XXXI: Say Walkers!

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—Hicimos un trato. Nos darán comida, pero no la  regalarán. Esos salvadores casi matan a Sasha, Daryl y Abraham en la carretera. —Habló Rick frente a todos nosotros.

Instantáneamente sentí la mirada de Jack sobre mi al escuchar aquél nombre.
"Salvadores"

Los murmullos de los Alexandrios no tardaron en hacerse presentes.
Suspiré, mirando mis dedos.
No estaba tranquila con aquella idea.
Pero no había otra opción.
Y no había marcha atrás.
Carl tomó mi mano, dándole un suave apretón. Giré a mirarlo con una pequeña sonrisa sobre mi rostro. Él imitó mi gesto.

—Tarde o temprano encontrarían Alexandria, habrían matado a algunos de nosotros o a varios para tratar de dominarnos, y nosotros trataríamos de defendernos... —Continuó. —Pero entonces, luchando de esa manera, mal alimentados... seríamos un blanco fácil y habríamos perdido.

Eso era cierto.
Aunque no hubiésemos hecho el trato con Hilltop, los salvadores no tardarían en descubrirnos... tal y como me encontraron a mi años atrás —y que afortunadamente pude escapar—.

—Este es el único modo. Y tenemos que hacerlo. —Habló Rick.

Todos asintieron, dispuestos.
—¿Y cómo lo haremos? —Pregunté sintiendo la mirada de Jesús sobre mi, el cual frunció levemente el ceño en mi dirección.

—Ya tenemos un plan. —Rick asintió, colocando las manos sobre su cadera. —Ellos quieren la cabeza de Gregory, el encargado de Hilltop. Se la daremos. Tomaremos la de algún caminante, el más parecido a él. Los engañaremos, pero debemos hacerlo por la noche para no correr riesgos. 

—Hará falta alguien vigilando en el perímetro. Yo puedo hacerlo. —Comentó Maggie mientras se ponía de pie y alzaba su mano. Rápidamente la miré. Estaba embarazada, no debería arriesgarse de ésta forma. Su mirada no tardó en hacer contacto con la mía. —Sería seguro... más seguro.

Suspiré. No iba a dejarla sola.
—Yo puedo ir con ella. —Hablé, poniéndome de pie. Tres pares de ojos se dirigieron a mi rápidamente; Jack, Jesús y Carl.

—Y yo. —Añadió Carol.

Rick asintió.
—De acuerdo.

—¿Cuándo será? —Pregunté, mirándolo. Los nervios me consumían.

—Hoy por la noche. —Respondió, asintiendo con su cabeza. —Podemos hacerlo.

(...)

—¿Salvadores? —Preguntó Jack al borde de la desesperación. —¿Estamos hablando de los mismos tipos que intentaron matarte hace años?

Asentí, respirando profundamente.
—Ellos son peligrosos.

—Todo esto es peligroso, Sophie. —Dijo, pasándose su mano por su pelo y sentándose sobre el escritorio de su habitación. —Esto es una completa locura.

—Tenemos que hacerlo.

—No tenemos que hacerlo. Son solo unas jodidas latas de comida ¿En serio eso vale más que la vida de todos nosotros? —Preguntó, cruzándose de brazos.

—También lo pensé pero ¿no escuchaste a Rick? les hubiera bastado unos días más para que ellos nos encontraran. El haber hecho el trato con Hilltop no iba a cambiar absolutamente nada en nuestro destino, pero si puede darnos ventaja. —Dije. —Tenemos las armas y ahora la comida. Podemos hacerlo. Tenemos que luchar...

—No estamos luchando por nada, Sophie...estamos asesinando. Y sin tener alguna razón. —Me interrumpió.

—¿Amenazar y matar a las personas de Hilltop no es una razón?

—Nosotros no somos de Hilltop. —Recalcó.

—Pero mi hermano sí. —Respondí, frunciendo el ceño.

Él suspiró.
—Sé que no quieres hacerlo, y yo tampoco. —Murmuró.

—Tenemos que hacerlo, por Alexandria... pero nadie te está obligando a ir. —Solté y salí de la habitación.

No me molestaba el hecho de que Jack no nos acompañaría a nuestra lucha con los salvadores, para nada. Pero si me molestaba la poca importancia que tenía hacía la vida en Hilltop. Había muchas buenas personas viviendo en esa comunidad, personas que luchaban por salir adelante y los salvadores se estaban aprovechando de aquello, matando a su gente y llevándose sus provisiones. Era inaceptable.

Mi mirada fue hacia la casa de Carl, quién estaba sentado en los escalones de ésta con Judith en sus piernas. Sonrió ampliamente mientras elevaba una cámara y sacaba una foto con la pequeña, no dudé en acercarme a él con Max junto a mi. La cámara instantánea arrojó la foto y el castaño la tomó para después observarla.
Él llevó su vista hacia mi al notarme y sonrió. Me senté junto a él.

—¡Di "caminantes"! —Dijo, elevando la cámara una vez más y sonriendo en su dirección. Acerqué a Max hacia mi y sonreí a la cámara.

Él bajó la cámara y tomó la foto que salía de ella. La observó durante unos segundos para después alzarla hacia mi.
—Ésta me la quedo yo. —Hablé mirando la foto y guardándola en mi bolsillo. Él sonrió.

Llevé mi vista hacia el cielo. Era un bonito día, no debían ser más de las 12 de la tarde.
Escuché un suspiro por parte de Carl.
—Atacaremos por la noche. —Dijo.

Asentí.
—Lo haremos.

—Esos hombres... son los salvadores de los que me hablaste ¿cierto? —Preguntó. Volví a asentir, frunciendo mis labios. —Hey, todo estará bien.

—Eso espero.

Pero algo me decía que eso no sería así.

Nos quedamos en silencio durante unos momentos, escuchando los balbuceos de Judith y viendo como acariciaba la cabeza de Max.

—¿Cuándo fue la última vez que te divertiste? —Preguntó en un murmuro.

Lo miré algo confundida por su pregunta. Pensé durante unos segundos, sin embargo no podía recordarlo.
—Sinceramente, no lo recuerdo. —Respondí de la misma forma.

Él asintió ante mi respuesta.
Rick salió de la casa, nos saludó y tomó a Judith entre sus brazos para después caminar lejos de nosotros.

Carl se puso de pie y me tendió su mano.
—Vamos.

—¿A dónde? —Pregunté.

Él encogió sus hombros con una sonrisa en su rostro.
—No lo sé... Solo cruzaremos el muro y buscaremos algo divertido.

—Pero...

—Volveremos antes de que anochezca. —Añadió.

Lo miré divertida por su comportamiento, sin embargo tomé su mano y me puse de pie.

Always | Carl Grimes (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora