XI: I told you.

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—Necesitas curar eso. —Carl señaló mi mano, dejando su pistola en la mesa de la armería.

—¿Qué sucedió? —Preguntó Glenn acercándose a mi.

—Rompí una ventana y al intentar cruzar me corté con los vidrios.

—Carl, ve con ella a la enfermería. Denisse debe estar ahí, ella puede ayudarla. —Habló y Carl asintió.

Caminamos a la enfermería y Denisse retiró algunos vidrios que seguían dentro de mi piel, colocó algo de agua oxigenada y cubrió mi mano con una venda.

Desperté por la mañana, tomé una ducha, me vestí y bajé a la cocina en busca de comida. Una vez que terminé de comer, lavé mis dientes y me dirigí hacia la sala, Max yacía sobre el sillón.
—¿Quieres salir a caminar, Max? —Pregunté y éste se puso de pie rápidamente para comenzar a seguirme.

Algunos habitantes de Alexandria caminaba por las calles, paseaban a sus perros o simplemente permanecían sentados en los escalones de su entrada mirando el día nublado.
Metí las manos a mis bolsillos mientras pateaba alguna que otra piedra que se atravesaba en mi camino.
Levanté mi vista y mi mirada se cruzó con la ojiverde. Enid me miró unos segundos.
Traté de sonreírle pero creo que fue más como una mueca. Ella bajó su vista y se dio la vuelta.

Quería detenerla. Quería hablarle, pues extrañaba aquellas conversaciones que solíamos tener. Realmente echaba de menos su compañía.
Solté un suspiro cansado mientras veía como saltaba el muro. Tal vez ella y yo no tuvimos un buen inicio, pero se había convertido en una persona especial para mi. Ella me apoyaba en todo momento y ahora solo vivía con una idea equivocada sobre mi. Y lo peor de todo es que ambas éramos tan orgullosas como para intentar arreglarlo.
Pero no debíamos arruinar nuestra amistad solo por un tonto chico.
Tenía que hacerlo. Tenía que intentar hablar con ella.
Al menos una última vez.

Llevé mi vista al muro de nuevo, pude observar a Carl escalándolo rápidamente y tomando el mismo camino que Enid. Fruncí mi ceño levemente, al igual que mis labios.

¿Ellos eran amigos?

Carl no me había hablado sobre eso.

Carl no tiene por que decirte con quien se relaciona.

Sacudí mi cabeza y decidí seguir el camino a casa.

—Sophie. —Escuché una voz masculina llamarme. Alcé mi vista, encontrándome a Jack.

Lo miré durante unos segundos para después sacarle la vuelta y comenzar a caminar nuevamente.
—Espera, por favor. —Me detuvo, tomándome del brazo. Retrocedí un poco, dejando mi brazo fuera de su alcance. Él suspiró. —Lo siento. —Soltó. —Lo que dije el otro día... no es lo que quise decir, Sophie. —Sentí mis ojos arder y un pequeño nudo en mi garganta. —Es solo que me preocupo por ti y... en serio no quiero perderte.

—Evitar que salga de Alexandria no ayudará en nada, Jack. —Murmuré. —¿Qué pasaría si un día una horda logra entrar? —Le pregunté. —Nadie aquí sabe defenderse, nadie aquí sabe sobrevivir y yo... —Suspiré. —Yo no quiero olvidar lo que viví allá afuera.

Él asintió levemente, comprendiendo lo que quería decirle.
—Estuve pensando en ello y... tienes razón. Lo siento. No debí haber actuado de esa forma, no medí mis palabras y es por eso que te debo una disculpa. Nunca fue mi intención hacerte sentir mal.

Asentí.
—Bien.

—¿Crees que puedas enseñarme? —Preguntó, rascando su nuca. —Es decir, si he matado algunos caminantes pero... fue hace mucho tiempo.

Always | Carl Grimes (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora