El bate y el libro (Colette/Bibi x Lector)

Un amor rudo (Final Bibi) pt. 4

Regresamos a casa, nuevamente volvíamos a estar los 3 con relativa calma, aunque definitivamente las cosas habían cambiado, preferimos no darle mas vueltas al tema por el momento y simplemente continuamos nuestro día como si nada hasta el día siguiente.

Después de desayunar y estar los 3 preparados nos sentamos igual que aquel día del "acuerdo", ahora estábamos mas callados y el ambiente era algo depresivo.
—Bueno, entonces no hace falta decir que es oficial... —dijo Bibi.
—Si... —le respondí algo apenado, estaba feliz de por fin arreglar las cosas pero triste por Colette.
—¿Estarás bien Colette?
Colette estaba inclinado hacía adelante con las manos juntadas y mirando hacia otro lado, se le veía triste pero decidida.
—Si, no puedo negar que estoy triste y me duele bastante pero ya lo he aceptado, con el tiempo me recuperaré...
La dejamos pensar un momento y luego los 2 la abrazamos.
—Sabes que aun si acabo así seguirás siendo nuestra amiga y te seguiremos queriendo.
Ella no lloró ni dijo nada más, solo aceptó el abrazo y se relajo.
—Bueno, entonces sobre la casa...
Ese era el otro tema que queríamos tocar, aunque ninguno se oponía realmente a seguir viviendo los 3 juntos, sentimos que solo complicaría las cosas y las haría incómodas, así que al final...
—Creo que será lo mejor mudarnos, es una bonita casa pero creo que sería lo mejor para los 3. —dije algo serio.
—Si, sería lo mejor. —aseguro Colette algo triste aún.
—¿Segura que no quieres quedarte tú con la casa Colette?
—le preguntó Bibi.
—Oh, no, aunque ya le agarre cariño será muy raro para mi pasar a vivir completamente sola y quizás me traería recuerdos que ahorita prefiero no tener. ¿Ustedes no quieren quedarse?
—Pues sentimos que sería algo un poco feo, casi como echarte y creo que debemos estar un tiempo los 2 solos en un lugar menos concurrido...
Todos nos quedamos callados un momento sin saber que más decir, aun con todo era triste tener que decirle adiós a este lugar y separar nuestras vidas definitivamente.
—Bueno, entonces creo que lo mejor será empezar a prepararnos. —dijo Colette levantándose.
Ambos asentimos e igual nos levantamos.

Pasaron los días con calma, Bibi y yo intentamos no ser muy cariñosos durante este tiempo en lo que poníamos nuestras ideas en su lugar y para no afectar a Colette, pero finalmente luego de bastante preparación, planeación y tiempo llegó el día.

Bibi y yo nos mudariamos a un nuevo hogar en un lugar más apartado y tranquilo y Colette regresaría a su antigua casa, logramos coordinar las mudanzas para el mismo día y hora, hizo todo algo mas confuso y complicado pero preferimos eso a que  alguien se quedará en casa solo con todo más vacío.
Finalmente una vez recogido todo y salir a la calle llegó el momento de despedirnos.
—Entonces, creo que esté es el adiós... —dijo Colette algo triste pero con su sonrisa habitual.
—Si...
Los 3 nos dimos un abrazo para despedirnos.
—Los voy a extrañar mucho chicos, espero lo mejor para su relación...
—Y nosotros a ti Colette. —dije.
—Si algún día nos necesitas, ahí estaremos. —continuó Bibi con voz calmada.
Lloramos un poco y finalmente nos separamos y despedimos definitivamente, fuimos por caminos distintos.

—¿Cómo te sientes? —le pregunté a Bibi durante el camino.
—Pues no sé, algo triste la verdad, jamás pensé que me encariñaria con la chica que se enojaba conmigo por existir cerca de ti y que era prácticamente mi "rival romántica".
—Jajaja, aunque la verdad yo también la extrañare mucho...
—¿Aun la amas?
Me detuve un momento a pensar antes de responder y luego con cierto aire de tristezas dije:
—Aun quedan algunos recuerdos y sentimientos si, pero ya he tomado una decisión y si la tomé fue por algo, ya se me pasará.
—Pues espero, no quiero que luego resulte que te arrepientas o que tengas dudas.
Me puse un poco mas triste y con algo de miedo al oír eso, pero estaba seguro que había tomado lo que en verdad quería, Bibi entonces se acercó a mi y puso sus manos en mis mejillas.
—Y mucho menos cuando voy a tener todo el tiempo del mundo para disfrutar de ti.
Me sonrió y me dio un beso antes de separarse de mi, le devolví la sonrisa y conteste.
—Descuida, para ti siempre estaré disponible.

Llegamos a nuestro nuevo hogar, al bajar lo vimos, era la típica casa de vecindario con su jardín y patio trasero, bastante cliché pero era en un lugar muy tranquilo y al final era nuestro hogar.
—Bueno, ¿entramos?
Entramos y la vimos, estaba todo vacío pero aun así estábamos encantados.
—¿Crees que tendrá algún cuarto secreto o algo oculto? —dijo Bibi con curiosidad mientras miraba todo.
—Si lo hay solo espero que no sea un cadáver.
Ambos nos reímos y luego de checar bien empezamos a ayudar con la mudanza, fue mucho más rápido y fácil que con el departamento así que para la tarde ya estaba todo listo y en su lugar, agradecimos a los de la mudanza y se fueron, mientras nosotros mirábamos felices a nuestro nuevo hogar.
—¿Cuanto tiempo crees que vivamos acá? —preguntó Bibi.
—No lo sé, yo espero que toda la vida, pero mientras esté junto a ti, viviría hasta en un callejón.
—Jejeje, bueno, creo que prefiero esto que al callejón.
Entramos y continuamos admirando todo hasta la noche cuando finalmente nos fuimos a acostar, ahora dormíamos en la misma cama.
—Y pensar que ahora si es una cama para los dos y no separadas...
—Bueno, en el antiguo hogar ya dormíamos juntos aunque fueran camas individuales.
—Jejeje, ¿qué pasa no te gustaba tenerme encima de ti abrazandote?
—Nunca dije que no, tontita...
Reímos y hablamos un pequeño rato hasta que el sueño comenzó a ganarnos, nos acercamos el uno al otro y nos abrazamos hasta caer dormidos.
—Te amo mucho T/N.
—Y yo a ti Bibi.