Always | Carl Grimes (Pausada)

VII: Bubblegum.

Bostecé, mientras tallaba mis rostro con mis manos. Me puse de pie y me di un baño, me puse ropa limpia y bajé las escaleras. Noté a Enid sentada a lo indio en el sofá mientras miraba sus dedos, completamente perdida en sus pensamientos.

—Buenos días. —Saludé, ella se limitó a ponerse de pié y caminar hacia la cocina.

La seguí con el ceño fruncido al no tener respuesta de su parte.

¿Había sucedido algo?

Tomó un plato con cereales para después ponerle leche y girarse, dispuesta a subir a su habitación.
—¿Qué es lo que pasa? —Pregunté, sin embargo sólo hubo silencio. Me quedé en mi lugar, viendo como subía las escaleras.

Si había algo que me molestara, sin dudas era que me ignoraran. Y era evidente que Enid estaba ignorándome.

Pero, ¿por qué?

Respiré profundamente con la vista aún sobre las escaleras. Por un momento quise subir a su habitación y preguntarle acerca de su actitud hacia mi, pero quizás algo malo le había sucedido y solo necesitaba tiempo a solas.

Bufé pesadamente mientras salía de la casa, con miles de preguntas en mi mente.
—¡Soph! —Escuché la voz de Ron llamarme. Me giré casi al instante. Él se acercó a mí con una sonrisa, tomándome de la cintura. Mi cara de confusión cambió a una de terror cuando lo vi acercándose a mi, dispuesto a besarme.

—¡¿Qué se supone que haces!? —Alejé sus manos de mi cintura y di un paso hacia atrás, completamente conmocionada.

Él frunció su ceño.
—Solo quería besarte. —Respondió, confundido. —Si tú y yo comenzamos a salir, eso debería ser normal entre noso...—

—Espera... ¿Qué? —Le interrumpí. —¿Tú y yo? ¿De qué hablas, Ron?

—Creí que después de haberte confesado lo que sentía por ti, tu... —Él se calló al verme llevando mi mano a mi frente.

Ahora lo entendía.

Ron había malinterpretado todo.
Había creído que yo le correspondía cuando ni siquiera hubo una respuesta de mi parte.

—Ron, escucha... —Suspiré, tratando de buscar las palabras correctas. —Lo siento si te hice creer que tenía algún interés en ti, pero no es así. —Solté, tratando de ser lo más amable posible. —Solo te veo como un amigo, y no estoy segura de poder verte como algo más.

—Pero ni siquiera me has dado la oportunidad, Sophie.

—Lo siento, Ron, en verdad. Espero que lo entiendas. —Le dije, dándome la vuelta dispuesta a irme. Sin embargo, una duda vino a mi mente, haciéndome volver a él. —¿Le dijiste algo de esto a alguien?

Él alzó sus hombros de mala gana.
—A Enid solamente. —Respondió.

—¿Qué? —Pregunté atónita.

Él asintió.
—Es mi mejor amiga, tenía que contarle. —Explicó.

Resoplé dejando en claro mi estrés.
Genial.

Enid estaba molesta conmigo porque creía que yo salía con Ron. Ella creía que yo la había traicionado, luego de haberme confesado que a ella le gustaba. Y eso no era lo que había pasado en realidad.

—Sophie... —Él intentó tomar mi mano, pero me aparté molesta. —¿Que hay de malo con eso? —Preguntó pero lo ignoré.

—Jódete, Ron.

Caminé lejos de él apretando mis puños, completamente molesta.