El demonio en blanco (Final Colette) pt. 2

222 25 2
                                    

Estuve preparándome toda la mañana, si no supiera a que iba parecía que iba a asistir a una gala o a una fiesta lujosa, tampoco iba tan formal pero quería que se notara el esfuerzo que le estaba poniendo a esto. Preparé un regalo para Colette, una pluma de esas que cuestan bastante pero son muy profesionales, además hice que le grabaran una frase; "Siempre te amaré aun si no estoy a tu lado", no sentía que fuera mucho pero sabía que era algo especial y al final mientras pueda mostrarle a Colette cuanto lo siento y cuanto la quiero estaré feliz independientemente del resultado.
—Muy bien, hora de salir.

Recorrí lentamente las calles camino al parque, no sabía a qué hora podría llegar y tenía el miedo de que quizás ella fuera temprano y hubiese llegado muy tarde, pero esperaré todo el día si hace falta.
Finalmente llegué y me aliste, me senté en un lugar cercano con buena vista a los columpios y esperé.
Pasaron una hora y nada.
Dos...
Tres...
Estaba comenzando a cansarme y desesperarme un poco, en mi aburrimiento me terminé recostando en el césped y quedándome dormido.

Me desperté a saber cuánto tiempo después, no era tarde o noche aún pero definitivamente había pasado un rato, estaba hambriento y tenía ganas de llorar, ¿cómo pude quedarme dormido? la posibilidad se que Colette hubiese aparecido y se hubiese ido durante mi siesta era alta, me levanté decepcionado y miré una última vez los columpios cuando pasó un milagro.
En esos breves segundos que miré el columpio ella apareció, con su hermoso cabello blanco y una expresión de melancolía, llevaba su diario en la mano y se sentó cabizbaja sin darse cuenta de mi presencia.

El corazón me dió un brinco, no podía creer mi suerte, me calmé y respiré profundo antes de seguir.
Ahora o nunca
Me acerqué a los columpios por detrás y me senté al lado de ella, ella me vió y pude oír y ver como se sorprendió enormemente pero no dijo nada, dejo de escribir y me miraba de reojo, yo mientras miraba al frente y luego de un silencio que se sintió eterno comencé a hablar:
—Colette...
—T/N...
—Hay tanto que quiero decir ahora y tanto que estoy sintiendo ahora mismo, viéndote ahí triste, me he dado cuenta del daño que te he hecho.
Ella no dijo nada, solo se puso mas triste, parecía que quería soltar todo lo que se había estado guardando estos días pero continúe.
—Quería primero disculparme contigo por como te trate aquel día, una chica tan maravillosa como tú no se merece algo así, mereces todo el cariño del mundo.
Pareció alegrarse un poco y seguí.
—Estos días he pensado en muchas cosas, he aclarado mis ideas y aprendido bien lo que siento, quiero estar contigo Colette, quiero amarte y darte ese cariño que te mereces, eres la chica mas increíble que he conocido y me siento afortunado por tan solo poder haberte conocido.
En ese momento me paré del columpio y volteé a verla, pude ver que aunque ya estaba más feliz, comenzaba a romperse, estaba soltando algunas lágrimas y temblando.
—Por eso Colette, es que al final me he decidido y quiero estar contigo, quiero ser tu otra mitad, para toda la vida.

Colette me miró con sorpresa y finalmente se soltó, se levantó de golpe y se lanzó a abrazarme mientras comenzaba a llorar muy fuerte.
—¡Buaaaaaa! ¡T/N...! ¡T/N...!
Estaba balbuceando mi nombre, parecía que de verdad me había extrañado mucho y yo estaba muy feliz de poder estar ahí una vez más para ella y poder volver a abrazarla.
—¡L-Lo siento tanto!
—No, yo lo siento por haberte lastimado...
Comencé a soltar unas lágrimas tanto de alegría como de arrepentimiento, aunque no lloré como lo hizo Colette.

Ella estuvo así un rato largo, tenía su cara hundida en mi pecho y ya me estaba mojando la camisa con tantas lágrimas, pero no me molestaba en absoluto, quería que todo el dolor y dudas de todos estos días se fuera, finalmente cuando se calmo un poco me miró directamente sin separarse de mi.
—Te extrañe, te extrañé muchísimo.
—Y yo a ti, querida, pero siempre estaré dispuesto a darte el tiempo y espacio que necesites.
Colette me sonrió, aun con el llanto y los ojos rojos y lagrimosos se veía hermosa, le aparte gentilmente parte de su pelo que tapaba su cara y poco después nos dimos un beso, algo que habíamos hecho tantas veces pero ahora era mas especial que nunca, quien diría que sería en el mismo lugar que el primero.
—Te amo mucho T/N.

Finalmente nos separamos del abrazo luego de un rato.
—Oh y casi se me olvida.
—¿Uh?
Saqué de mi bolsillo un pequeño estuche y se lo di, ella lo abrió con curiosidad y vió la pluma adentro, la saco con cuidado y la examino, miró la inscripción y me miró sorprendida.

—Sé que no es mucho, pero quería darte algo único y que mostrará no solo mi arrepentimiento, si no cuanto te amo de verdad.
Ella completamente atónita volvió a guardar la pluma y el estuche y se volvió a lanzar para abrazarme nuevamente pero ahora trepándose totalmente en mi.
—Eres el mejor, jamás dejaré de amarte. —me dijo al oído con una voz suave y calmada pero muy sincera, casi como si le saliera directamente del corazón.
—Solo lo mejor para la mejor novia del mundo.
Ella se quedo callada unos momentos disfrutando el momento y finalmente dijo.
—¿Y qué hay de Bibi?
Me puse algo nervioso por recordarla, aun tenía que arreglar las cosas con ella y estaba listo, pero de momento solo quería disfrutar del momento.
—Aun tengo que pedirle perdón y explicarle mi decisión, pero no te preocupes, eso es algo que me toca a mi y debo afrontarlo.
—¿Estás seguro?
—Si, debo arreglar mis errores.
—Cualquier cosa sabes que aquí estaré para ti.
—Lo sé, pero por ahora volvamos a casa, ¿si?
Ella asintió y la cargué de vuelta a casa, finalmente pude volver a reunirme con Colette y arreglar las cosas entre nosotros, ahora venía lo más difícil...

El bate y el libro (Colette/Bibi x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora