LXXVIII: Coward.

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—¡Un poco más! —Solté en un quejido.

Carl empujó mis caderas hacia arriba, logrando que saliera al techo del elevador.

—¿Ves algo?

Alcé mi mirada, notando una puerta metálica un poco más arriba de nosotros.
—Hay una puerta.

—Ayúdame a subir. —Pidió, subiendo a los pasamanos del elevador y alzando su mano hacia mi.

Me acosté sobre el techo del elevador y tomé su mano para después jalarlo hacia mi con fuerza, hasta que logró subir.

—Sube a mi espalda e intenta abrirla. —Dijo.

Dudé unos segundo pero finalmente accedí. Usé su rodilla como escalón para después pisar su espalda. Carl soltó un quejido de dolor.

—Lo siento. —Miré hacia su dirección.

Carl mantenía sus ojos cerrados pero su rostro expresaba el dolor que sentía.
—Estoy bien. —Soltó apenas audiblemente.

Usé las pocas fuerzas que tenía para intentar abrir las puertas pero fue en vano. Golpeé la puerta con frustración. Esto era imposible. Odiaba los espacios cerrados, y estar en un ascensor por más de treinta minutos era una tortura para mi.

—Creo que escuché algo. —Una voz al otro lado de la puerta dijo.

¡Jack!

—¡Jack! ¡Aquí!

—¿Sophie?

—Jack, aquí. En el ascensor. —Grité, moviéndome desesperadamente y golpeando un poco más la puerta del ascensor. Un quejido más salió de la boca de Carl. —¡Lo siento!

Las puertas del ascensor se abrieron, dejándome ver a un Jack complemente confundido.
—¿Sophie? ¿Carl? ¿Qué hacen ahí?

—Amamos los elevadores y creímos que era genial pasar media hora dentro de uno. ¿Te unes? —Soltó Carl sarcásticamente debajo de mi.

—¿Qué crees que hacemos, idiota? ¡Sácanos de aquí!

—¿Sabes? Algunas personas dicen "por favor". —Habló con una sonrisa divertida en su rostro, la cual se deshizo poco a poco al ver mi expresión de querer matarlo en cualquier momento. —Ya. Dame tu mano.

Jack tomó mi mano y me jaló, logrando sacarme de ahí con facilidad.

—¡Sophie! ¿Estás bien? —Escuché la voz de Ashton acercarse a nosotros para después abrazarme fuertemente.

—Estoy bien. —Asentí.

—¿Dónde está Carl? —Escuché a Glenn preguntar.

—Aquí.

Glenn se giró confundido hacia las puertas del elevador. Jack abrió sus ojos como platos.
—Mierda, lo había olvidado. —Murmuró.

Jack y Glenn ayudaron a Carl a salir. Noté la — no tan agradable — mirada de Lydia sobre mi para después mirar hacia el ojiazul.

Supongo que no le hacía gracia que una chica pasara media hora encerrada en un elevador con su novio.

—Por dios, cariño. Estaba tan preocupada por ti. Creí que te había perdido.

Já, ¿primera vez?

Lydia besó los labios de Carl una y otra vez.

Rodeé los ojos.

No estaba celosa, ¿bien?

Solo moría de ganas de aventar a ambos hacia el hueco del elevador.

Always | Carl Grimes (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora