Capitulo 42: Tan dulce como tú

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La "cuerda" salió de golpe como siempre y logro atrapar a un enemigo y acercarlo, justo para que Bibi lo rematara de un batazo.
—¿Y si mejor me quedo aquí quieta y tú simplemente los acercas hacía mi?
—Si tuviera mi super cada 2 segundos quizás, pero me temo que tendrás que moverte.
—¿Y si me cargas?
—No creo que eso sea una buena estrategia.
Bibi y tú estaban en medio de una partida de zona restringida, intentaban concentrarse en la batalla y disimular pero no podían evitar distraerse con la presencia del otro, y a pesar de eso la fuerte necesidad de proteger al otro cuando se encontraba en peligro los hacía una pareja formidable y eso les permitió estar un buen rato en la zona.

Parecía ir bien todo hasta que un ataque coordinado del equipo enemigo finalmente logró hacer que se retiraran, heridos tuvieron que esconderse en lo que llegaba su compañero y se coordinaban.
—Pfff... joder, un toque y estoy acabado. —dijiste mientras te sentabas un momento.
—No te atrevas a morirte en mi presencia.
—Jamás lo haría... aunque un beso haría que me recuperara mas rápidamente. —contestaste de forma traviesa y esperanzada.
—Sabes que me encantaría. —dijo Bibi, acercándose lentamente a ti y mirándote fijamente. —Pero ahorita a saber cuanta gente nos está viendo, mejor cuando volvamos a casa, ¿si?
Ella se detuvo súbitamente mientras decía eso, aunque entendías bien el porque, no pudiste evitar sentirte decepcionado.

—Bueno, ¿donde está Carl? ya debería haber aparecido, a este paso vamos a perder... —dijiste mientras te parabas una vez recuperado.
—¡AHHHHHHHHH! —justamente al terminar de hablar Carl salió de golpe girando a toda velocidad con su ulti y lanzándose a la Zona.
—Bueno, creo que esa es nuestra señal. —dijo Bibi.
Ambos salieron junto a él y luego de un intenso pero corto combate lograron retomar la Zona y finalmente capturarla.

Llegaste tu primero a casa seguido por Bibi, apenas la viste salir la recibiste alegre.
—Bueno, ¡una victoria mas a la lista!
—Era de esperarse, nada nos puede parar.
—Y por cierto... ¿qué hay con lo del bes---?
Sin esperar a que terminarás Bibi se lanzó hacía ti abrazándote fuertemente y dándote un beso.
Jamás me aburriré de esto —pensaste con alegría.
Cuando finalmente se separaron continuaron charlando.
—Bueno, ¿ahora qué? —preguntaste a Bibi esperando que sugiriera algo que hacer juntos.
—Mmm, ¿qué tal si vemos una película o algo en la sala?
—Me parece excelente.
Acto seguido tomaste a Bibi cuidadosamente de las piernas y cintura y la cargaste.
—¡Ah! amor...
—¿No querías que te cargara?
—Si... es solo que no me lo esperaba.
Ella se sostuvo suavemente de tu cuello y hombros y la llevaste a la sala donde la sentaste en tu regazo.
—¿Qué eres? ¿mi padre? creo que soy muy grande como para que me sientes así en tu regazo. —te dijo Bibi ligeramente molesta pero con humor.
—Hey, ¿no te agrada estar en mi regazo?
—Preferiría recostarme y casi seguro que preferirías que me sentase sobre otras partes tuyas.
No pudiste evitar sonrojarte bastante al oír eso, Bibi por su parte se acomodó en el sillón para en su lugar recostarse en tu regazo.

