Capítulo 8: Primera Noche

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El rato paso, luego de calmarte Colette y tú estuvieron charlando, te contó mas sobre ella, este mundo y la gente en él, al parecer la mayoría de gente en el bar eran "brawlers" y aunque no lo entendiste del todo parece que era común organizar batallas o "partidas" con diferentes objetivos pero con mucha destrucción, esperarías algo mas como un mundo post-apocalíptico, una distopía futurista o algo así pero no, era algo relajado y hasta divertido.

Al salir viste que había oscurecido, debían ser como las 7-8 de la noche, así que empezaron a caminar a la ciudad.
-Dado que no tienes un lugar donde quedarte, ¡te dejaré quedarte conmigo en mi casa! -te dijo Colette levantando los brazos de emoción y en un tono alegre.
-¿Estás segura? no quiero ser una carga una molestia...
-¡Para nada! eres bastante agradable, además, ¡me salvaste en la arena!
-Si, pero tú también lo hiciste... -ahora que lo pensabas, recuerdas que en la arena solo podía ganar uno y cuando te decidiste meter al veneno solo quedaron ellas dos. -por cierto Colette, ¿qué paso luego de que me metía al veneno?
-¿Huh? oh, pues al principio fue algo incómodo y nos quedamos perplejas sin saber que hacer hasta que reaccionamos y... digamos que no me especializo en cortas distancias así que Bibi gano...
-Lamento oírlo.
-No te preocupes, ¡quede segunda y aunque no es el primer lugar sigue considerándose una victoria!
-¿Y donde está Bibi ahora? vi a varios de los brawlers de esa batalla en el bar pero no la vi a ella.
-Probablemente se fue a su casa en la ciudad, a veces es medio reservada pero es buena onda.

Por fin llegaron a la ciudad, era raro, caminar por sus calles te hacía sentir una sensación familiar y te seguía haciendo pensar que tan igual y diferente era este mundo al tuyo, por un lado ciudades normales con robots y por el otro lugares antiguos con dinamita, escopetas y revólveres.
No te fijaste mucho por donde iban, solo veías los edificios y casas hasta que eventualmente llegaron a una casa, era una casa de color blanco bastante normal, de hecho fuera del color no llamaba la atención por nada en especial pero eso cambio al entrar. la casa estaba muy bien decorada en el interior y bastante bien cuidada, se sentía acogedora.
Colette te dio un pequeño tour por su casa que inicio por la sala hasta llegar a su cuarto que aunque igual bien decorado era un tanto "raro", algo que solo podías describir como el cuarto de una "fangirl", posters de otros brawlers o lo que parecían ser gente famosa en este mundo, mercancía, decoraciones y un libro bastante llamativo reposando en lo que parecía un altar.

Aunque no te preguntaste demasiado las cosas y preferiste no decir nada para no sonar descortés, Colette por su parte parecía feliz y emocionada de mostrarte su hogar, notabas cierto brillo y emoción en sus ojos.
-¿Y qué te parece?
-Es bastante bonita sin duda, se nota que le pusiste esfuerzo.
-¡Gracias!
-Por cierto, no quiero sonar apresurado o exigir nada pero... ¿dónde dormiré? ¿contigo...?
No sabes muy bien porque dijiste eso último pero te sonrojaste al darte cuenta de ello y notaste que Colette quito un poco su sonrisa e igual se sonrojo un poco.
-Pues no tengo problemas si es lo que quieres... -dijo ella sonrojandose un poco mas y mirando a otro lado.
-¡A-AH! ¡Nonono! ¡perdón! no quiero molestarte, creo que el sillón de la sala está bien.
-Oh, ¡ok!
El rato volvió a pasar, te familiarizaste con el lugar, hablaste un rato mas con Colette y hasta viste la tele con ella, los programas de este mundo definitivamente eran muy entretenidos, viste una película sobre un robot boxeador contra un dinosaurio púrpura gigante. Cuando se hizo ya muy tarde y ambos se morían de sueño se dieron las buenas noches y Colette se fue a su cuarto mientras tu te acomodabas en el sillón, no era lo mas óptimo pero no era incómodo y Colette te dejo una manta bastante gruesa y así te quedaste dormido pensando en que harías ahora y que quizás este nuevo mundo no era tan malo después de todo.

El bate y el libro (Colette/Bibi x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora