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—¿Qué demonios haces en mi casa? —Pronuncié, quitando el seguro de mi arma y apuntando a la cabeza de aquél extraño.
Él giró un poco su rostro. —Uhm, estaba en la escalera, observando ésta pintura... —Explicó, alzando el pequeño cuadro que yacía entre sus manos. —y esperando que tus padres se vistieran. —Fruncí mi ceño, sin bajar el arma. —Hola, soy Jesús.
¿Qué?
Unos pasos a mis espaldas me hicieron girar. Mi padre salió de su habitación mientras se ponía su camiseta y para mi sorpresa, Michonne detrás de él.
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Daryl, Glenn, Abraham y Rosita no tardaron en aparecer por la escalera, apuntando con sus armas. Sus ceños fruncidos cambiaron a uno de sorpresa al ver a mi padre y Michonne.
—Están bien equipados, pero tienen pocas provisiones... muy pocas para todos ustedes. —Habló "Jesús". —¿Son 54?
—Somos más. —Añadió Maggie.
Quería enfocarme en la conversación pero no podía, en mi mente todavía estaba aquella escena. Sonreí apenas perceptiblemente mientras miraba a Michonne, ella se removió en su lugar, algo incómoda.
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