para acercarse al ojiverde, quién parpadeó varias veces tratando de mantenerse despierto.
—¿Sí? —Balbuceó.

Carol se acercó a él, analizando su herida.
—Necesitamos hacer presión en su pierna, está perdiendo mucha sangre.

Rápidamente quité mi blusa de cuadros, quedando con una camiseta negra debajo.
—Amárrala alrededor de su pierna. —Dije, alzando la prenda hacia Ashton. —Eso debería detener el sangrado.

Ashton asintió y amarró la prenda alrededor de la herida, provocando algunos gemidos de dolor por parte de Jack.
—No bastará. Necesitamos medicamentos para coser su herida. —Habló Carol. —Tenemos que actuar rápido o se desangrará.

—¿Y de dónde mierda sacaremos medicamentos? —Ashton gruñó. —Alexandria no es más que cenizas.

—Podríamos volver. —Sugirió Clarke. —Si tenemos suerte, el fuego quizás no tocó la farmacia.