Prendiste la tele y al final eligieron mirar una película de espías genérica pero entretenida.
—No podrás detenerme, no mientras el plan siga en marcha.
—Oh, créeme que eso lo sé y créeme, tengo mis maneras... pero no vivirás para verlo.
—Viejo está película es tan predecible, podrías apagar la tele y seguro que podría seguir viendola sin problema en mi cabeza. —dijo Bibi algo aburrida.
—Hey, era eso o aquella película de romance.
—Bueno eso es cierto, lo último que quiero es empalagarme con algo tan cursi.
—Es gracioso que lo digas...
—Hey, que para cursilería y dulcería ya te tengo a ti.
Te pareció muy lindo lo que ella dijo y te sonrojaste un poco a la par que sonreías.
—Bueno, perdón por llevarte a tu límite semanal de dulzura.
—Pues prefiero que sea por ti que por otra cosa.
Bibi en ese momento se levantó y te miro de frente muy cerca y te dio un beso repentino pero pequeño.
—Porque jamás me canso de esto.
Te sonrojaste más y decidiste continuar el beso cosa que ella aceptó felizmente llegando incluso a agarrarte del cuello de la ropa y abalanzándose sobre ti quedando encima de ti.
—Je, ¿te gusta estar encima de mi no es así?
—Solo así puedo asegurar que no te iras a ningún lado.
—Jamás lo haría.
—Ejem —irrumpió Colette que salió de la habitación.
Ambos voltearon y algo avergonzados la miraron.
—Si no los molesto, esta noche iré a una pijamada con Amber y otras de las chicas, así que... nos vemos mañana.
—Oh, si, claro... ¡diviértete Colette!
—¡Bye!
Colette lentamente salió de la casa con una mochila mientras los miraba, una vez salió se quedaron quietos un momento y nerviosos por si volvía pero al final no pasó.

—Bueno... ¿entonces que haremos esta noche? —preguntó Bibi se manera juguetona mientras pasaba un dedo por tus labios.
—¿Qué idea tienes?
—Oh, tengo muchas...
—¿Cómo cuáles?
—Podriamos seguir viendo películas aburridas, podríamos estarnos besuqueando hasta el amanecer o contar historias de terror.
—¿Contar historias de terror? ¿estamos en un campamento infantil o algo?
—Oh vamos, seguro tenemos cosas interesantes y perturbadoras que contar.
—No creo que sean para tanto pero adelante.

Dejaron pasar el rato, empezaron a contarse historias que conocieran de terror, cosas más realistas y perturbadoras hasta historias mas paranormales y fantasiosas, no te sentías asustado lo mas mínimo y Bibi al parecer tampoco así que decidieron esperar a que llegará la noche y empezaron a ver todo lo que podían, leer historias, anécdotas, ver películas, vídeos... al final lograste al menos entretenerte aunque Bibi no parecía tan calmada.
—Bueno, eso fue divertido, pero creo que ya deberíamos prepararnos para dormir.
La casa estaba oscura y Bibi veía a distintos lados y se pegaba poco a poco a ti, de la nada una ráfaga de viento golpeo una de las ventanas del departamento haciendo ruido y asustando a Bibi.
—¡Ah!
—¿Bibi?
—Eh E-Estoy bien... solo me agarro desprevenida.
—Bueno, vamos
Te levantaste y Bibi pareció apresurarse en seguirte, se alarmaba con cada ruido repentino y miraba hacía todos lados.
—¿Bibi? ¿estás asustada?
—¡N-No lo estoy! s-son solo los nervios...
La miraste escéptico un momento hasta que diste un paso fuerte y soltaste un grito un poco fuerte cosa que como era de esperar la espanto.
—¡AH! ¡T/N! ¡eres un idiota! —gritó Bibi con pánico y enojo soltandote un golpe en el hombro.
—¡Auch! Vamos Bibi, no tienes porque asustarte, son solo historias ficticias y sabes que estoy aquí contigo.
Bibi no respondió y miro a otro lado avergonzada y molesta, la tomaste de la mano y lentamente la llevaste a la habitación.
—Vamos a dormir, ¿no hay nada de malo ok?
Ambos se prepararon y cuando estaban por acostarse Bibi te detuvo y algo avergonzada y en voz baja preguntó.
—T/N... ¿puedo dormir contigo esta noche? —aun parecía seguir algo asustada.
—Oh Bibi, sabes que no tienes que preguntar, vamos.
Ambos se acostaron en tu cama y se acobijaron, poco a poco Bibi se fue moviendo hasta estar pegada a ti.
—Me siento mejor mientras mas cerca estoy de ti.
—Yo igual me siento al máximo junto a ti.
—T/N, ¿de verdad me amas?
—Con todo mi ser y jamás dejaría que algo malo te pasara. —te diste la vuelta y abrazaste a Bibi rodeando su cintura con tus brazos. —Si puedo estar ahí para ti, lo haré.
—Gracias T/N, te amo y demasiado.
Bibi lentamente se acercó a tu boca y abrazandote también te dio un beso lento y muy especial mientras acomodaba la cobija para taparlos totalmente y disfrutar con mas privacidad el momento.

El bate y el libro (Colette/Bibi x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora