Always | Carl Grimes (Pausada)

I: Questions.

Abrí mis ojos, tratando de acostumbrarme a la luz del lugar. Me tomó unos segundos hasta que pude abrir mis ojos por completo.

¿Dónde estaba?

Me senté sobre la cama, tratando de recordar cómo llegué aquí.
Recorrí el lugar con mi mirada, repasando aquellas cuatro paredes pintadas de un color café claro, un pequeño televisor, una mesita de noche y un sofá color camello. Noté mi mochila sobre éste último haciendo que mi respiración se agitara y en mi mente se proyectó el momento en que mi madre entró a mi habitación completamente apurada.

Traté de ponerme de pie para acercarme a aquella mochila, pero chillé en el intento. Llevé mi mano hacia donde yacía aquel dolor punzante. Levanté la blusa que tenía puesta, dejando expuesta una venda algo manchada de sangre.

Y entonces, lo recordé.

El accidente.
Mis padres.
Mi hermano.

Mi corazón se aceleró completamente y en mi garganta se formó un gran nudo.
No conocía este lugar, la ropa no era mía y me encontraba completamente sola en ésta habitación con miedo de salir.

Caminé con dificultad hacia la puerta, aún con mi mano sobre mi herida y la abrí lentamente.
Di un paso fuera de la habitación mientras miraba a mi alrededor. Respiré profundamente y tragué saliva para después comenzar a caminar hasta llegar a lo que parecía ser la sala de la casa. Las ventanas estaban cubiertas de papel periódico y todo parecía estar perfectamente ordenado.

La puerta de la cocina se abrió haciendo que me sobresaltara. Llevé mi mirada hacia ahí para ver a una mujer de unos 30 años con un plato con sopa entre sus manos. Tenía pelo rubio corto y ojos azules, los cuales no tardaron en posarse en mi.

Me quedé quieta en mi lugar, no sabía que hacer o que decir.
—Despertaste. —Soltó. En su rostro había algo de sorpresa a la vez que una pequeña sonrisa aparecía. —¿Cuál es tu nombre?

—Sophie. —Murmuré. —¿Dónde estoy? —Pregunté al mismo tiempo que entraba un hombre a la casa. Mi respiración se cortó un poco al notar que aquél tipo sostenía un cuchillo en su mano derecha y pequeñas gotas de sangre caían del objeto. Lo miré totalmente aterrada. —¿Quiénes son ustedes? ¿Dónde está mi familia?

—Tranquila, Sophie. —La mujer dijo mientras dejaba el plato en la mesa. —No tienes por que temer. —Ella llevó su vista al hombre, y lo miró mal.

Él la miró sin entender, hasta que bajó su vista al objeto en su mano derecha. Él pareció captar y lanzó el cuchillo lejos de él, deslizándolo por el piso para perderse en algún lugar de la casa.
—Lo siento. —Dijo con una sonrisa nerviosa.

—Me llamo Caroline, puedes decirme Caro. Y él es mi esposo Joshua. —Respondió amablemente. —Sé que tienes muchas preguntas y puedes hacerlas, te diremos lo que quieras saber.

Asentí, haciendo una mueca de dolor.
Tenía tantas preguntas en mi cabeza.
—¿Ustedes hicieron esto? —Les pregunté mientras alzaba mi blusa dejando a la vista mi herida, que se encontraba cocida y cubierta por una gasa.

Ella asintió.
—Soy enfermera y Joshua es doctor. —Dijo y el hombre de unos 35 años, asintió con su cabeza. —Te encontramos en un accidente. Estabas muy herida y te trajimos acá. Perdiste mucha sangre pero por suerte el vidrio no hizo un daño crítico.

—¿Y mis padres? —Pregunté. Su mirada fue hacia su esposo y luego regresó hacia mi. Tragué saliva con dificultad. —¿D-donde están ellos?

Ella se quedó en silencio unos segundos.
—Lo siento... —Soltó tristemente.

Mis ojos se llenaron del lagrimas al instante.