Always | Carl Grimes (Pausada)

V: I see you.

Multimedia: Max.

Caminé por las calles de Alexandria, viendo como Max olfateaba todo a su paso. Hablábamos cosas sin sentido, cuando vimos a Ron saliendo de su casa, saludándonos con su mano a lo lejos y regalándonos una sonrisa. Repetí su gesto, llevando mi mirada a Enid.

—Cuidado, que se te cae la baba. —Bromeé a su lado.

Ella mordió su labio inferior, llevando su vista al piso.
—Cállate. —Soltó, divertida.

—Oh, vamos. Deberías decírselo. —Le dije, ella llevó sus ojos verdes a mi.

—Él no siente lo mismo por mí.

—¿Qué te hace pensar eso? —Ella alzó sus hombros, sin ganas.

—Nunca ha mostrado algún interés. —Respondió.

—Tal vez sea tímido. —Le respondí, levantando mis hombros levemente.

—¿Y tú? —Preguntó ella, con una sonrisa pícara. —¿Qué me dices de Jack?

Abrí mis ojos sorprendida.
—¿De qué hablas? Es solo mi amigo.

—Todo el tiempo están riéndose.

—¿Y eso significa que me gusta? —Pregunté frunciendo mi ceño, confundida.

—Harían linda pareja, solo digo.

—Estás loca. —Reí, deteniéndonos justo enfrente del muro.

—¿Van a salir otra vez? —Preguntó una voz a nuestras espaldas, haciéndonos girarnos algo asustadas.

—¿Nos estás siguiendo acaso? —Pregunté con una ceja alzada mirando a Ron.

Él soltó una risa seca.
—En realidad quería hablar contigo. —Dijo. Llevé mi mirada a Enid, quien levantó sus hombros sin importancia.

—Iré yo sola esta vez, no te preocupes. Será para la próxima. —Seguido a esto comenzó a escalar el muro para después perderse de nuestra vista.

Regresé mi mirada al chico frente a mi.
—¿De que quieres hablar? —Pregunté, comenzando a caminar nuevamente junto a Max. Ron caminó a mi lado, siguiéndome.

—Bueno, no sé cómo decirte esto exactamente.

—Habla ya, me estás poniendo de nervios. —Le dije, él suspiró.

—Me gustas. —Soltó, deteniéndose justo en medio de la calle de Alexandria. Lo miré, sin poder creerlo.

¿Qué?
Pero mi mente recordó una persona.
Enid.
Oh, no.

Abrí mi boca para hablar, pero las palabras no salían. Realmente no esperaba esto.
Ron era un chico lindo, claro. Pero no me gustaba, en lo absoluto. Ni siquiera había pensado en enamorarme de alguien a mis 18 años. Mucho menos si vivimos en un mundo tan mierda como éste.
—Ron, yo...

—Desde el primer día en que te vi, Sophie. Estuve tantos meses planeando en decírtelo pero simplemente no me animaba. —Habló, mientras rascaba su nuca con nerviosismo. —¿Crees que... me pudieras dar una oportunidad?

—Ron, yo en verdad lo... —Comencé a decir, pero un fuerte sonido me hizo callar. La puerta de Alexandria siendo abierta llamó nuestra atención. Miré a Ron algo confundida y nos acercamos a Aaron, quien acababa de entrar.

—Tenemos nuevos integrantes. —Habló éste, sonriente.

Fruncí mi ceño, mirando nuevamente hacia la gran puerta de metal y a las personas que estaban entrando a la comunidad. Un hombre de barba con una pequeña en brazos, una mujer de tez oscura, una chica castaña de ojos verdes, un asiático...