Always | Carl Grimes (Pausada)

II: Alone.

Multimedia: Caroline.

—Es increíble cómo cambió nuestra vida en tan solo un segundo. —Murmuró Joshua llevando su vista a la mesa. —Un día estaba todo bien y al otro.... estás viviendo entre cuerpos putrefactos y luchando por vivir.

—Es algo muy extraño. —Confesó Caroline mientras comía de su plato. —Recuerdo que cuando comenzó todo, las personas que morían en el hospital por otras enfermedades, despertaban siendo errantes. Y y-yo... no lo entendía. Aún sigo sin entenderlo. ¿Cómo eso es posible? ¿Cómo puedes convertirte en esas cosas solo con morir? Sin necesidad de una mordida o rasguño...

—Todo el tiempo estamos evitándolos y al final... seremos uno más de ellos. —Joshua suspiró. —No hay forma de evitarlo.

—¿Cuánto tiempo toma convertirte en esas cosas? —Pregunté en un murmuro, mirando al castaño frente a mi.

—Si te rasguñan o muerden, primero pasas por ciertos síntomas; fiebre, dolores musculares y en algunos casos alucinaciones. —Respondió. —Después de eso... simplemente mueres. Puedes convertirte en un errante en cuestión de segundos, horas e incluso días. No hay tiempo exacto... todo depende de tu cuerpo.

Asentí, llevando mi mirada al plato.
—No quisiera convertirme en esas cosas. —Hice una mueca mientras cruzaba mis manos sobre mis piernas. —Preferiría mil veces que alguien acabara conmigo antes de que eso sucediera. —Confesé, ganándome las miradas de ambos. Tal vez había sonado muy cruel pero era cierto.

—Es fácil decirlo, pero no hacerlo. —Joshua dijo,  soltó un suspiro. —Solo piénsalo. Que una persona a la cual amas esté muriendo y tengas que terminar con su vida antes de convertirse en uno de ellos.

—Lo haría. —Asentí. —Creo que sufriría más si no lo hiciera.

—¿Y qué hay de ti? ¿No crees que sufrirías al hacerlo?

Lo pensé durante unos segundos, sintiendo ambas miradas sobre mi.
—Sería fuerte. —Respondí. —No tendría otra opción.

Joshua me miró.
—¿Cuántos años tienes? —Preguntó, ganándose un codazo por parte de Caroline. —Quiero decir, piensas de una forma muy madura para alguien de tu edad.

—Tengo 13 años. —Respondí. Joshua abrió sus ojos con impresión.

—Vaya. —Fue lo único que dijo, para después seguir comiendo.

(...)

Habían pasado unos meses. Seis para ser exactos.
Las cosas estaban "bien".

Aún me era imposible no extrañar a mi familia. De vez en cuando me encerraba en la habitación y lloraba hasta quedarme dormida, recordándolos.
Los extrañaba tanto.

Pero el hecho de que Caroline y Joshua me hayan salvado la vida, me hacía sentir que seguía aquí por un propósito. Ellos se habían ganado mi cariño, me habían enseñado a sobrevivir y defenderme. Nunca podría terminar de agradecerles todo lo que han hecho por mí.

Me levanté de la cama, mientras tallaba mi rostro y tomaba la ropa que usaría. No teníamos electricidad, mucho menos agua pero Joshua me había contado de un lago cerca de aquí donde solían ducharse, el cual descubrieron en una de sus salidas en busca de comida, no estaba lejos pero el bosque siempre es un lugar peligroso.

Bajé del ático —que se había convertido en mi habitación, mientras que Caroline y Joshua dormían en el cuarto de abajo — y me dirigí hacia la cocina donde Caro se encontraba abriendo algunas latas de verduras.

—Buenos días. —Me saludó con una sonrisa la cual no dudé en devolver.

—Buenos días. —Repetí. —Iré a bañarme al lago, volveré en unos minutos.