Always | Carl Grimes (Pausada)

XV: Confused.

—Esto es una mala idea. —Murmuré nerviosamente con mi mirada puesta sobre el caminante que se acercaba a nosotros cada vez más, provocando que Carl soltara una pequeña risa y apunté al caminante con la pistola.

Después de todo, accedí a que Carl me enseñara a usar un arma.
Aunque no quería hacerlo, sabía que él tenía razón al decir que no siempre una navaja podría salvar mi vida. Además, serviría para distraerme un poco. La muerte de mi padre me había afectado mucho, estuve semanas en casa, llorando.

Hasta que decidí no hacerlo más, ya había llorado suficiente y eso no iba a devolverme a mi padre.

Carl se había encargado en no dejarme caer nunca, siempre tenía las palabras adecuadas para hacerme sentir mejor y estaba completamente agradecida con él. Jack y Enid también habían sido de gran ayuda en estos momentos.

Y Ron... Él estaba cada vez más distante, pero lo comprendía. Probablemente él estaba igual que yo o incluso peor. Ron también había perdido a su padre pero... de una forma diferente y a nadie le había importado su muerte. Sé que suena horrible pero era cierto. Pete (el padre de Ron) mató a Reg, el esposo de Deanna, una persona noble y quien hizo mucho por esta comunidad.
Y si, tal vez había sido un accidente pero eso no remediaba nada. Se ganó el odio de casi toda la comunidad.

—Sostén el arma con tus dos manos, justo enfrente de ti. No pongas el dedo en el gatillo a menos que estés lista para disparar. —Habló Carl a mi lado, sacándome de mis pensamientos.

Asentí y me acomodé en mi lugar.
—¿Así? —Pregunté. Sentí la respiración de Carl en mi cuello, mientras que sus manos acomodaban el arma entre las mías. Un escalofrío recorrió mi espalda y sentí mis manos sudar.

—Cuando estes lista. —Me murmuró a la vez que se alejó de mi.

Tragué saliva con dificultad, tratando de enfocarme en el caminante que estaba cada vez más cerca. Apreté el gatillo, la pistola con silenciador soltó aquella bala la cual y apenas rozó el hombro del caminante.

Hice una mueca a la vez que volvía a apuntar y de nuevo, apreté el gatillo. Esta vez, la bala fue a su cuello.

—La tercera es la vencida. —Soltó Carl con diversión. Bufé y apunté una vez más. Solté un gritito de emoción cuando la bala dió justo en su frente. Carl soltó una carcajada por mi reacción.

Caminamos de regreso a la comunidad y cruzamos el muro.
—Bueno, te veo mañana. —Se despidió. Asentí en respuesta y dejó un casto beso en mi mejilla.

Él comenzó a caminar lejos de mi y yo solo mantenía mis ojos en su espalda, viendo como se alejaba cada vez más.
Pero, no quería que se fuera. Y antes de que siquiera pudiera pensar en alguna excusa, mis labios pronunciaron su nombre.
—Carl. —Lo llamé a lo que él se giró en mi dirección.

Demonios, Sophie.

Me quedé perdida en mis pensamientos, sintiendo su mirada azul sobre mi.
—¿Sí?

¡Vamos, Sophie! Solo, di algo.
Quizás debería invitarlo a jugar con Max... o a cocinar spaghettis.

Que patética eres, Sophie.

Abrí mi boca, sin saber exactamente qué decirle cuando noté a Enid acercándose.

Ella nos sonrió sin mostrar sus dientes.
—Hola, Soph. —Me saludó para luego dirigirse al ojiazul. —¿Listo? —Le preguntó, él asintió y volvió su vista a mi.