Capítulo 23: La Cita

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No ibas lo mejor preparado, no planificaron nada y prácticamente está ocurriendo el mismo día que te la pidió Colette pero de alguna manera no sentías que fuera a salir nada mal y te la estabas tomando en serio, habían llegado a un parque un poco lejos que era hermoso, tenía caminos naturales, se veía muy bien cuidado, pequeños lagos y para estar en medio de la ciudad, en ciertos puntos solo veías arboles haciéndote sentir en un bosque de verdad.
-Este lugar es muy bonito. -decías paseando aun agarrado de la mano con Colette. Ya no era tan raro y te sentías de alguna manera muy bien con tan simple gesto.
-Si, suelo venir aquí de vez en cuando, tiene algunos lugares bastante pacíficos.
Siguieron caminando hasta que llegaron a una banca que estaba a la orilla de uno de los lagos, al sentarte notaste que había peces en este, no te parecía raro pero aun así te llamo la atención.

Colette al acomodarse recostó su cabeza en tu hombro, seguían agarrados de la mano y a pesar de no decir nada estaban muy felices.
-En otro lado del parque hay patos, solía alimentarlos cuando venía aquí hasta que uno me ataco y me persiguió a saber cuanto tiempo.
-Jejeje, parece que no le caíste bien
-¡Solo le solté el pan delante y de la nada saco sus alas y me empezó a perseguir!
-Ojalá haber estado ahí para verlo.
-No te daré el gusto de recordármelo tan fácil, jeje.
Siguieron hablando un rato, Colette te contaba anécdotas interesantes de su vida, al parecer aunque pasaba la mayoría del tiempo en su casa sin duda tenía muy buenas historias que contar. Todo iba a normal hasta que en cierto momento oyeron a una niña pasar con su madre detrás de su banco.
-¡Mira mamá una pareja de novios!
-Shhh, no seas grosera querida.
Apenas se fueron ambos se separaron un poco y se soltaron las manos muy sonrojados, te pusiste un poco triste por como se corto el ambiente y la incomodidad que se formo, pero afortunadamente luego de un pequeño rato Colette decidió animar el ambiente así que se paro y se paro en una piedra grande a la mera orilla de lago.
-Je, ¿sabes? una cosa que me gusta hacer es ir saltando de roca en roca, tengo bastante buen equilibrio así que jamás me he caído.
-Hay una primera vez para todo Colette. -respondiste animado y de manera un poco burlona.
-Jejeje, ¡si clar...! -Colette pego un salto a otra roca que sin darse cuenta estaba mojada, haciendo que uno de sus pies resbalara y comenzará a perder el equilibrio, iba a caer al lago hasta que...
-¡Cuidado! -como aquella primera vez, casi por instinto y con unos reflejos impresionantes te levantaste y lograste agarrarla de una mano y jalarla rápidamente hacía ti antes de que cayera. -¿Estás bien?
-Si... gracias.
Era un momento muy romántico, al jalarla la pegaste hacía ti y estaban prácticamente abrazados y muy pegados el uno al otro, al darse cuenta se sonrojaron y sonrieron, lentamente se separaron y acaraciciaste a Colette en la cabeza.
-Pequeña tontita, ¡por poco te vuelves alimento de pez!
-Jeje, pues quizás si hay una primera vez para todo.

Y así el resto del día fue de lo mas fluido y lindo posible, fueron a comer a un restaurante cercano, visitaron mas lugares interesantes de la ciudad y sobre todo hablaron y se hicieron mas cercanos. Cuando llego la tarde estaban caminando mirando el cielo anaranjado y las nubes.
-T/N.
-¿Si?
-Solo quería decirte que sé que te traje de forma un poco forzada a esta cita y salió muy de la nada pero... quería agradecerte, me la pase genial contigo.
-Hey, si acepte fue por algo y al final igual me la pase muy bien contigo.
Ella solo te sonrió de forma muy dulce y siguieron caminando, lentamente Colette comenzó a ralentizar el paso hasta que se detuvo, tú lógicamente la seguiste y cuando te detuviste la viste muy pensativa y algo sonrojada.
-¿Pasa algo Colette?
No dijo nada y siguió pensativa mirando a otro lado, ibas a decir algo mas cuando de repente te volteo a mirar y te dio un beso en la mejilla, uno duradero similar al que te dio cuando ganaron aquella partida.
-¡¿E-Eh?! -pusiste tu mano en la mejilla mientras te sonrojabas.
-Te quiero T/N.
-Y-Yo también te quiero... y mucho, Colette.
Ella te miró y de nuevo te sonrió, su cara sonrojada y esa sonrisa sincera eran muy lindas-
-Bueno, ¿deberíamos volver a casa?
-Si... la noche no tarda en llegar.
Y así retomaron el paso para volver a casa y finalizar la cita, una que al final no olvidarías nunca.

El bate y el libro (Colette/Bibi x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora