El bate y el libro (Colette/Bibi x Lector)

El demonio en blanco (Final Colette) pt. 5

Al final a Colette no le importaba donde fuéramos mientras estuviésemos juntos así que al final nos decantamos por regresar a su antigua casa, solo que ahora claro dormiríamos en la misma habitación.

Cuando llegó el día de la mudanza fue un pequeño caos, estuvimos moviendo muchas cosas y era difícil siendo las dos a la vez, al final el de Colette y yo acabó antes y estábamos listos para irnos.
—¿Segura que no quieres que te ayudemos? podemos quedarnos un rato más... —le dije a Bibi una vez estaba todo preparado.
—Nah, no se preocupen que tampoco me falta mucho, pueden irse.
En ese momento sin decir nada más nos dimos un abrazo bastante largo.
—Los voy a extrañar.
—Y nosotros a ti. —dijo Colette en un tono suave.
Finalmente nos separamos y nos fuimos del lugar, no fue un viaje muy largo pero aun así se sintió especial, finalmente llegamos a la casa vieja y el poner todo en su lugar fue casi instantáneo y muy fácil comparado con el departamento, ya para la tarde acabamos y Colette y yo nos sentamos en la sala la cual fue puesta casi de la misma forma que antes.
—Ay... extrañaba mucho este lugar. —dijo Colette muy feliz, parecía apunto de llorar de felicidad.
—Si... me trae mucha nostalgia y recuerdos...
—Solo que ahora dormiras conmigo~
—Esa es la mejor parte.
—Jejeje, bueno, ¿salimos a comer algo? salir a tomar aire con el amor de mi vida me vendría de maravilla.
—Nada me encantaría más.
Nos levantamos y fuimos a comer, no podía expresar lo feliz y nostálgico que estaba en ese momento.

Mas tarde
Colette y yo estábamos juntos abrazados y acostados en la cama, ella dormía plácidamente y yo lo intentaba pero no podía, me distraía mucho el tenerla tan de cerca, poder apreciarla y estar junto a ella, era hermosa y algo adorable.
En un momento solté uno de mis brazos de ella para empezar a acariciar una de sus mejillas, tocar sus labios, juguetear con su pelo, aunque era divertido no podía negar que disfrutaba hacerlo, toda parte de ella era suave y parecía libre de imperfecciones por lo menos a mi parecer.

Eventualmente con el jugueteo Colette hizo ruidos de molestia y poco a poco empezó a despertarse.
—bostezo ¿Querido...?
—Oh, perdón Colette...
—¿Sigues despierto?
—Si, lo siento, es que no puedo dejar de admirarte.
Colette me sonrió cálidamente, se acercó a darme un beso en la frente y dijo.
—Te amo.
Y procedió a volver a dormir, aquello me puso más feliz así que volví a abrazarla fuertemente y ahora si me quede dormido.

Tiempo después
Colette y yo mirábamos una película de terror, era de noche y llovía intensamente afuera, a mi me parecía bastante mala y genérica fuera de algún que otro susto pero Colette no parecía estar pasándola tan bien como yo, estábamos sentados y acobijados juntos, Colette estaba abrazándome y pegada lo más posible  mientras temblaba.
—Vamos querida, no es para tanto...
—Ay no no no bajen al sótano.
—Se pone todo tenso, se acercan a la puerta lentamente y la abren y no hay nada, luego de dar un vistazo aparece de golpe el fantasma.
Y en efecto, así pasó, una cara horrible se puso en primer plano con un grito muy ruidoso, no pude evitar reírme un poco por haberlo adivinado tan fácil. Colette por su parte soltó un grito bastante adorable y se tapó totalmente con la cobija, la dejé un momento tranquila y luego la destapé un poco, ahí ella me volteó a mirar con ojos llorosos y bastante asustada.
—Sabes que es solo ficción.
—L-Lo sé... pero... —dijo Colette intentando contestar pero parecía bastante avergonzada.
—Sabes que estoy aquí para ti, aun si algo pasase, jamás dejaría que nada te hiciera daño.
Colette me siguió mirando atentamente, se limpió las lágrimas y me sonrió ligeramente.
—Gracias... te amo...
—Demasiado...
Nos dimos un pequeño beso y Colette de abalanzó sobre mi para acostarse encima mío, seguimos mirando la película así y aunque Colette siguió algo asustada la pude notar mas calmada y me aseguré de abrazarla fuertemente cada vez que gritara o pasara algo, eventualmente acabó y nos terminamos quedando dormidos con ella encima de mi.

Tiempo después
Colette y yo habíamos salido de campamento esta vez solo ella y yo, no fue tan fácil y definitivamente no eramos personas "de la naturaleza" pero pudimos afrontarlo y pasarlo genial.
—Vamos a ver... esto dice que deberíamos tomar las cuerdas y atarlas a palos enterrados en el suelo.
—No debería ser tan difícil.
Luego de dos horas de acomodo, clavar e ir paso por paso finalmente terminamos.
—Puff, jamás volvamos a intentar algo así...
—Al menos fue divertido.
—Todo lo que hacemos juntos es divertido para mi, querido.
—Bueno si, pero no negarás que aunque tardamos mucho al final lo logramos y eso lo hace mas especial.
—Si, creo que tienes razón...
—¿Quieres dar un paseo?
—¡Claro!
Ambos nos levantamos luego de descansar por un rato y dimos un paseo por el bosque, aun era algo temprano así que podíamos oír aun el cantar de las aves mañaneras.
Admiramos los paisajes a la lejanía, nos deteníamos a discutir cualquier curiosidad que nos topáramos en el camino y en general disfrutábamos de la compañía del otro, momentos así me demostraban lo bien compenetrados que estábamos Colette y yo, con el tiempo nos volvimos inseparables y prácticamente nos entendíamos a la perfección, eramos almas gemelas prácticamente.

—¿Crees que haya osos? —preguntó Colette algo temerosa en medio del paseo al oír un ruido en un arbusto cercano.
—Nah, se supone que no y además ese ruido fue muy ligero para ser uno.
—Bueno si pero nunca se sabe, ¡no quiero acabar siendo comida del primo de Nita!
—Jajaja, vamos Colette que seguro que has acabado con ese oso mas veces de las que puedes contar.
El ruido se intensificó y pareció acercarse, nos quedamos en silencio mirando, aunque no creía que fuera un oso de verdad me puse algo tenso ya que seguía sin saber que era, pero al final salió un mapache que simplemente nos miró y salió corriendo a un árbol cercano.
Colette y yo nos miramos y reímos un rato mientras regresamos al campamento.

Al anochecer estábamos acostados en el pasto al lado de la tienda, mirando el cielo estrellado, era hermoso.
—Wow...
En momentos así me puse a reflexionar sobre todo lo que había vivido hasta ahora, como pase de llegar a un mundo prácticamente nuevo sin saber nada de mi ni de donde vine y como ahora era como una persona más junto al amor de mi vida, si no fuera por ella no estaría aquí, la voltee a mirar y quedé hipnotizado por su belleza, su cabello blanco resplandecía con el reflejo del brillo de las estrellas y sus ojos reflejando el cielo eran igualmente hermosos, en ese momento volví a mirar al cielo y lentamente me comencé a acercar a ella sin levantarme.
Colette eventualmente notó esto y empezó a hacer lo mismo hasta que estábamos uno al lado del otro, nos sostuvimos las manos y sin decir nada volteamos para darnos un beso muy romántico y duradero, cuando nos separamos nos miramos sonriendo.
—Te amo demasiado T/N, jamás te lo diré lo suficiente.
—Y yo a ti Colette, aunque ya lo sepas de sobra.
—¿Podemos continuar la diversión adentro de la tienda?
—Jeje, te gusto demasiado de esa forma, ¿no es así?
—Me gustas de todas las formas posibles.
Felizmente me levanté junto a ella y nos metimos en la tienda de campaña para continuar con nuestra romántica y apasionada noche.