Capítulo 11: ¡Hora de la comida!

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Ahora estaban en el área de comida, la situación era un tanto incómoda por decir menos y no dejabas de ver a Bibi, generalmente de lo que recuerdas es una persona animada y un tanto "ruda" pero estas situaciones parecían avergonzarla mucho y hacían que mostraran una faceta bastante adorable, ella miraba ligeramente sonrojada a otro lado, no sabías si pensaba en algo o buscaba algo que decir mientras buscaban donde sentarse.
Poco después encontraron un buen lugar y se sentaron.
-¿Y... qué quieres comer? -dijiste nervioso.
-¿Eh? ¡ah! pues cualquier cosa me vale... confió en tu juicio.

Solo asentiste y te levantaste mirando las opciones, los restaurantes eran de los mas típicos y naturales; "Tick Burgers", "GadgeTacos" y... "Shíwù: comida china", espera... ¿existía China en este mundo?
-¿Qué demonios? ¿China, qué? -pensaste mientras un ligero recuerdo de tu mundo te vino a la mente como un puntazo, parece que no has perdido por completo la memoria y puedes recuperar ciertas memorias
Luego de quedarte un momento asimilando la situación decidiste pedir de ese lugar, igual podías recordar mas y de lo poco que podías recordar era una muy buena opción.

Un rato mas tarde volviste con la comida, estabas algo nervioso porque no sabías los gustos de Bibi o si era alérgica a algo pero ibas con la seguridad suficiente así que amablemente le diste sus cosas a Bibi.
-Espero que te guste.
-Gracias... y no te preocupes no soy exigente.
-Jeje, eso espero.
Ambos comenzaron a abrir y comer sus cosas, no te venían los recuerdos pero volver a probar algo con lo que te sentías familiar fue una sensación muy bonita, casi sueltas una lágrima pero no querías ponerte sentimental ahorita, menos con Bibi delante.
-Entonces T/N... ¿ahora vives con Colette?
-S-Si, como dijo dejo quedarme en su casa.
-Honestamente me sorprende, ella es amable pero a veces puede ser rara y es muy protectora con sus cosas mas "privadas".
-Bueno de momento no he visto nada "privado" de ella

Casi te ahogas cuando te diste cuenta lo que dijiste, te sonrojaste e intentaste no mostrarlo mucho, miraste a Bibi y te seguía mirando normal, aunque notaste igual un ligero sonrojo así que debió darse cuenta pero no darle mucha importancia. Siguieron hablando un rato, hablaron de sus cosas, de si mismos y demás, al final no fue tan incómodo como pensaste que sería en un momento, pudiste relajarte y aprendiste mas de Bibi además de saber que puedes volver a recordar tu pasado, una alegría que sin duda te duraría el resto del día.



El bate y el libro (Colette/Bibi x Lector)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora